Debido a su alto aporte de rastrojo, el maíz es un integrante destacado en las secuencias agrícolas o mixtas, ya que contribuye a lograr altas producciones sustentables en el tiempo. Asimismo, la cantidad de híbridos disponibles en el mercado es elevada y se renueva constantemente.
En este marco, el INTA Rafaela realizó, en colaboración con profesionales de la actividad privada, dos ensayos en siembra directa en un lote anteriormente destinado a soja de segunda. En ambos casos se aplicó la totalidad del paquete tecnológico aconsejado en cuanto a fertilizantes, herbicidas e insecticidas.
En el ensayo correspondiente a la época normal de siembra -efectuada el 26 de septiembre de 2007- se emplearon 52 híbridos con una densidad ajustada a 80.000 plantas por hectárea (pl/ha), que se cosecharon el 19 de marzo de 2008. El rendimiento promedio fue de 9.574 kg/ha, que se considera elevado para el maíz de primera en esta campaña -debido al estrés hídrico registrado en la zona, especialmente en el mes de noviembre-. Ese valor, que alcanzó un máximo de 11.421 kg/ha, fue superado por 28 materiales.
En la prueba de segunda época de siembra, que se realizó el 17 de diciembre de 2007, se compararon 47 híbridos con una densidad ajustada a 68.000 pl/ha. La cosecha se efectuó el 12 de mayo de 2008 y produjo un rendimiento promedio de 10.747 kg/ha, que es excelente para un maíz de segunda en esta área y que fue favorecido por las lluvias adecuadas que se produjeron durante el ciclo del cultivo. Siete materiales superaron los 12.000 kg/ha, con un máximo de 12.590, en tanto que otros 11 rindieron entre 10.500 kg/ha y 11.500 kg/ha.
Estos resultados confirman que, mediante la utilización de las prácticas de manejo recomendadas, es posible lograr o superar rendimientos de 10.000 kg/ha de maíz de primera o de segunda en la región central de Santa Fe.