Región: REG-17
Doble incertidumbre

La reciente crisis financiera que continúa golpeando a los mercados internacionales ha desatado uno de los momentos de incertidumbre más grandes de la historia contemporánea, cuyos coletazos -todavía inconmensurables- seguirán castigando las expectativas a nivel global y doméstico.

Para algunos especialistas, a partir de ahora todos seremos más pobres, con o sin el rescate aprobado por el Congreso norteamericano. Para el Gobierno argentino, la crisis es la excusa para demostrar la decadencia de un sistema financiero que carece de autoridad moral para seguir sacando renta de países como el nuestro.

Lo cierto es que más allá de cualquier elucubración de tipo económica o ideológica, si Estados Unidos decrece y hace aminorar el ritmo del comercio mundial, nuestro país se verá damnificado de manera directa. Si hoy la soja vale U$S 400 por tonelada, en el mercado local podría valer $ 790. Si en enero valía $ 1.200 con un costo productivo de $ 400, la ganancia de una hectárea era $ 800. Hoy, con una oleaginosa cotizando a $ 790 y un costo de explotación por hectárea a $ 650, al productor le quedan $ 140 de renta. Con esta ganancia del 20%, el chacarero terminará ajustando sus gastos al mínimo, restringiendo su consumo de bienes, servicios y expectativas.

Para los productores lecheros, la situación es aún peor. El paupérrimo acuerdo alcanzado que caducó con el mes de septiembre es ahora evocado con nostalgia por quienes deben entregar su leche a una industria con sobre stock que pagará lo que pueda, sin estar atada a una eventual prórroga que los obligue en este sentido. La reducción del precio internacional de la leche en polvo por debajo del precio de corte disipa cualquier pronóstico optimista respecto a la continuidad de un fondo que ya se esfumó sin siquiera haberse terminado de cobrar.

Cheppi dice estar sorprendido por la decisión de la Comisión de enlace de ir al paro nuevamente, agregando más combustible a la motorización del reclamo. La táctica oficial de "hacerse el sordo", fingiendo una vocación dialoguista que caduca en la foto y los titulares, encierra una falta total de responsabilidad, la que en su momento hizo que el país se perdiera de ganar enormes sumas de divisas por el gran momento que vivieron los granos, y que ahora posterga las soluciones necesarias que las cadenas productivas necesitan para ponerse a trabajar.

En Reconquista la Comisión de enlace volvió a tomar fuerzas para anunciar la continuidad de las medidas de fuerza. Con preocupación, muchos presentes le contaron a Campolitoral que el desánimo es tan grande que ni siquiera les alcanzan las energías para salir otra vez a protestar. La indignación se tornó hastío, impotencia y resignación a abandonar la actividad. A la incertidumbre mundial, los argentinos debemos sumarle la terquedad presidencial, nuestro propio estigma que supimos conseguir.