El gobierno provincial busca crear las condiciones para la urbanización de un terreno de 34 hectáreas ubicado al norte de nuestra ciudad. El predio está actualmente en manos del Ejército y, desde hace años, ha quedado prácticamente en desuso.
La iniciativa del Poder Ejecutivo Provincial fue transmitida a altos funcionarios de la administración central, en la órbita de la Jefatura de Gabinete y del Ministerio de Defensa.
El Estado santafesino considera "estratégico" al sector para alentar el desarrollo y la provisión de equipamiento de infraestructura y servicios a la zona noreste de Santa Fe. Y forma parte de un objetivo mayor: un plan para la creación de un Banco de Tierras, a fin de que el sector público cuente con predios de ubicación urbana valiosa para desarrollar servicios públicos, en especial en las áreas de salud y educación.
En buena parte de su territorio, la provincia carece de terrenos aptos para emprender obras de infraestructura. No es un problema nuevo: también lo sufrió la administración anterior cuando puso en marcha un plan para la construcción de escuelas.
El gobernador Hermes Binner planteó su solicitud a la ministra de Defensa, Nilda Garré, a cuya jurisdicción corresponden los terrenos del ex Gada 121, donde funcionó el Grupo de Artillería de Defensa Aérea. Es también el sitio en el que se encuentra la Estanzuela del brigadier Pascual Echagüe, una edificación colonial que es parte del patrimonio histórico y cultural de los santafesinos. El otro terreno solicitado a la Nación se encuentra en el predio del Batallón de Arsenales Nº 603 San Lorenzo, en Fray Luis Beltrán.
El sector norte de la capital provincial ha sufrido -en algunos de sus barrios- las consecuencias de un crecimiento falto de planificación, marcado por las decisiones espontáneas, cuando no directamente por lo peor de la improvisación. Es el caso de lo ocurrido con la traza de lo que iba a ser la circunvalación norte, un ejemplo que los habitantes de la capital provincial no deben olvidar: las manzanas para la obra vial nacional (a la altura de la calle Azcuénaga) habían sido expropiadas hace décadas, pero mientras la inversión se demoraba crecieron las ocupaciones ilegales. Pronto, la fallida avenida se convirtió en un asentamiento de viviendas precarias, que -por acción u omisión- el Estado alentó, entre fines de los '80 y durante los '90.
Es alto el precio de dejar ausente al sector público en el proceso de urbanización. Los resultados están expuestos con claridad en los planos que muestran a la capital provincial con un orden decreciente en su avance hacia el norte: allí faltan espacios verdes, servicios primarios como el agua potable y, no pocas veces, escuelas y servicios de salud.
El predio del ex Gada 121 puede servir tanto al proceso de regionalización en nodos como a los planes oficiales de construir una Escuela de Policía, un plan de viviendas del Plan Federal II, escuelas primarias y secundarias y sobre todo para crear un nuevo punto de interés en la ciudad, cercano a los barrios más jóvenes que son también los que cuentan con una menor provisión de servicios esenciales.