Opinión: OPIN-04
Al margen de la crónica
Una fiesta que dejó su impronta

Si hay una característica que define a los hombres de campo es su vocación de trabajo y su voluntad para superar las situaciones más difíciles, que en países como Argentina parecen repetirse cíclicamente. Estos aspectos quedaron evidenciados en la última edición del Festival del Ternero, que se realiza cada año en la localidad de Villa Minetti, en el extremo noroeste de la provincia.

Es que a pesar del estado de tensión del sector agropecuario con el gobierno nacional y la complicada situación que vive por estos días gran parte del norte por la extendida sequía, que pone en jaque a las distintas actividades productivas, este acontecimiento se concretó con amplia repercusión en toda la zona y con una gran cantidad de público asistente.

Por ejemplo, según las estimaciones realizadas, la jineteada que se realizó en el marco de este ya tradicional festejo regional, congregó a unas cinco mil personas, que tuvieron la posibilidad de llevarse una muy buena impresión de la fiesta.

Pero este evento, organizado por el Club Sportivo de Villa Minetti, tuvo otros atractivos interesantes que también tuvieron que ver con el éxito obtenido. Entre ellos el almuerzo de expositores, del que también participaron autoridades provinciales, regionales y locales, el baile de la juventud, el desfile de jinetes por las calles del pueblo, el espectáculo de destrezas criollas y el festival folclórico, que se extendió hasta altas horas con numerosos participantes.

Este tipo de iniciativas es muy importantes para los pueblos del interior, sobre todo en una provincia con el perfil de Santa Fe. Y el hecho de que en un año tan difícil como este haya tenido tal grado de repercusión, pone de manifiesto el ánimo y la capacidad de superación de aquellos que ven en en el trabajo y la producción las claves para un país mejor.