Sucesos: SUCE-01
Un cuento infantil
Mujer que denunció cuantioso robo fue detenida en Rafaela
Una mujer que en Rafaela denunció haber sido víctima de un asalto para explicar la desaparición de unos 148 mil dólares entró en contradicción y terminó por confesar que ella misma se había apoderado de la cuantiosa suma.

La investigación policial dirigida a establecer quiénes y en qué circunstancias hicieron desaparecer 148.000 dólares estadounidenses desde el domicilio particular de un empresario rafaelino dio un vuelco sorprendente y, contra la versión ofrecida en un primer momento, el ilícito quedó aclarado con el hallazgo del dinero y la detención de la mujer presuntamente asaltada el último domingo.

Entonces, Marcelo Kunichik refirió a los agentes de la Unidad Regional V ÄJefatura RafaelaÄ, que al ingresar a su casa de calle Palmieri al 600 encontró a Viviana P., su compañera de 38 años de edad, en estado de confusión y somnolencia, situación que atribuyó a la acción de uno o más delincuentes que la sorprendieron y aplicaron en el rostro un trapo embebido en alguna sustancia desconocida.

Los agentes de la Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional V entrevistaron a Viviana P. y atendieron a sus dichos. Según ella, cercana la medianoche ingresó a la vivienda por la parte trasera y una vez en la cocina alguien le tapó la cara con un trapo, luego, ella perdió el conocimiento y allí mismo, cuando despertaba, sería encontrada minutos más tarde.

Kunichik dijo a su vez que tras los hechos referidos advirtió el faltante de los 148.000 dólares que él mismo había ocultado bajo la tabla de la mesa del comedor, de 3.000 pesos que recordaba haber guardado en su dormitorio y de una cartera donde Viviana P. guardaba otros 200 ó 300 pesos.

Los investigadores tomaron cuenta detallada de esos dichos, pero en la escena de los hechos no encontraron rastros reveladores de la presencia reciente de otras personas distintas del propio dueño de casa y la mujer, supuesta víctima del atraco.

El cuadro que los pesquisas hallaron en la casa de calle Palmieri sugería que, si en verdad uno o más desconocidos habían logrado de alzarse con el dinero, perteneciente a una conocida casa de sepelios, habían actuado sin tropiezos, no habían tenido siquiera la necesidad de violentar las aberturas y tenían el dato cierto y preciso del lugar donde podrían hallar el botín.

Un poco más tarde y a partir de algunas contradicciones detectadas en el relato de la mujer los policías volvieron a preguntar y esta vez la presunta víctima, al saberse descubierta, confesó que al dinero lo había tomado ella misma para esconderlo en la casa de sus padres.

En principio la policía santafesina cuenta con sobradas razones para decir que la denuncia por el cuantioso robo no fue más que una infantil patraña urdida por la mujer, pero las actuaciones que oportunamente serán elevadas a la justicia siguen todavía.

José Luis Pagés