Internacionales: INTE-03
Familiares quieren saber por qué se dejó despegar al avión siniestrado
Más polémica por accidente de Barajas
La empresa Spanair defendió nuevamente la decisión de dejar despegar la aeronave pese a los fallos detectados y garantizó el pago de las indemnizaciones por el accidente.

Los familiares de las víctimas del accidente aéreo del miércoles en el aeropuerto de Madrid-Barajas insistieron en las últimas horas en pedir explicaciones a la aerolínea Spanair sobre las razones que llevaron a autorizar el despegue del aparato, pese a que previamente se había detectado una avería.

Las familias y representantes de Spanair mantuvieron una nueva reunión en la que, según explicaron fuentes presentes en la entrevista, los allegados de las víctimas quisieron saber especialmente por qué el avión intentó despegar pese a los fallos detectados.

En representación de Spanair estuvo el subdirector de la compañía, Javier Mendoza, quien explicó que el comandante, fallecido en el siniestro, detectó un mal funcionamiento del calentador de la sonda que mide la temperatura tanto en tierra como en vuelo, un instrumento que debe desactivarse automáticamente en tierra.

Como este mecanismo automático falló y la sonda seguía activada, el piloto optó por regresar a los talleres de mantenimiento.

La citada sonda alimenta el ordenador que controla algunos parámetros del motor, reconoció Mendoza, que no obstante expresó sus dudas de que este problema esté relacionado con el accidente.

Durante varios minutos, la aeronave fue revisada por un mecánico de 41 años y con experiencia de más de 20 años, que decidió, tal y como prevé el procedimiento, desconectar ese calentador.

Según Mendoza, "hizo lo que tenía que hacer" en la revisión que motivó el regreso de la aeronave a los talleres de mantenimiento.

"Una sola causa no provoca nunca un accidente aéreo. Es siempre una concatenación de causas", añadió Mendoza, que defendió también el alto índice de seguridad de su compañía y del modelo de avión siniestrado, un McDonnell Douglas 82 con 15 años de antigüedad.

Este modelo, dijo, tiene un índice de 0,26 accidentes cada millón de horas de vuelo, uno de los más bajos de la aviación comercial.

Indemnizaciones

El subdirector de Spanair también garantizó que la compañía está en condiciones de afrontar el pago de las indemnizaciones por el accidente y que tratará de hacer llegar cuanto antes a las familias los enseres personales rescatados en el lugar de la catástrofe.

En nombre de los allegados, Ismael Rodríguez, amigo de una de las víctimas, dijo que lo que las familias quieren es que haya "plazos reales" en el tiempo de espera de identificación de los cuerpos, pues la demora en la comprobación del ADN está provocando tensiones.

Rodríguez recordó que tras la tragedia se les aseguró oficialmente que, en el plazo de 24 ó 48 horas después del accidente, estarían realizadas todas las identificaciones y lamentó que la realidad sea que haya apenas 60 identificaciones pasados cuatro días.

"Se va a tardar más de lo que presumiblemente esperábamos", reconocieron fuentes de la Aviación Civil, que recordaron que, tras los atentados del 11 de marzo de 2004, en Madrid las identificaciones de los 191 cadáveres no concluyeron hasta una semana después.

Otra víctima

El balance de víctimas del accidente del avión de la compañía Spanair ascendió a 154 ayer después de que falleciera una mujer que había sufrido graves quemaduras, dijeron fuentes sanitarias.

María Luisa Estévez González, de 31 años, murió en el Hospital La Paz de Madrid donde era tratada por quemaduras en el 72% de su cuerpo, dijo el Servicio madrileño de Salud en un comunicado. Era una de las heridas más graves de los 19 sobrevivientes del avión siniestrado el miércoles pasado en Barajas.

Dos de las personas hospitalizadas tras el accidente siguen en estado grave, añade el comunicado.

EFE