Internacionales: INTE-01
El presidente electo de Estados Unidos define su gabinete de gobierno
Hillary Clinton podría ser la secretaria de Estado de Obama
Su ex rival en las primarias demócratas disputa el puesto con los senadores Chuck Hagel y John Kerry y el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, este último cuenta con el apoyo de los hispanos, grupo clave en el triunfo de Obama.

Télam-AFP-EFE

Barack Obama evalúa la posibilidad de designar a Hillary Clinton como secretaria de Estado, informaron dirigentes demócratas que están en contacto con el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos.

Clinton, la ex primera dama que compitió ásperamente con Obama por la candidatura presidencial, ya había sido mencionada para ser la jefa de la diplomacia de su país, pero la posibilidad se redujo en medio de cuestionamientos de miembros del partido.

Las conversaciones se reanudaron ayer en Washington y otras ciudades, un día después de que Obama nombró a varios colaboradores del ex presidente Bill Clinton para encargarse de distintas gestiones relacionadas con la transición.

La cadena NBC, que dio la noticia, dijo que las dos fuentes demócratas que consultó hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizadas a dar información oficial sobre designaciones en la futura administración Obama.

Según la NBC, quienes conocen a la senadora demócrata por Nueva York consideran que ésta "posiblemente" aceptaría el cargo, sin embargo aclararon que todas las decisiones sobre la transición le corresponden al presidente electo y a su equipo.

La senadora viajó en las últimas horas a Chicago, donde se encuentra el cuartel general de Obama, pero colaboradores de Clinton afirmaron que se trata de un viaje privado.

Otras personas que se mencionaron para el cargo de secretario de Estado son los senadores Chuck Hagel y John Kerry y el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.

Hispanos por Richardson

Por otra parte, a diez semanas del cambio de presidencia en Estados Unidos, los grupos de presión hispanos han empezado un intenso cabildeo para ocupar cargos en el gobierno de Barack Obama, al que apoyaron decisivamente para ganar las elecciones.

"No tenemos un sistema de cuotas, pero sí esperamos una representación de la diversidad en esta nueva administración y especialmente en el nuevo gabinete", declaró Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza, la principal asociación de defensa de los derechos de unos 45 millones de hispanos en Estados Unidos.

Unos 10 millones de estadounidenses de origen latino acudieron a las urnas el pasado 4 de noviembre, un récord histórico. Dos terceras partes votaron por el demócrata Obama, otro récord que ayudó decisivamente a inclinar la balanza en Estados como Nuevo México o Florida.

La victoria del demócrata negro desató la euforia entre las organizaciones que se han batido durante años para sacar adelante una reforma migratoria, y también el apresuramiento de algunos de sus líderes, que se están movilizando para respaldar a sus mejores candidatos.

"Nadie está mejor calificado para servir como jefe de la diplomacia de nuestro país que el gobernador (de Nuevo México) Bill Richardson", señaló esta semana un comunicado de la Agenda Nacional para el Liderazgo Hispano (NHLA).

El nombramiento de Richardson, de 60 años de edad, ex ministro, ex embajador ante la ONU y enviado especial en Irak, en Darfur y Corea del Norte, sería "un claro mensaje para los votantes latinos", aseguró Murguía.

Más candidatos

Otros nombres que se manejan para cargos en la nueva administración son los del alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, o el de Miami, Manny Díaz.

Federico Peña, ex secretario de Transporte en la administración de Bill Clinton, ocupa actualmente un cargo en el equipo de transición de Obama, aunque algunas fuentes descartan que esté interesado en ocupar un cargo.

"Muchos líderes hispanos están como un poco ansiosos, porque la comunidad latina dio en gran parte su voto a Obama, y están esperando. Pero durante la campaña él (Obama) buscó siempre las personas que podían hacer el trabajo. Es muy cauto, toma su tiempo", considera María Echaveste, que fue consejera presidencial de Bill Clinton (1993-2001).

Echaveste está asesorando al equipo de Obama con listas de posibles candidatos hispanos, una tarea ardua vista la competición a pocas semanas de la investidura presidencial.

"Yo puedo hablar de mi experiencia en 1992. En esos tiempos recibimos como 25.000 ó 30.000 curriculums a finales de diciembre", explicó.

Otras organizaciones, como el Fondo Mexicano-Estadounidense de Defensa Legal y Educación (Maldef) se disponen a abrir un sitio internet para centralizar el envío de curriculums, explicó uno de sus portavoces, Peter Zamora.

"Queremos que sea un proceso transparente. No apoyamos listas de personas, sólo a Bill Richardson", explicó.

Pedido por Guantánamo

En tanto, expertos que realizaron un estudio sobre la prisión estadounidense de Guantánamo (Cuba) le pidieron al presidente electo, Barack Obama, que cree una comisión que investigue las controvertidas prácticas aplicadas por Estados Unidos a sus prisioneros, detenidos en la "guerra contra el terrorismo" del presidente saliente George W. Bush.

El estudio, divulgado el miércoles, y para el que fueron entrevistados 62 ex detenidos en el campo de la isla de Cuba, concluyó que incluso después de liberados los prisioneros siguen sufriendo de un estigma vinculado con su detención.

Ben Laden, aislado

Osama Ben Laden permanece profundamente aislado y ha sido forzado a destinar "gran parte de sus energías a velar por su propia sobrevivencia, muchas energías en su propia seguridad", dijo el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, Michael Hayden.

Ben Laden, que ha sido buscado infatigablemente sin éxito y cuya cabeza tiene un precio de 50 millones de dólares ofrecidos por Estados Unidos, reivindicó la responsabilidad de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que dejaron unos 3.000 muertos en Nueva York y Washington.

Renuncia a su escaño

El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, anunció hoy que renuncia a su escaño en el Senado, lo que será efectivo el próximo domingo, y describió sus cuatro años en la Cámara alta como uno de los "mayores honores y privilegios de mi vida haber servido al pueblo de Illinois en el Senado de EE.UU.".

Obama, que inició su primer término de seis años en el Senado al ganar en 2004, destacó las historias de "hombres y mujeres que han tomado distintos caminos pero que comparten esperanzas para el futuro de sus hijos".