Area Metropolitana: AREA-02
Congestionamiento vehicular en la Ruta 1
Llegar a la zona de quintas: otra odisea de los domingos
La única mano que va hacia Rincón colapsa los domingos al mediodía. El trabajo de los inspectores, aunque agiliza el tránsito, no alcanza para evitar filas de automóviles por varios kilómetros. El regreso a casa, a la tardecita, se ha ordenado.

Mucho antes de que llegue el verano, los santafesinos ya comenzaron a trasladarse a la zona costera para disfrutar de un domingo al aire libre. Cambiar las altas temperaturas concentradas en cemento y hormigón por un paisaje natural, mientras se deleita con un asado en familia, motoriza a miles de automovilistas que pujan por un espacio en la angosta Ruta 1.

Las obras para ensanchar a seis los tres carriles actuales de la vía avanzan a paso muy lento. Todavía las maquinarias están abocadas a una de las primeras tareas, que es el movimiento de suelo para consolidar el terreno que será luego asfaltado. A este ritmo, resulta impensado imaginar otro escenario para la próxima temporada estival.

Ayer, entre las 12.30 y las 13.30, la fila de autos comenzaba en el rulo derivador ubicado a la altura de La Guardia y seguía hasta el kilómetro 2,5.

Inspectores para agilizar

Como cada fin de semana, dos cuadrillas de inspectores de tránsito del municipio se abocaron a agilizar el tránsito, ordenando a los conductores a avanzar a pesar del rojo de los dos semáforos ubicados en ese trayecto. La medida es efectiva para que no recalienten los motores, ya que disminuye el tiempo de espera, pero no logra evitar el congestionamiento.

En tanto, al lado de la extensa fila de vehículos, permanecen casi libres los dos carriles que vienen hacia el centro de la ciudad.

Si a diario los santafesinos son impacientes e imprudentes para conducir, qué decir cuando están hacinados en un auto -porque hasta el perro ocupa lugar-, bajo el sol del mediodía y con un costillar que se pasa de punto. Bajo esas condiciones, a algunos nada los detiene. Esquivan peatones en la banquina para ganar unos pocos lugares, avanzan por la mano contraria y hasta se meten a toda velocidad por las sosegadas callecitas internas de Colastiné Norte.

Los accidentes ocurren, y aunque son leves alcanzan para que los involucrados se ganen un disgusto cuando el domingo recién comienza. Precisamente ayer, alrededor de las 13, tres autos chocaron en cadena.

Vuelta asegurada

A fines de septiembre, la Secretaría de Control de la Municipalidad implementó un operativo especial de tránsito, que repite cada fin de semana, a fin de agilizar el regreso desde la zona de la Costa hacia el centro de la ciudad, con buenos resultados hasta el momento.

El problema principal en este caso era la semaforización de bulevar Gálvez, que detenía la marcha de los conductores que querían ingresar a la ciudad, ocasionando una fila de autos que, en el caso del Día de la Primavera, seguía hasta Colastiné Norte.

De este modo, se dispuso la presencia de 20 inspectores en lugares estratégicos del camino entre las 16 y las 21, con el objetivo de procurar que no se produzcan congestionamientos de importancia. Desde entonces los agentes apostados en el ingreso del Puente Oroño derivan a los automovilistas por la avenida Alem impidiendo el ingreso a la ciudad por bulevar Gálvez.

Además, en horas de la tarde, se redirecciona a quienes transitan por la Costanera en dirección norte-sur, desde Muttis hacia Siete Jefes, para que puedan retomar por bulevar hacia el centro de la ciudad.

Además, los vehículos de gran porte -como camiones y ómnibus de pasajeros-, son guiados por los inspectores de tránsito hacia el carril derecho, a fin de liberar los carriles para el resto de los vehículos.