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Durante el día se ocultaba en la zona de islas de Sauce Viejo. A la noche cruzaba a dormir en una finca del barrio Margaritas. Los pesquisas lo tenían en la mira desde hacía largo tiempo.
Danilo Chiapello
Un temible sujeto, sindicado como principal sospechoso por la muerte del joven Jonatan Franco, fue apresado anoche, en Sauce Viejo, por agentes de la sección Homicidios.
Si bien la captura se produjo anoche, en realidad fue el último eslabón de una intensa investigación que incluyó seguimientos y rastreos por distintos sectores de la costa.
Es que a oídos de los investigadores llegó la versión que indicó que uno de los involucrados en el sangriento suceso se estaba refugiando en la zona de islas, en jurisdicción de Sauce Viejo.
Y el dato fue crucial para el rumbo de la causa, ya que a poco de andar por la zona se detectó un movimiento no habitual, de parte de un individuo que permanecía en soledad adentro de una carpa, instalada semioculta entre la maleza.
Paciencia e inteligencia se aunaron para rearmar los movimientos que el apuntado hacía en la isla, ubicada en cercanías al kilómetro 449, de la Ruta Nacional 11. En este sentido se logró precisar que el sujeto durante el día estaba en la carpa, y por la noche cruzaba el río Coronda y llegaba hasta una vivienda situada en la manzana 1
del barrio Margaritas -en Sauce Viejo, detrás de la arenera- para pernoctar.
Con los recaudos del caso los pesquisas rodearon la manzana y se lanzaron contra la precaria finca para proceder con el allanamiento.
En el interior del inmueble fue encontrado el malviviente, de 28 años, el que en principio negó su identidad. Poco después cuando se vio cercado por las preguntas de los policías terminó por confesar su verdadera identidad.
Los agentes se llevaron también detenido al dueño de la casa, el que ahora aparece en la causa -que recaló en el juzgado de instrucción de la 7a. Nominación- acusado de encubrimiento.
Con las recientes capturas suman ahora tres los detenidos por este caso, dos de los cuales aparecen como los principales sospechosos del homicidio.
El caso
La noche del 1º de octubre Jonatan Alejandro Franco, de 19 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza. Iba por callejón El Sable, entre Dr. Zavalla y avenida Peñaloza a la altura del 9800, del barrio Altos de Noguera, en compañía de su hermano, Juan Ramón Almirón, de 33 años. A Almirón también le dispararon dos veces en el cráneo, pero las balas no salieron.
Los delincuentes se llevaron el ciclomotor Garelli 50cc. color celeste, que al día siguiente apareció en una cava, a metros de una ladrillería.
El hallazgo se produjo durante un operativo en la mencionada ladrillería, a unos 300 metros al norte de la intersección de Avenida Peñaloza y las Vías cercana a Callejón El Sable, donde existe una cava, al norte de la ciudad. Ese mismo día apresaron a un muchacho de 16 años, que estaba siendo buscado.
La primera declaración de este adolescente en sede policial dejó helados a los pesquisas. Cuando se le preguntó por qué habían matado al verdulero si ya le habían sacado todo, contestó "lo maté porque tenía ganas", en una elocuente muestra de desprecio por la vida.