Un conflicto que agitó la ciudad por una semana

Circulan los colectivos pero continuarán las negociaciones
De cara a un fin de semana prolongado por el feriado del 12 de octubre, ayer se anunció el levantamiento del paro realizado por los choferes del transporte urbano nucleados en UTA. Las partes llegaron a un acuerdo pero falta resolver el pago remunerativo de 340 pesos.

Tras sucesivas idas y vueltas en las negociaciones entre empresarios del transporte urbano y representantes de la UTA ÄUnión Tranviaria AutomotorÄ en busca de una solución al conflicto que mantuvo a la ciudad sin colectivos por una semana, ayer, se anunció un acuerdo y se logró la posterior normalización del servicio.

En conferencia de prensa, anoche, luego de que las partes firmaran el acta donde consta lo convenido, el secretario general del gremio, Osvaldo Agrafogo; Carlos Peña, director regional del Ministerio de Trabajo de la provincia, y el abogado de UTA, Juan Carlos Ponce, anunciaron que los choferes habían accedido a suspender la medida. La actitud surgió luego de que los empresarios asumieran el compromiso de abonar la suma de 204 pesos el próximo martes 14 correspondiente al mes de agosto y la misma cantidad el 12 de noviembre, que se les debe a los choferes de los haberes de septiembre. Ambos montos son no remunerativos.

Ahora resta resolver la forma de pago de 340 pesos, negociación que se deberá realizar dentro del plazo de 15 días de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en la semana, que desde ayer, pasó a ser "voluntaria". La última suma ÄremunerativaÄ fue acordada en una reunión paritaria y se debería haber comenzado a pagar en septiembre sin estar sujeta a la llegada de subsidios del gobierno nacional ni al aumento del boleto.

Casi conformes

Mientras se restablecía el servicio, Osvaldo Agrafogo, señaló sobre lo acordado con la patronal que "los trabajadores no están del todo conformes pero todos teníamos que aportar para que la medida de fuerza se levante". Además quiso revalorizar la actitud de sus representados cuando se refirió que generalmente "se dice que los trabajadores son siempre los conflictivos, pero históricamente cedieron condiciones para aportar soluciones y hoy lo hicieron otra vez".

En la oportunidad, también se pudo saber que se habría acordado, pero no se firmó, que los trabajadores devolverán los días que se mantuvieron en protesta.

Mientras se extendió el conflicto, también participaron para intentar encontrar una pronta salida funcionarios municipales. Según el intendente Mario Barletta, su lugar en la discusión era la de defender los derechos de los usuarios exigiendo que se cumpla con la conciliación obligatoria y el inmediato giro por parte de la Nación de los subsidios acordados para la ciudad de Santa Fe. "Nuestro rol en este conflicto fue siempre defender al vecino. Los trabajadores y empresarios defendieron sus intereses, y nosotros al usuario. Porque siempre sostuvimos que no podíamos aumentar el precio del boleto para cubrir una falencia del gobierno nacional que no ha enviado en tiempo y forma los subsidios para que los empresarios pudieran cumplir con la paritaria acordada en Buenos Aires", remarcó.

En un comunicado, la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales dio su opinión respecto al acatamiento al paro dispuesto por el plenario de secretarios generales.

Al cumplirse la segunda jornada de protesta, "la adhesión superó las medidas de fuerza anteriores y sorprendió la participación de pequeñas comunas cuyos trabajadores no se encuentran afiliados. Con esto se despojaron las dudas que intentaron generar en las localidades, donde las autoridades pretendieron exigir el levantamiento de la medida de fuerza con el dictado de la conciliación obligatoria", señala el parte.

El próximo martes, a las 10, se realizará una nueva reunión plenaria, donde se decidirá sobre la conciliación dictada por el Ministerio de Trabajo. Esta actitud de la Federación obedecería a la vigencia de la Ley 23.551 de Asociaciones Sindicales, "que ajusta los estatutos de la entidad sindical de segundo grado, que exige que sólo el plenario de secretarios puede adoptar medidas de fuerza o suspenderlas".

Para Festram, "el Ministerio es el ámbito indicado para retomar el diálogo, pero los antecedentes ponen en duda si la decisión de ese organismo es una resolución política firme o fue un instrumento de los intendentes de diezmar el alto acatamiento al paro".

La dirigencia de Festram señaló que, "si la conciliación es una decisión política del gobierno de Binner, constituye un espacio de negociación que el plenario de secretarios generales podría evaluar como altamente positivo, pese a la poca intervención de ese organismo en los conflictos del sector".