Sucesos: SUCE-02
Uno condenado a 13 años
Absolvieron a tres acusados del robo a la joyería Pietra's
Un año después del atraco al comercio de Aristóbulo del Valle al 6400, donde uno de los asaltantes murió baleado, el juez resolvió liberar a tres imputados por falta de pruebas. El único condenado fue reconocido por los testigos e identificado a través de una foto que llevaba el muerto en su celular.

La Justicia provincial absolvió de culpa y cargo a tres de los cuatro acusados de cometer un asalto en la Joyería Pietra's. El único condenado es reincidente por segunda vez y deberá estar en prisión hasta el 2020. Si bien se presume que formaban parte de una banda proveniente de Buenos Aires, no hubo pruebas suficientes para incriminarlos a todos.

El 28 de junio del año pasado dos delincuentes armados entraron en la Joyería Pietra's, de Aristóbulo del Valle al 6400. No era más de las cinco de la tarde del jueves cuando se produjo un forcejeo que terminó con uno de los asaltantes muerto. La víctima fatal recibió un disparo en el cuello cuando su compañero, que trataba de deshacerse del dueño del local, habría dejado escapar dos tiros.

La resolución, firmada el 1º de julio por el juez de Sentencia Nº 6, Dardo Rosciani, dejó libres a Ricardo Daniel Ferrari, de 32 años y oriundo de la provincia de Buenos Aires; a Guido Marcelo Saavedra, de 26 y de Capital Federal; y al neuquino Claudio Martín Álvarez, de 32 años de edad.

Distinta suerte tuvo Jorge Darío Hernández, un capitalino de 25 años, al que condenaron como "coautor del delito de robo, agravado por homicidio". Le dieron 13 años de cárcel y lo declararon reincidente, por lo que su pena vencerá el 29 de junio de 2020.

Faltaron pruebas

El fiscal Nº 3, Oscar Dongo, había pedido 18 años de prisión y declaración de reincidencia para Hernández; 15 años y reincidencia para Álvarez por una causa en Neuquén; 15 años para Ferrari; y 12 años para Saavedra. No obstante, la defensa, integrada por la dupla Héctor Tallarico y Julio Alfonso, argumentó "que el fiscal no logró demostrar ni que Hernández haya disparado el arma homicida, ni que los otros tres hayan estado en el lugar, ni intervenido, ni actuado de ninguna manera", por lo tanto pidieron la absolución.

Lo cierto es que el personal del Comando Radioeléctrico de Santo Tomé arrestó en las horas posteriores al episodio a cuatro personas, entre ellas Hernández, que fue el único identificado por los testigos.

Dos de los miembros de la banda llevaban identificaciones falsas. El muerto, que se hacía llamar Cristian Marcelo Monge, era en realidad Patricio Horacio Ramognino. El otro era Álvarez, que circulaba con el DNI robado a un tal Juan Carlos Bock en 2006.

Al momento de la detención, iban en un Renault Clio color bordó, el mismo que los dueños del local vieron estacionado frente al comercio el día anterior, cuando los asaltantes fueron a preparar el terreno. Además, se secuestró un Ford Fiesta color azul, que estaba estacionado en calle Angel Cassanello al 2500. Al parecer era el vehículo con el cual se fugarían al concluir el robo, pero las llaves quedaron en poder del delincuente abatido.

énica versión

Los primeros en advertir que algo malo ocurría fueron dos policías; uno hacía la ronda por la zona y el otro estaba como custodio en un local de Confina, una cuadra más al sur. Al acercarse, uno de ellos "ve una persona tirada en la calle" que estaba herida, el otro corrió hacia la joyería, donde se encontró con la dueña, que en medio de "una crisis de nervios" le pedía que se llevara el arma que estaba tirada en el suelo.

Pronto se llenó de policías que realizaron los informes de rutina. Lorena, la dueña del local, declaró que entraron dos personas a robar, que estaban armadas y que su pareja forcejeó con uno de los delincuentes cuando se produjeron dos disparos.

Ante tal situación la mujer alcanzó a esconderse en el baño y al salir se encontró con la sangre en el piso y un arma calibre 11/25 que se llevó la policía. La versión de Lorena es coincidente con la de Luis, su pareja, "quien sostiene que forcejeó con quien entró primero y durante la lucha se escapó un tiro justo cuando entraba otro asaltante armado".

La foto.

El delincuente muerto llevaba consigo cargador de calibre 11,25 con 9 cartuchos, un teléfono celular y las llaves del auto, entre otros elementos. En el teléfono había una foto, tomada dos horas antes del atraco, en la que aparece Hernández al lado del auto secuestrado, lo que le facilita la labor al juez de Instrucción que dispuso la detención de todo el grupo.

¿Quién apretó el gatillo?

En la etapa de Instrucción, el juez José Manuel García Porta procesó a Hernández por "homicidio en ocasión de robo y portación ilegítima de arma de guerra, en concurso real", en coincidencia con el fiscal. La defensa postuló que "no se ha demostrado que fuera él quien le disparara a su amigo, y por el contrario, todo parece demostrar que quien lo hiciera fue el comerciante", dice el fallo.

En este sentido el juez de Sentencia, Dardo Rosciani, creyó que "si ocurre un homicidio en el momento en que se está llevando a cabo un robo, en tanto guarde relación causal, el autor del robo se convierte automáticamente en responsable del homicidio".

Por eso, a pesar de que culpó a Hernández como "co-autor del delito de robo, agravado por homicidio", el magistrado destacó como "sospechosas" las "actuaciones direccionadas a determinar quién efectivamente disparó contra Romagnino"; y se mostró "sorprendido" de ciertos detalles que "no cierran" y lamentó "que en la etapa de la instrucción no se haya puesto el debido acento a la verdad".