Congreso en Río de Janeiro

Lula y los responsables por abusos sexuales a menores

Lula y los responsables por  abusos sexuales a menores

El presidente de Brasil inauguró el II Congreso Mundial sobre Abusos Sexuales hacia Niños y Adolescentes convocado por Unicef, y que se realiza en Río de Janeiro.

Foto: Agencia EFE

El presidente brasileño atribuyó esa lacra a la ausencia de educación, la hipocresía religiosa y a la televisión, “que muestra sexo y violencia mañana, tarde y noche”. Coincidió con él, la reina Silvia de Suecia.

Agencia EFE

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló a la falta de educación, la hipocresía religiosa y la televisión, como los responsables últimos de los abusos sexuales infantiles.

“La explotación sexual es un tema tan importante para la humanidad, que no se puede tratar con hipocresía. Es una cuestión de vergüenza de la especie humana que permitamos este tipo de crímenes”, afirmó Lula en la apertura del II Congreso Mundial, que Unicef ha convocado sobre ese tema.

El mandatario brasileño culpó a la “hipocresía religiosa” que “impide que se trate a la luz del día un problema que no tiene color, ni clase social”.

Da Silva señaló que las autoridades deben “convencer a los padres en el mundo entero” de que la educación sexual en casa es “tan importante” como alimentar a los hijos y que, además, deben fomentar la enseñanza sexual en las escuelas “con metodología correcta”, para que los menores tengan más armas para enfrentarse a las amenazas.

El dirigente insistió en que los abusos sexuales hacia los niños no son “una cuestión de pobreza” sino del “proceso de degradación” a la que está sometida la humanidad “a través de la televisión”, que muestra sexo y violencia “por la mañana, tarde y noche”.

Lula instó a los delegados a que las conclusiones que se alcancen, “no sólo sirvan para debate en el próximo congreso”, sino que se conviertan en un “instrumento de combate” contra la violencia sexual hacia los menores.

La reina Silvia de Suecia coincidió con el dignatario brasileño, e instó a tomar resoluciones para estar “un paso adelante de abusadores y adultos malintencionados”. “La demanda de sexo tiene que ser atacada urgentemente, espero que el documento final del Congreso precise instrumentos para enfrentarla a nivel internacional y establezca planos y plazos, además de un plan de acompañamiento”, manifestó. La reina, que ha estado presente en los dos primeros Congresos, en el de Estocolmo de 1996 y en el de Yokohama (Japón) de 2001, recordó avances que se lograron, como poner sobre el tapete cuestiones como turismo sexual y pornografía infantil, de las que “raramente se hablaba”.

También señaló “grandes desafíos actuales” como la aparición de un canal con la fuerza de Internet, que es utilizado por las mafias para distribuir la pornografía infantil.

Delegados de 114 países

El Congreso, que será clausurado el viernes en Río de Janeiro, contará con la participación de cerca de 3.000 delegados de 114 países, que debatirán las diferentes políticas públicas existentes, para el combate de los casos de abusos sexuales y explotación sexual, que tienen a menores como víctimas.

En este sentido, el Consejo de Europa presentará a la comunidad internacional un tratado que ya cuenta con la firma de 32 estados miembros y que pretende estimular reformas legislativas para mejorar la protección de los niños y erradicar los abusos.

Coincidiendo con el acto de inauguración, Lula firmó una ley que endurecerá las penas para los pederastas y que por primera vez tipificará como delito la tenencia de imágenes con escenas sexuales en las que participen menores.

Debido al vacío legal que existía hasta ahora en estos casos, la Policía sólo podía incriminar a los pederastas, si los detenían en acto flagrante de distribución de pornografía infantil.

Además de Brasil, la posesión de contenido pornográfico con niños sólo está penalizada en otros tres países del continente: Canadá, Chile y Paraguay, según datos de Unicef.

Hasta ahora, las penas de cárcel eran de dos a seis años, pero con la nueva ley, que había sido aprobada por el Congreso hace dos semanas, pasan a ser de cuatro a ocho años para quien produzca, registre por cualquier medio, venda o difunda, cualquier escena pornográfica en la que aparezca un niño o adolescente.