Nacido hacia fines de la década del treinta de la imaginación de Bill Finger y Bob Kane, Batman se convirtió rápidamente en un ícono entre los superhéroes. Es que, a diferencia de otros personajes de tinta y papel, el "hombre murciélago" permite mayor identificación al público: sus habilidades no son "superpoderes" adquiridos por su origen extraterrestre (como Superman), de la picadura de un insecto (el Hombre Araña), o de algún tipo de mutación (los X-men). Surgen de su determinación para combatir el crimen y de su enorme fortuna puesta al servicio de la causa. Además, a diferencia de la transparencia de otros superhéroes, es un hombre oscuro, lleno de contradicciones.
Un personaje con tantos matices, tuvo varios pasos por la pantalla grande. En 1988 y en 1992, de la mano de Tim Burton, con Michael Keaton como protagonista, y con antagonistas tan carismáticos como Jack Nicholson (inolvidable Guasón) y Danny de Vito (como el Pingüino), las adaptaciones fueron brillantes. Luego, a lo largo de los noventa, tuvieron dos protagonistas (Val Kilmer y George Clooney), que casi destruyeron la franquicia obtenida.
En 2005, el ascendente director Christopher Nolan tomó la posta y decidió recuperar el costado más oscuro del personaje, tomando como base para ello sus orígenes. Convocó a Christian Bale para encarnar al joven Bruce Wayne, a un gran elenco (con Michael Caine, Liam Neeson, Morgan Freeman y Gary Oldman), y rodó una película brillante: "Batman inicia". Tras ese éxito, el próximo 17 de julio, y con el mismo reparto, se estrenará "Batman inicia 2: El caballero de la noche", con el fallecido Heath Ledger como ÄdicenÄ un perturbador Guasón, lejos del tono jocoso de Nicholson. Los avances son elocuentes: la película y el personaje tienen vocación de éxito.