Internacionales: INTE-03 Se complica la relación entre Brasilia y Quito

El gobierno de Brasil repudió hoy la decisión del presidente de Ecuador, Rafael Correa, de expulsar de ese país a la empresa brasileña estatal de energía Furnas, que cumplía tareas de fiscalización de la constructora Odebrecht, también expulsada.

El ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, declaró que "Ecuador puede tomar la decisión que crea mejor pero no podemos aceptar una acción de esa naturaleza", según reportó hoy la agencia de noticias Ansa.

La compañía estaba a cargo de la fiscalización de la brasileña Odebrecht, de capitales privados, debido a fallas en la hidroeléctrica San Francisco, uno de los motivos por el cual Correa decidió la semana pasada la expulsión de la constructora.

Correa "expulsó lo que no existe, es una acción retórica son fuegos de artificio sin consecuencias concretas para la empresa", aseveró Lobao, en declaraciones a la agencia Estado do Sao Paulo.

Al respecto, el director del sector construcciones de Furna, Marcio Porto, explicó que la empresa no tiene técnicos, ni activos, ni representación en Ecuador y que sólo realiza en ese país tareas de fiscalización de Odebrecht.

La decisión de expulsar a Furnas fue anunciada el fin de semana por Correa, durante su habitual programa de radio, pero el asesor presidencial brasileño sobre Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, señaló hoy que hasta el momento Brasilia no recibió ninguna notificación oficial sobre la orden de salida de la empresa.

El mandatario ecuatoriano informó además que el viernes había firmado el decreto de expulsión Odebrecht, después de analizar las consecuencias jurídicas, técnicas y económicas de la medida.

La expulsión produjo tensión en las relaciones bilaterales, ya que por este motivo, el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva canceló la semana pasada una misión oficial a Ecuador, que debía encabezar el ministro de Transportes, Alfredo Nascimento.

Correa pidió el fin de semana al gobierno de Brasil que revise la cancelación de la misión, cuyo principal objetivo era discutir el apoyo financiero brasileño a obras de infraestructura de transporte en Ecuador.

El gobierno ecuatoriano acusa a Odebrecht de supuestos incumplimientos en la ejecución de las obras de la represa San Francisco, construida por la firma brasileña e inaugurada a fines de 2007, pero fuera de operaciones desde junio pasado.