Economía: ECON-02
El Primer Ministro británico salió de gira
Piden a los países del Golfo ayuda económica para el FMI
Gordon Brown dice que mayores aportes evitarán que la crisis económica se contagie. Asegura que de la crisis saldrá un sistema financiero más justo y estable.

El primer ministro británico, Gordon Brown, pidió el domingo en Riad a las monarquías petroleras del Golfo que ayuden al Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar que la crisis financiera se "contagie" a más países.

Brown comenzó el sábado en Riad una gira de cuatro días por tres países del Golfo para persuadirles de ayudar al FMI a aumentar sus reservas actuales, de 250.000 millones de dólares, para apoyar a las economías de los países más afectados por la crisis financiera mundial.

Consideró que el FMI necesitaba varios cientos de miles de millones de dólares para ayudar a otros países después de inyectar capital en Hungría, Ucrania e Islandia.

Brown dijo haber hablado con el director del FMI, Dominique Strauss-Khan, el presidente francés Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana Angela Merkel sobre la necesidad de obtener más contribuciones para el FMI, entre las que espera una de China.

"Tengo la esperanza de que ustedes y otros Estados del Golfo tendrán la voluntad de unirse a nosotros y a otros países para impedir que la crisis financiera se extienda, ayudando a reforzar el fondo internacional para las economías afectadas", declaró el primer ministro británico.

"Pienso que les conviene a todos detener el contagio y restablecer la confianza en el futuro sistema financiero", añadió.

También defendió una "reforma de las instituciones internacionales (...) para dar a países como el suyo un papel más importante".

Importante

Brown subrayó que Arabia Saudita tenía que desempeñar un "papel crucial" en la cumbre del G20 que se celebrará en Washington el 15 de noviembre, una reunión de los jefes de Estado de los grandes países industrializados y emergentes que discutirán una reforma del sistema financiero internacional.

De la crisis actual debe emerger "un nuevo orden mundial" más justo y más estable, estimó Brown en un desayuno con los hombres de negocios más importantes del país, entre los que se encontraba Mohamed al Mahdi, director del gigante de la petroquímica saudita, Sabic, Jaled El Seif, de la empresa El-Seif Group y el príncipe Mohamed Ben Nawaf, embajador de Arabia Saudita en Londres.

El primer ministro británico, que criticó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) por su reciente reducción de la producción, manifestó el deseo de que el mercado petrolero fuera más estable para restablecer el crecimiento mundial.

Arabia Saudita es el primer productor de la Opep.

"Como productores y consumidores, tenemos un interés común en que los precios sean lo más estables posible y en realizar una transición, a más largo plazo, hacia una economía con menos emisiones de carbono", dijo Brown.

A los países del Golfo les ha afectado la baja de los precios del petróleo, que han caído de casi 150 dólares el barril en julio a los cerca de 60 dólares que se encuentra ahora. Sus mercados financieros se desmoronaron perdiendo cerca de 250.000 millones de dólares en octubre.

Brown viaja acompañado por el ministro de Comercio, Lord Peter Mandelson, el secretario de Energía, Ed Miliban, y 27 hombres de negocios británicos, en una gira marcadamente comercial.

Gran Bretaña es el segundo inversor extranjero en Arabia Saudita, un reino conservador en el que viven unos 20.000 ciudadanos británicos.

Quiebra

Uno de los mayores productores estadounidenses de etanol, Vera Sun Energy, se acogió a la ley de quiebras víctima del alza brutal del precio del maíz, su materia prima, durante el verano y de problemas de tesorería debidos a la crisis. VeraSun continuará su actividad de forma normal, respetando sus obligaciones hacia los agricultores como se lo permite el Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, precisó el grupo en un comunicado. "La acción de la ley de protección de quiebras permite a VeraSun enfrentarse a sus problemas de liquidez inmediatos, cuando debemos navegar en un entorno histórico difícil, permitiéndonos a la vez concentrarnos en la restructuración que garantizará su porvenir", comentó el director ejecutivo Don Endres, citado en el comunicado.

Consensúan posturas

Los miembros de la Unión Europea (UE) debatirán esta semana la postura que el bloque llevará a la cumbre mundial sobre la crisis financiera que se celebrará el 15 de noviembre en Washington.

Los ministros de Finanzas de los 27 países miembros se reunirán este martes en Bruselas para acordar una postura común de cara al encuentro.

El objetivo será impulsar mecanismos más fuertes de supervisión y regulación de entidades financieras para evitar nuevas crisis como la que hoy sacude los mercados internacionales.

La refundación del sistema financiero internacional a la que aspira la UE implica también la creación de un sistema de alerta temprana que evite otro descalabro económico inesperado.

Tres días más tarde de la reunión mensual de los ministros del bloque, los jefes de Estado y de gobierno de la UE celebrarán el viernes una reunión extraordinaria en Bruselas para dar los últimos retoques al documento que se llevará a Washington.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país ocupa este semestre la presidencia rotativa del bloque, da gran importancia a la transformación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un organismo capaz de apoyar mejor a los Estados en problemas.

El FMI, la UE y el Banco Mundial (BM) aportaron recientemente 20.000 millones de euros para evitar la bancarrota de Hungría y permitir al país el cumplimiento de sus obligaciones de pago.

Los ministros de Finanzas aprobarán sin debate en su reunión del martes la partida que el bloque destinará a Hungría, de 6.500 millones de euros, adelantaron fuentes diplomáticas el fin de semana.

Bajan tasas en Europa

En medio de las excepcionales circunstancias planteadas por la actual crisis financiera internacional, el Banco Central Europeo (BCE) adoptará medidas excepcionales: el jueves recortará probablemente sus tasas de interés, por segunda vez en un mes, mientras se frena la inflación y la economía se hunde.

Después de la Reserva Federal estadounidense (FED) que recortó su principal tasa a su más bajo nivel a 1%, el BCE debería bajar la suya en medio punto a 3,25% durante la reunión de su consejo de gobernadores el 6 de noviembre.

El 8 de octubre, la principal tasa del BCE, que determina el nivel del crédito en los 15 países de la zona euro, ya había sido reducida en medio punto a 3,75% en el marco de una decisión concertada con los otros seis bancos centrales para luchar contra el deterioro de los mercados.

La inflación, contra la cual tiene que luchar por ser una de sus prioridades, se está frenando rápidamente, por efecto de la caída de los precios de las materias primas y por un respiro coyuntural.

En octubre, la inflación bajó a 3,2% interanual, según estimaciones provisionales de la Oficina Europea de Estadísticas, su más bajo nivel en nueve meses. En septiembre había alcanzado un 3,6% interanual, luego del 4% del verano pasado.

A ese paso, probablemente se colocará dentro de los parámetros, es decir un poco por debajo del 2% como quiere el BCE.

Temores

Pero al mismo tiempo, los temores por la economía siguen en aumento.

La última mala noticia fue que la confianza de los empresarios y de los consumidores de la zona euro cayó en octubre a su más bajo nivel desde 1993.

La baja del euro frente al dólar, que le da una ventaja competitiva a los exportadores europeos, está lejos de compensar la desaceleración de la actividad industrial, enfrentada a una demanda mundial en baja, al derrumbe del mercado inmobiliario, que es dramático en España e Irlanda.

La recesión que se viene tampoco incita al gasto, tanto más cuando el mercado laboral ya empezó a pasar factura: el índice de desempleo siguió estable en septiembre en 7,5% en la zona euro, pero la cantidad de desempleados sigue avanzando, según los economistas.

Como el Banco de Inglaterra, el BCE tiene margen y buenas razones para recortar sus tasas de forma radical, dicen los expertos.

Según Sunil Kapadia, del UBS, que predijo una caída del PIB de la zona euro durante seis trimestres consecutivos, apuesta a una reducción a 2% de la principal tasa del BCE hacia mediados de 2009, siguiendo la tendencia de sus homólogos.

La última vez que la tasa directriz del BCE estuvo en ese nivel fue en junio de 2003, cuando la entidad efectuó el último recorte de un ciclo iniciado a mediados de 2001 en medio del estallido de la burbuja de Internet, y amplificado luego por los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.