Area Metropolitana: AREA-01
Desde diferentes asociaciones ponen en dudas la necesidad de la medida
En el sector comercial no cayó bien el cambio de huso horario
"Tendremos que cerrar más tarde", manifiestan los comerciantes. Foto: Archivo El Litoral

El domingo próximo los relojes deberán ser adelantados una hora. La medida proviene desde el gobierno nacional y es la segunda vez que se la implementa de manera consecutiva. Los comerciantes de Santa Fe no están de acuerdo.

Mónica Ritacca[email protected]

A la hora cero del domingo 19 de octubre los argentinos deberán adelantar una hora sus relojes. La medida, impulsada desde el gobierno nacional por segundo año consecutivo con el propósito de beneficiar el ahorro de energía, regirá hasta marzo del año próximo.

Tras varias consultas realizadas por El Litoral en diferentes asociaciones comerciales de la ciudad es evidente el descontento que genera el cambio de huso horario. Entre las justificaciones, las modificaciones de hábitos que producirá en todos los ciudadanos fue, junto con la dudosa necesidad de ahorrar energía, lo más escuchado.

El presidente del Centro Comercial, Tomás Vallejo, remarcó basarse en lo que fue la experiencia del año pasado para sostener que el cambio de horario tiene un impacto negativo sobre la actividad comercial. Como fundamentación, esgrimió que "en los meses estivales la gente concurre a los comercios a última hora y con el cambio de hora lo hará aún más tarde".

"Lo que estoy diciendo quedó demostrado el año pasado, cuando mucha gente llegaba a hacer sus compras a la hora de cierre de los comercios. Pero ocurre que éste no puede extenderse más de las 21 horas por razones de la normativa vigente y entonces se ven perjudicadas las ventas", manifestó Vallejo a El Litoral. Y agregó: "Además no hay que olvidarse de la calidad de vida de los comerciantes y empleados, quienes regresarán alrededor de las 22 ó 23 horas a sus casas".

Consultado sobre si le han manifestado su postura al gobernador Hermes Binner, el presidente del Centro Comercial indicó que no y que tampoco pretenden que Santa Fe tenga un huso horario diferente al resto del país. "No creemos conveniente que, al adoptar cada provincia una hora distinta, se produzca una especie de anarquía horaria en la Argentina", refirió.

Que la medida impulsada desde el gobierno nacional contribuirá al ahorro de energía fue puesta en dudas por varios de los referentes comerciantes consultados. Al respecto, Tomás Vallejo recordó que fue una "clara crisis energética" lo que el año pasado llevó a la implementación de la medida pero ahora no se percibe lo mismo. "En 2007 todo el mundo ayudó a paliar las consecuencias de la crisis energética porque afectaba a la industria, motor de arrastre de la economía, y con ello se verían afectada la población en general y el sector comercial en particular", dijo.

Convención vs. biología

Jorge Baremberg, presidente de la Asociación Amigos de Calle San Martín, expresó por su parte que lo que más le preocupa es el "reloj biológico de la gente". "No hay mucho cientificismo en esto. Uno siente el cansancio en el cuerpo y los empleados comentan que se sienten agotados", sostuvo el hombre, poniendo en dudas que con la iniciativa se ahorre energía puesto que "los aires acondicionados se terminan usando la misma cantidad de horas". Asimismo, coincidió con Tomás Vallejo en que no puede haber diferentes husos horarios entre las provincias.

"El cambio de hora me parece una locura. Creo que es algo negativo para el sector comercial porque si antes cerrábamos a las 20.30 ahora vamos a cerrar a las 21.30. Respecto de las ventas calculo que no se van a ver perjudicadas, porque la gente las va a hacer igual a última hora, pero a nosotros, como personas, sí nos perjudica", manifestó Abdul Karim Musri, de la Asociación de Comerciantes de la Avenida General Paz ante la consulta de El Litoral.

En representación de la Asociación de Comerciantes de avenida Facundo Zuviría, Dante Spagna, su presidente, se mostró en desacuerdo con el cambio de horario porque, además de que no beneficia al sector, "no hay necesidad de llevarlo a cabo". Su par de Aristóbulo del Valle, Daniel D'Angelo, se pronunció en similares términos. "Comercialmente el cambio de horario es negativo, tal como lo planteábamos el año pasado. Creemos que modificar el horario implica cambiar algunas costumbres que tiene el ciudadano, entre ellas salir más tarde a hacer las compras y prolongarnos a nosotros el horario de cierre", refirió. Y agregó: "En cuanto a las ventas, puede haber rubros que se vean perjudicados pero no creo que sea un factor determinante".

íA cenar más tarde!

Ricardo Gisondi, de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Santa Fe, manifestó que en principio, y tomando de referencia lo ocurrido el año pasado, no creen verse afectados con el cambio de hora. "Como correlato de la medida se tendrán que pagar horas extra a los empleados porque la gente irá más tarde a cenar. Por ahora no hay ninguna objeción desde nuestro sector y creemos que no nos vamos a ver perjudicados en demasía", dijo el hombre, acotando que así ocurrió el año pasado.