Región: REG-04
El invitado
Políticamente incorrecto
Por Roberto Cachanosky (*)

El argumento central del Gobierno para justificar las retenciones ha dejado de ser el de producir menos "yuyito". Ahora, aseguran que se busca financiar mas programas sociales. Así, redistribuir la riqueza ha pasado a ser el argumento central de los Kirchner. Para ello se le aplicaría una mayor carga tributaria a quienes tienen ganancias "extraordinarias". No solo el gobierno sostiene esta línea de argumentación, sino que la oposición, para no ser políticamente incorrecta, dice estar de acuerdo con la redistribución de la riqueza.

Como señalaba en otra nota Antonio Margariti, no queda claro si el gobierno quiere redistribuir la riqueza o los ingresos, dado que no son la misma cosa.

El tema de fondo es el principio de la redistribución del ingreso (no de la riqueza). Lo que voy a decir a continuación es políticamente incorrecto, pero como no pretendo ganar votos, no tengo problema. Vayamos al punto.

¿Por que razón alguien que trabaja, obtiene utilidades basadas en su esfuerzo personal, iniciativa, riesgo y capacidad de innovación tiene que transferirle compulsivamente sus ingresos a otra persona que no genero nada de ese ingreso?

En rigor, seamos honestos, este no es un problema de los Kirchner solamente. Ni siquiera es un problema de la dirigencia política. Este es un problema de la sociedad argentina, entendiéndola como una mayoría significativa de los habitantes que considera que esta bien que el Estado les quite el fruto de su trabajo a unos para transferirselo a otros. La redistribución del ingreso generalmente esta bien vista y ampliamente aceptada por mucha gente siempre y cuando no le toquen el bolsillo a ellos. Lo que digo es que la sociedad argentina (utilizando este termino para simplificar palabras) apoya la distribución del ingreso... ajeno.

El drama de la Argentina es, a mi juicio, el pronunciado acento que siempre se pone en la distribución del ingreso como si este se generara solo, sin necesidad de riesgo, trabajo, esfuerzo o innovación. Y como si el que ganara plata fuera un ser perverso al que hay que castigar por su éxito.

Desde el punto de vista estrictamente económico, la mejor redistribución del ingreso se produce a partir de instituciones confiables que atraen inversiones, crean puestos de trabajo mejor remunerados y, de esta forma, la gente recibe una porción mayor del ingreso nacional gracias al resultado de su trabajo.

Los argentinos tenemos que cambiar esa mentalidad de pensar que, por definición, todo aquel que gana plata es sospechoso de algo y que, además, tiene la "obligación" de mantener a otras personas que no conoce. Esta cultura de la dádiva ha terminado por denigrar el trabajo de la gente y su dignidad. La mayoría se siente con derecho a vivir a costa del trabajo de terceros. Por lo tanto, cada vez son menos los que producen y mas lo que quieren vivir sin producir reclamando un derecho que no es tal.

(*) Lic. en Economía y consultor. Fragmento del artículo "Los frutos del populismo mas berreta" publicado en www.economiaparatodos.com.ar