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SOCIEDAD / MEDIOS
El periodista ambulante sueña con volver a la ruta
Claudio Cherep. Días atrás ganó el premio Martín Fierro, tras recorrer el país y testimoniar la vida de cada pueblo que visitó como "El periodista ambulante". Hoy, mientras ocupa un cargo en el área de Cultura de la Municipalidad de Santo Tomé, espera la oportunidad para concretar un nuevo viaje experimental como periodista. textos de Nicolás Loyarte.

Claudio Cherep (36 años) asegura que el viaje por todos los rincones del país realizado en 2005 le cambió la vida. Junto a Ximena Frois -su pareja y fotógrafa- pusieron primera en su Ford Fiesta azul (que todavía conserva) el 1´ de marzo de ese año y partieron hacia destinos desconocidos, desde Ushuaia hasta La Quiaca, recorriendo pueblos hasta entonces ignorados para muchos de nosotros, para escuchar los relatos de la gente de nuestro país.

Durante el viaje, la voz del "Turco" Cherep -como se lo conoce- aparecía todos los días en los hogares de la región. Por la tarde, desde la emisión radial "De radio somos", y por la noche en el programa "Escuchan en el fondo", de LT 10. También entregaba sus crónicas y reportajes junto a las fotografías de Ximena en un blog. Y luego de volver a la ciudad, terminado el periplo, ofreció -junto a la producción del periodista Luciano Lazzarini- el ciclo radial "El periodista ambulante", emitido por la radio universitaria durante los años 2006 y 2007. El pasado 20 de septiembre, este ciclo obtuvo en Salta el premio Martín Fierro del Interior al mejor documental radial del país.

La distinción de APTRA fue "una caricia", dijo el "Turco" a Nosotros, pero "la mochila ya estaba cargada; en todo caso fue la cereza del postre", aseguró, en comparación a la felicidad que obtuvo durante el viaje de 306 días, a razón de un promedio de 130 noches dormidas en distintas ciudades y poblados de "la patria en su extensión".

Nuevos rumbos

Con la excusa del premio Martín Fierro, entrevistamos al "Turco" con la intención de conocer cuál será su próxima aventura periodística. Pero el hombre, cauteloso, prefirió poner un manto de misterio al respecto, aunque aseguró: "Si vos me preguntás, yo me imagino dentro de unos años de nuevo contando historias desde la ruta y no en un cargo público". Sin embargo, primero honrará los "compromisos asumidos", mientras ve crecer a su hijo Luka, de cinco meses, y continúa su trabajo en la emisora LT 10.

A propósito de proyectos y desafíos, la conversación con Claudio comenzó a girar alrededor de su función pública, como coordinador de Cultura de la Municipalidad de Santo Tomé.

Ä¿Cómo llegaste a ocupar el cargo?

ÄPorque tengo una amistad personal con el actual intendente. Él y yo sabíamos que no venía del radicalismo, pero confió en mi proyecto. Entonces me sumé al desafío porque creo en la política como herramienta transformadora.

Ä¿Estás conforme con lo hecho hasta ahora?

ÄPudimos hacer algunas de las cosas que queríamos. Otras seguramente las vamos a hacer y a otras, seguramente, no las podremos hacer. Había que sostener una agenda cultural en una ciudad importante como Santo Tomé y lo hicimos. Como el desembarco de la Embajada Cultural en Santa Fe, la Feria Nacional de Artesanías, creamos el espacio de Arte-Bar para el verano, el proyecto Esquina Memoria, que rescata la historia de la ciudad a través de la narración oral, con teatro y cine; y eso, con la administración de magros recursos.

Ä¿Tu participación en la función pública es un comienzo o es circunstancial?

ÄParece poco serio decir que uno se vincula porque es "amigo de". En realidad el intendente Palo Oliver tenía un proyecto y yo presenté el mío, que tenía puntos de coincidencia. Si no, parece que uno lleva a sus amigos. Pero me pasa que no me puedo abstraer de la mirada y la lógica de periodista en las cosas que emprendo. Me encanta la política, de hecho milito en la prensa, fundé junto a otros la agrupación Focos (Foro de Comunicación Santafesino), siempre tengo una mirada política de las cosas, pero soy conciente de que me cuesta mucho abstraerme de la mirada de periodista, porque ya me crié periodista. Tengo más de la mitad de mis años laburando como periodista. Entonces, aunque ahora estoy haciendo poca radio -que es lo que más me gusta-, escribiendo y leyendo poco, por la coyuntura del laburo en política, no puedo decir que dejo ésto, porque si no puedo abstraerme de esta lógica de la mirada, está claro que uno malvive como periodista.

Y tengo el concepto de la política como una dinámica en la que si uno se estaciona y empieza a vivir, ya no para hacer política sino de la política como un asalariado, perdés la mirada. Y yo no me considero un tipo que pueda llegar a convertirse en un burócrata, no quisiera. El quedarse a habitar para siempre un espacio -sea político o no- te quita un montón de cosas. El laburo de gobernar tiene que pasar por la formación de cuadros que te vayan sucediendo. Esa es mi idea de la política.>

Ä¿Te dio más alegrías o más dolores de cabeza?

ÄEn realidad no hay tiempo para disfrutarlo. Pero también me pregunto en qué laburo no es así. Te pegan buenas y malas. Hay una responsabilidad mayor, porque sabés que de ese laburo -que te puede dar o no alegría- depende el futuro de otra gente que se jugó un montón de otras cosas (hace silencio) En la radio, ¿hay tiempo? (se pregunta). Ganaste el Martín Fierro; bueno, el martes a laburar. Si creés que porque te dieron esto te podés quedar a "dormir la mona"...

Ä ¿Qué significó recibir el Premio Martín Fierro?

ÄHasta la premiación no le dí demasiada importancia. Soy muy burlón de las cosas que le pasan a los demás y de las que me pasan a mí también porque, si no, sería cómodo, ¿no? Tomo bastante en "solfa" esas cosas solemnes. Pero sí, después, tomé dimensión de que hay mucha gente que me aprecia mucho y que se puso muy contenta. Además, todos vivimos de las caricias, nos gusta. Verdaderamente, cuando estás ahí querés ganar y te reconforta.

Además, el premio cobra otra dimensión porque fue por algo que ya pasó y, por la coyuntura, hoy no estoy haciendo en radio todo lo que me gustaría hacer. Pero no pierdo de vista que uno la mochila se la cargó con haber vivido experiencias del viaje, con haber podido contarlo de la manera que uno quiso, y con haber tomado la decisión de hacerlo. Tiene que ver con haber construido un proyecto de vida con mi compañera, y con mis compañeros de laburo, y de pensar siempre ese laburo en el colectivo. Aún cuando aparentemente es individual, las historias tienden siempre a lo colectivo. Entonces, desde ese punto de vista, la mochila estaba llena y el premio constituye un mimo espectacular y una reivindicación; pero yo no le pongo ni un gramo más a la mochila con el premio; en todo caso puede ser la cereza del postre, nada más. Nunca va a quitar todo lo otro, porque hace una semana convivíamos con todas aquellas historias, sin el Martín Fierro.>

Una manera de vivir

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Ä¿El viaje por el país te modificó la "mirada"?

ÄTodo el tiempo se me presentan historias vividas en el viaje. Cuando alguien me presta un libro, recuerdo tal lugar, o cuando ojeo una foto; es una marca que te tiene que suceder para poder transmitirla. Mirás la tele y se suceden las notas que vos hiciste. El otro día ojeando el suplemento de turismo de Página 12 encuentro la historia del hallazgo de la Corbeta Swift que habíamos contado en Puerto Deseado (el 17 de diciembre de 2005). No puedo dejar de pensar todo el tiempo que cada cosa me va llevando a ese lugar. Y hoy me sigo levantando y pensando, no en el Martín Fierro, sino en esas historias.

El viaje fue una experiencia de vida, una manera de vivir. Si vos me preguntás, yo me imagino dentro de unos años de nuevo contando historias desde la ruta y no en un cargo público.>

Ä¿Qué viaje tenés en mente?

ÄTengo un sueño. Pero no lo digo. Todavía no es un proyecto, pero es posible.

Ä¿De qué depende que ese sueño se transforme en realidad?

ÄPrimero, de la decisión. Por ese aspecto no me preocupo. Después, todo tiene que ver con tiempos. Hoy he asumido compromisos que no pienso traicionar.

Ä¿Entonces podés asegurar a quienes te siguieron en el viaje anterior que habrá más?

ÄQue me gustaría que haya más, sí.

Sin difusión

Durante el viaje por el país, el "Turco" Cherep y Ximena Frois registraron cientos de horas de video-reportajes. Este material jamás se difundió "porque el medio no lo paga y no soy vendedor publicitario", asegura Cherep.

Proyecto pendiente

Las crónicas escritas del viaje fueron publicadas en un blog. El libro "era lo más factible que yo hubiera podido concretar; tenía trescientas crónicas escritas, estaba casi hecho", dice el "Turco". Y agrega que "arrugó", al ver que en el momento Martín Caparrós publicó "El Interior" y Clarín lanzó "Pueblo a pueblo". Aunque "ahora me está dando vueltas con más fuerza la idea", reconoce.

Multifacético

Claudio Cherep es periodista radial, militante político y autor de tres libros: "La pulpo", "Hambre de gol" (junto a Walter Saavedra) y "Gajos del oficio"; además de haber participado de varias ediciones colectivas.

Creó el semanario de humor político La Pulpo y la agrupación de periodistas Focos. Hoy trabaja en Cultura de la Municipalidad de Santo Tomé y en LT 10.

Imágenes en la cabeza

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Ä¿Hay algún rostro, entre tantos, que tengas siempre presente?

ÄMuchos. Te podría nombrar el de Rosa Chará, una mujer a la que conocí cuando tenía 92 años y falleció el año pasado. Fue una de las dos sobrevivientes de la Masacre de Napalpí, (ocurrida en esa aldea del Chaco el 19 de junio de 1924), durante el gobierno de Alvear, cuando los tobas llevaron adelante la primera huelga aborigen de América Latina.

Ä¿Te encontraste con esa historia, o la fuiste a buscar?

ÄMe la revelaron en Resistencia; fui a Machagai a buscar a la familia de Rosa y me encontré con ella. Esa cara no me la voy a olvidar nunca. Era la cara de toda la historia del pueblo originario puesta en el cuerpito chico y el rostro ajado de esa mujer que se escapó a los once años por el monte, porque los tobas se habían sublevado contra los terratenientes de entonces.