Varios comercios locales sintieron el rigor de la delincuencia en las últimas horas. En algunos casos, se trató de asaltos a mano armada. Los otros robos se concretaron bajo la modalidad de "boqueteros".
Texto y fotos Danilo Chiapello
En las últimas horas, varios negocios de la zona céntrica y una fábrica ubicada en el extremo noroeste de la ciudad fueron blanco de duros golpes por parte de la delincuencia.
* Uno de los comercios afectados fue Electro Centro, ubicado en 1´ de Mayo al 2200, casi esquina con Mendoza. Minutos antes de las 8, un sujeto arremetió armado y, sin más, redujo a uno de los encargados, al que encerró en una dependencia posterior. Dueño de la situación, se llevó cerca de 2 mil pesos de la caja y arrasó con un cargamento (entre 800 a 1.000) de lámparas de bajo consumo. Vale acotar que este local se ubica al lado de la carnicería Peteco, la que sufrió un robo días atrás.
* Poco después se supo de otra incursión cometida durante la madrugada en el bar Ocio, en la estación terminal de ómnibus local. Esta confitería permanece cerrada apenas dos horas durante el día. Pues bien, en dicho lapso los cacos se ganaron al interior del bar, forzaron una puerta y violentaron una pequeña caja fuerte. Del lugar fugaron con un considerable botín en dinero. La osadía de los ladrones quedó demostrada tras este robo, dada la proximidad del bar con el destacamento policial que funciona en la terminal.
* También durante la madrugada, y mediante la modalidad "boquetero", un ladrón ingresó a las instalaciones de Toretta amoblamientos, en Rivadavia 2788. El caco violentó las chapas de cinc del techo y, utilizando una gruesa soga con ganchos de alambre en sus extremos, se descolgó al interior. Claro que no tuvo en cuenta que sus movimientos iban a ser captados por un sensor que disparó la alarma y lo puso en fuga. Su propietario hizo fuertes cuestionamientos acerca de los patrullajes nocturnos. "No puede ser que un tipo deambule con semejante soga y nadie lo detenga", dijo ofuscado.
* A su vez trascendió que el local de Gigared, ubicado en la misma cuadra de Rivadavia al 2700, también fue víctima de boqueteros, la madrugada del miércoles.
* Por último, un hombre salvó su vida por milagro, a poco de recibir un disparo en su cabeza, en un cruento asalto cometido ayer en Magger Ingeniería SRL, de calle Chaco al 6000. Alfredo Lucio Gervasoni (59) llegó al lugar y fue interceptado por un sujeto armado que le exigió la entrega de dinero. El nombrado se trabó en lucha hasta que, en un momento dado, cayó al suelo. Fue allí que el delincuente le disparó para luego darse a la fuga. La suerte quiso que el proyectil no ingresara en la cavidad craneana, sino que se alojó entre el hueso y el cuero cabelludo.