De la Redacción de El Litoral
Representantes de las distintas entidades de la producción y el comercio volvieron a rechazar el proyecto del Ejecutivo. "Queremos de Binner lo mismo que él le reclama al gobierno nacional: diálogo", dijeron los empresarios.
El presidente de la Federación de Industrias de Santa Fe, Carlos Capisano, reiteró una vez más el rechazo del sector industrial al proyecto de reforma impositiva anunciado ayer por la administración Binner y dijo que esta decisión Äque deberá pasar por la Legislatura provincialÄ "nos hará perder la oportunidad histórica de convertirnos en una provincia con un sistema impositivo que, en relación con los otros Estados provinciales, aliente la inversión productiva".
"Volvimos a expresarle al gobernador y al ministro Sciara nuestra oposición porque reinstalar el impuesto a los Ingresos Brutos es regresivo, distorsivo, fomenta las importaciones y va a provocar más inflación, lo que significa que lo va a terminar pagando la gente", expresó Capisano, que ratificó la decisión de la entidad de acompañar a la Casa Gris en su reclamo por la deuda que el gobierno nacional mantiene con la provincia y en el requerimiento de un nuevo régimen de coparticipación federal.
Otra de las críticas en la que coincidieron todos los representantes de las entidades que estuvieron en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno es la falta de diálogo del gobierno provincial. "Le reclamamos a Binner lo mismo que él se pasó cuatro meses pidiéndole al gobierno nacional: diálogo. Vinimos a todas las reuniones a la que nos convocaron y terminó presentándonos un proyecto cerrado e inconsulto. Así como él cree que el Consejo Federal Agropecuario ampliado es el ámbito para discutir la política rural, nosotros creemos que esta reforma debería haberse consensuado en el Consejo Económico provincial", le dijo a El Litoral uno de los representantes de las Bolsas de Comercio.
"Ahora, nos ponemos el overol para trabajar en la Legislatura", dijeron todas las fuentes consultados, lo que adelanta un paso traumático por las Cámaras donde el oficialismo sólo tiene mayoría propia en la Cámara de Diputados.
Por su parte, el sector de la construcción también rechazó enfáticamente el proyecto del gobierno provincial. "Es un impacto que agrava la coyuntura y lo único que va a generar es menor actividad y más inflación", se lamentó Federico Lufft, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), dijo al portal Punto Biz.
Con respecto a la decisión de mantener la exención de Ingresos Brutos en los contratos de obra, Luft la minimizó porque "es lógico, el Estado no puede cobrarse un impuesto él mismo", al tiempo que reclamó avanzar en la uniformidad del pago de Ingresos Brutos, ya que hay sectores dentro de la misma cadena que tributan distinto.
Por su parte, Mario Ulanovsky, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), señaló que se trata de "un mazazo fiscal brutal", al tiempo que se manifestó también contrario a la imposición de Ingresos Brutos a los fideicomisos financieros. "Dicen que para quienes facturen menos de un millón de pesos al año se les mantendrá la exención, es decir para quienes hagan arreglos o sean emprendedores; no hay constructora que facture tan poco al año", agregó y pronosticó " la suba de costos para las viviendas, menores ventas y menor actividad".
¿El primer paso?
En un momento del encuentro, cuando los representantes de las entidades le reclamaban por la falta de diálogo y consenso al ministro Sciara, irónicamente éste le respondió: "Para la próxima, tendremos en cuenta sus sugerencias". ¿Qué entendieron los presentes? Que este proyecto es el primer paso de una reforma impositiva más amplia.
"Quizás ésta no sea la última reforma. Cuando por omisión se logra una distorsión tan grande en los valores pensar que uno va a componerla de una sola vez es casi imposible", les dijo dijo el ministro y reiteró lo que dijo apenas Binner ganó las elecciones en setiembre del año pasado: "Hoy, funcionamos con un esquema tributario que estuvo diseñado para la convertibilidad".