Luego de la clausura de la planta de Vicentín por parte de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), el organismo nacional avanzó con el cierre de tres acopios importantes en la provincia, por supuestas irregularidades en la comercialización de granos.
Guillermo Llovera, de la Sociedad Gremial de Acopiadores, sostuvo que hay una "creciente preocupación" en el sector por el "desequilibro que existe entre la falta y la pena, un desbalance que afecta el principio de justicia". En diálogo con El Litoral, Llovera aclaró que de los acopiadores asociados a la entidad que dirige hay una sola empresa cuestionada, que se halla en la zona del Gran Rosario.
"Los acopiadores que son sacados del registro por irregularidades de forma sufren graves consecuencias, y hay casos que están esperando hace un mes para que lo vuelvan a habilitar luego de haberse regularizado. La Oncca tendría que aceitar la reincorporación de las empresas, luego de que pagan las multas o cumplen con la documentación", afirmó el presidente Sociedad Gremial de Acopiadores.
"No cuestionamos las fiscalizaciones, porque las infracciones existen. Pero lo que es llamativo es que se tomen medidas extremas, como bajar acopios del registro por razones formales, y para colmo que luego haya tanta lentitud en reincorporarlos", agregó Llovera.
El titular de la Sociedad Gremial de Acopiadores negó que desde el gobierno nacional se haya incrementado la presión contra las firmas relacionadas al comercio de granos. "En enero, antes de que estallara el conflicto agropecuario, se produjeron suspensiones. Y nadie pensaba en una persecución del gobierno", apuntó.
Amparo
En tanto, ayer la empresa Vicentín informó que presentaron un recurso de amparo ante la Justicia jurisdiccional para garantizar la reapertura de la planta.
Desde ayer a la tarde Vicentin SAIC, que posee una terminal de embarque y fábrica de aceite en San Lorenzo, volvió a funcionar tras la clausura que se llevó adelante el viernes a la mañana.
Desde la firma de capitales santafesinos, difundieron un comunicado de prensa que tiene como objetivo aclarar "las versiones circulantes acerca de la clausura de la planta llevada a cabo por la Oncca".
En el documento, explicaron que Vicentín posee en San Lorenzo una terminal de embarque y una fábrica de aceite. En un predio vecino, hay otra fábrica de aceite que pertenece a Oleaginosa San Lorenzo, una sociedad controlada por Vicentín y que procesa para esa firma. El 26 de junio pasado, la Oncca denegó la inscripción del primero de los establecimientos argumentando que no pueden operar distintas empresas en el mismo predio.
En su descargo, Vicentín contestó que sus plantas operan en un terreno propio totalmente diferenciado del de Oleaginosa San Lorenzo SA, y aportó los títulos de propiedad. Según explicaron desde Vicentín, mañana la Oncca procedería a la habilitación administrativa. "En estos momentos, los funcionarios de Oncca se encuentran analizando nuevos elementos de juicio aportados que, estamos convencidos, le permitirán a la mayor brevedad posible rever las medidas adoptadas", advirtió el comunicado de la empresa.
Pero otro punto cuestionado por el organismo nacional es que más allá del conflicto por los títulos de propiedad, los inspectores detectaron 83 mil toneladas de soja que no poseían documentación respaldatoria.
Sin embargo, en el comunicado Vicentín señaló que "es importante resaltar que esta cuestión se trata de un problema formal y meramente administrativo, que no tiene vinculación con cuestión tributaria alguna".