Es una exigencia internacional

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La autobomba del aeropuerto fue la primera en atender el foco ígneo; más tarde llegarían los Bomberos Zapadores a completar la tarea.

Foto: Amancio Alem

Simulacro de siniestro en el aeropuerto de Sauce Viejo

Con la participación de los servicios de seguridad más los organismos de emergencias de la zona se realizó un similucro que representó un despiste e incendio de un avión de 19 plazas.

De la redacción de El Litoral

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Esta mañana se realizó en el aeropuerto de Sauce Viejo un simulacro de accidente aéreo, encabezado por el vicecomodoro Daniel Baca, jefe de la estación. En el mismo, participaron la Fuerza Aérea (a través del Comando de Regiones), junto a la Dirección Provincial de Aeropuertos, Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), una empresa aérea ficticia y el Aeroclub Santa Fe (las condiciones meteorológicas impidieron el vuelo de uno de sus aviones).

También se sumaron al operativo Dirección Provincial de Accidentología y Emergencias Sanitarias (Dipaes) y, a través de ésta, los Samco, la comuna de Sauce Viejo, los Bomberos Zapadores, el Cobem, los batallones 121 y 1 de Ingenieros, el hospital Cullen y la Unidad Regional I de la Policía Provincial.

También tomaron parte voluntariamente unos 15 actores (coordinados por el profesor Quique Maillier y encargados de representar a víctimas y familiares), junto a veedores de Protección Civil, hospital Iturraspe y otros organismos.

“En cualquier emergencia donde estén implicadas aeronaves, el objeto principal de todo plan, es amparar las vidas humanas. En segundo lugar, salvaguardar el material aéreo; y por último, retornar a las operaciones aéreas en el más breve lapso posible”, expresó el vicecomodoro Baca.

Y agregó: “La Uasi, que es el organismo de acción civil internacional, nos impone efectuar este tipo de ejercicios con cierta periodicidad. Los simulacros pueden ser parciales, donde afectamos a parte de la comunidad aeroportuaria y de algunos servicios, y también deben ser generales, que es el caso que hoy nos convoca. Estos se realizan cada dos años”.

También destacó la importancia de la constitución del centro de operaciones de emergencias: “En el lugar, tienen que comparecer las autoridades, para determinar y facilitar todos los recursos posibles y coordinar esas acciones, una vez que ya está producido el accidente”.

Todos los pasos

La situación prevista en el simulacro fue la siguiente: una aeronave con capacidad de 19 plazas efectúa un aterrizaje sobre la pista; durante el recorrido en tierra, se produce una explosión (rotura de un neumático, posiblemente), lo que provoca una salida de pista, con destrucción parcial del fuselaje y el ala: eso origina un incendio.

El primer escenario estuvo próximo a la pista, donde participaron los organismos de respuesta como los bomberos y la ambulancia del lugar, y se conformó el primer “triage”, o zona de clasificación de víctimas.

El segundo ambiente fue la sala de estabilización de heridos e ilesos. Ese segundo “triage” funcionó de acuerdo a lo que el coordinador médico iba derivando según la condición de los “heridos” (los actores contaban con un cartelito colgado del cuello que determinaba su patología), y si podían o no esperar otros móviles.

El tercer lugar fue el hall del aeropuerto, donde otro grupo de actores simularon ser familiares y trabajadores de prensa a la caza de información, o transeúntes buscando ayudar o saber qué pasó.

El último escenario estaba previsto en el hospital Cullen: el simulacro debe terminar en el hospital de emergencias más cercano, adonde se derivan las víctimas. En este caso, se expedieron solamente tres ambulancias.

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Un grupo de actores simularon ser las víctimas del accidente, representando tener heridas de distinta gravedad, para ser atendidos por los servicios de emergencias.

Foto: Amancio Alem

Objetivos del ejercicio

Comprobar si el plan de emergencia funciona o no.

Adiestrar al personal.

Mejorar la coordinación entre los organismos.

Evaluación y crítica de los veedores in situ y en una reunión posterior, con propuestas para enmendar el plan de emergencia.

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ADEMÁS

Criterios

El jefe del aeropuerto explicó “cuales son los criterios que nos hemos fijado para la realización de este ejercicio: la seguridad personal de todos, no afectar los recursos sustanciales de la comunidad (tener 15 ambulancias significaría dejar a Santa Fe y a Santo Tomé sin móviles; me basta con tener de cada institución, uno), atender la emergencia con la dotación del día -esto significa que va a haber mucha gente que durante el día no está-. Entonces hemos asignado un cupo similar a la de un día cualquiera, en el que hay entre diez y 15 personas, como mucho. Y además, cuidar el medioambiente: esto apunta a que hemos dejado de quemar cubiertas, y hacemos el fuego con ramas”.