Por Enrique Cruz (h)
Hay algo que se le exige a Unión y que sólo se logra con resultados: el protagonismo. Se podrá jugar bien o no tan bien, pero está claro que el rol protagónico se adquiere sólo si se figura en los primeros puestos. Y para ello hay que conseguir resultados.
Respecto del juego en sí, este equipo de Unión está capacitado para jugar bien y ya lo demostró en el torneo. Lo hizo de a ratos, adoleciendo de continuidad. Pero está clara la idea futbolera: pelota al piso, volantes que llegan y una dupla ofensiva que tiende a complementarse muy bien.
Pueden tener razón los que opinan que Unión tiene más equipo que el año pasado. Pero en esa apreciación riesgosa y hasta apresurada, se encierra un alto grado de optimismo y evaluación anticipada de rendimientos que aún deben consolidarse.
Para que definitivamente tengan razón quiénes creen que Unión tiene más equipo que el torneo pasado, deberá esperarse hasta dónde se llega. El equipo anterior estuvo a las puertas del ascenso y perdió la final. El actual, para superarlo, debe ascender. De nada le servirá sacar más puntos si ni siquiera consigue pelear una chance directa, ya sea a través de los dos primeros puestos o de una Promoción. El Unión de Trullet que ni siquiera entró entre los ocho primeros, en la temporada 2006-2007, sacó más puntos que el de Trullet-Gugnali. Pero este último estuvo a un partido del ascenso.
La tentación a pensar que este Unión tiene más que el anterior, es comprensible. Los cuatro refuerzos que han llegado, juegan; uno de ellos (Guerra) ya marcó 5 goles (más de la cuarta parte de los que hizo Zárate, en tres partidos y con 32 encuentros todavía por disputarse), Alessandria llega entero y con chapa de Primera División a ordenar el fondo, De la Fuente es el "5" metedor, temperamental y con presencia que faltó en el torneo anterior (no porque Serrizuela haya jugado mal, sino porque éste tiene más juventud y características de volante central), está Rosales y, como si esto fuera poco, aparece un chico lleno de aptitudes en el arco (Ojeda) para desplazar a otro que se había consolidado como titular (Aseff).
Es tentador pensarlo aunque no definitivo para afirmarlo. El tiempo y el final del campeonato permitirá dilucidar si este Unión, finalmente, es o no más equipo que el del torneo pasado. El análisis exclusivamente futbolero, quizás, arroje una conclusión que le dé la razón a los que así lo entienden. Pero este plantel sabe que el otro análisis, el que está emparentado con el típico exitismo del hincha, obliga a que el objetivo esté fijado, exclusivamente, en el ascenso a Primera. Fútbol y posición final, serán, en definitiva, las dos variables de análisis. En la futbolera, es posible que este equipo juegue mejor que el de Gugnali. Pero para que sea más, deberá superarlo. O sea, ascender. Y aquí no sólo depende de Unión, sino también de otras variables.