Deportes: DEPO-11
Análisis
De legitimidades y merecimientos
Por Alberto Sánchez

Merecimiento: acción y efecto de merecer. Merecer: ser o hacerse digno de algo, ya sea bueno o malo, entonces recibirá un premio o un castigo. Hacer méritos significa ser digno de un premio, habérselo ganado en buena ley.

Legitimidad: calidad de legítimo. Legítimo: conforme a las leyes. Ser algo cierto, verdadero, ajustado a la equidad y a la razón.

Así definen, fría y escuetamente los diccionarios, a dos vocablos que bien se pueden relacionar, no sólo a lo que pudimos escuchar tras los debuts de los equipos santafesinos en cada uno de los torneos que disputan, sino a cualquiera de los protagonistas que no han podido lograr lo que deseaba, pero que estuvo cerca de haberlo hecho.

"Merecimos más, ellos llegaron una sola vez y la metieron. Nosotros, sin jugar muy bien, tuvimos más posibilidades pero no la supimos aprovechar, pero en el balance fuimos superiores". Esta fue la declaración coincidente de los jugadores y director técnico de Unión, Fernando "Teté" Quiroz, después de perder 1 a 0 frente a Belgrano el jueves por la noche. De hecho, si se afirma que hubo una superioridad manifiesta, decir "merecimos más" es como decir "merecimos ganar". Pero... ¿realmente mereció ganar Unión?

"Sin dudas, Colón mereció ganar. Fuimos superiores a River y el resultado fue injusto. Hicimos todos los méritos como para quedarnos con el partido, tendríamos que haber ganado". Fueron las voces de la mayoría de los jugadores y el director técnico de Colón, Antonio "Turco" Mohamed, después de empatar 1 a 1 ante River la siesta del domingo. Pero... ¿realmente mereció ganar Colón?

Es cierto que son cosas que se dicen cuando los corazones aún están calientes, también es verdad, y entendible, que el denominador común del pensamiento de la gente que concurre a la cancha es el mismo. Es más, hasta muchos periodistas, alguna vez (algunos muchas, algunos siempre), utilizamos expresiones similares para justificar un resultado negativo cuando no se hicieron las cosas tan mal como para que ello ocurra.

Lo fundamental es que los máximos responsables (léase entrenadores) sepan y ataquen el porqué de no haber consumado lo que el merecimiento requería. Porque aún sabiendo que se pudo tener algo más de suerte, nadie puede discutir la legitimidad del triunfo de Belgrano en el 15 de Abril, o la igualdad de River en el Brigadier.

Y si no, trasladémonos al Mundial 1990 en Italia, cuando por octavos de final, en Turín, Argentina le ganó a Brasil 1 a 0 con tanto de Claudio Caniggia, ¿se recuerda algún triunfo menos merecido que ese? Pero a la vez, ¿hay alguien capaz de dudar de la legitimidad del mismo?