Pakistán no enviará a su jefe de inteligencia a India

Finalizó la batalla contra islamistas

en Bombay que dejó 195 muertos

Entre las víctimas se encuentran 22 extranjeros, la mayoría israelíes y norteamericanos.

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AFP-EFE-Télam

El ataque coordinado contra varios objetivos en Bombay, que dejó 195 muertos desde el miércoles por la noche, finalizó hoy con la muerte de los tres últimos islamistas atrincherados en el hotel Taj Mahal de la capital económica de India.

Los comandos indios mataron esta mañana a los tres últimos islamistas que quedaban en el hotel. “Dijimos que quedaban tres terroristas... y tenemos tres cadáveres”, anunció el jefe de la Guardia de Seguridad Nacional de India, J.K. Dutt.

“Estamos yendo habitación por habitación para verificar que la situación es segura”, añadió el jefe de los comandos, que pidió a los posibles clientes aún escondidos en sus habitaciones que las abandonen y se identifiquen para no ser confundidos con terroristas.

Poco antes, el jefe de la policía local, Hassan Gafoor, había anunciado el final del asalto.

“Todas las operaciones terminaron. Todos los terroristas han muerto”, dijo, casi 60 horas después de que se iniciaran los ataques en varios puntos de Bombay.

El histórico Taj Mahal Palace era el último lugar de la ciudad donde aún se escondían algunos de los islamistas que participaron en los atentados del miércoles, después de las incursiones de ayer de las fuerzas de seguridad en el hotel Oberoi/Trident y en un centro judío.

Respecto a los sucesos ocurridos desde el miércoles, “el número total de muertos es 195, hasta este sábado por la mañana y hay 295 heridos”, dijo R. Jadhav, un responsable de la oficina local de gestión de catástrofes.

Víctimas extranjeras

Entre los muertos figuran al menos 22 extranjeros: cinco israelíes, cinco estadounidenses, dos franceses, dos australianos, un británico, un japonés, un alemán, dos canadienses, un italiano, un ciudadano de Singapur y una tailandesa.

Pero el balance de víctimas podría aumentar ya que los servicios de rescate siguen buscando cadáveres o heridos.

Además, once islamistas murieron durante las operaciones y otro fue arrestado. Fuentes de los servicios de inteligencia indios dijeron que el detenido confesó venir de Pakistán.

Según la agencia Press Trust of India, que citaba fuentes oficiales, hasta tres extremistas, uno de ellos paquistaní, fueron detenidos en el hotel Taj Mahal.

Las bajas sufridas por las fuerzas de seguridad fueron 15, según el viceprimer ministro del Estado de Maharashtra, R.R. Patil. Entre ellos figura el jefe de la unidad antiterrorista de Bombay, a cuyo entierro acudieron hoy miles de personas.

A primera hora de ayer, las fuerzas especiales indias lanzaron una operación en un centro judío de la ciudad, donde mataron a dos asaltantes que el jueves se atrincheraron capturando a varios rehenes.

Los islamistas mataron a cinco rehenes israelíes durante el asalto, confirmaron un diplomático israelí y un responsable indio.

Un grupo de asaltantes llegó a Bombay el miércoles por mar. Se cree que otros los esperaban en la ciudad con armas y explosivos.

Acusación a Pakistán

En cuanto a la autoría de los sucesos, India acusó abiertamente ayer a su vecino y rival, Pakistán, de estar detrás de lo ocurrido en Bombay, una ciudad de 13 millones de habitantes.

Islamabad desmintió con firmeza su implicación en los ataques de Bombay, en los que algunos responsables occidentales ven la marca de la red Al Qaeda.

Al contrario de lo anunciado ayer, Pakistán decidió no enviar a India al jefe de sus servicios secretos (ISI) para ayudar en la investigación de los ataques en Bombay, aunque sí desplazará a un representante.

El cambio de planes se produjo anoche y fue anunciado con un comunicado emitido poco después, en las primeras horas de hoy, por el gabinete del primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani.

Esa nota anunció que “un representante del Inter-Services Intelligence (ISI) se desplazará a India en lugar de su director, el general Ahmed Shuja Pasha, para ayudar en las investigaciones sobre el ataque terrorista en Bombay”.

El sorpresivo cambio de opinión llegó después de que un precedente anuncio de que el general Pasha iba a ser enviado por Gilani a India provocara malestar en el seno del ejército y del gobierno, según fuentes gubernamentales y militares.

Los ataques de Bombay fueron reivindicados por los Muyahidines del Decán, por el nombre de la meseta que ocupa el sur y el centro de India, que dijo luchar por la defensa de los musulmanes de India, una minoría de 150 millones de personas en un país de 1.200 millones de habitantes mayoritariamente de religión hindú.

Los islamistas tomaron como blanco sobre todo a extranjeros, especialmente a los clientes estadounidenses y británicos de los dos hoteles. Pero no ahorraron las vidas de indios, como en su acción del miércoles en la estación central de Bombay, donde mataron a 50 personas. También atacaron un hospital para mujeres y niños pobres.

Finalizó la batalla contra islamistas en Bombay que dejó 195 muertos

Miembros del cuerpo de policía de Bombay permanecían hoy en las afueras del hotel Taj Mahal, tras el fin de los enfrentamientos entre los terroristas y los comandos policiales indios.

Foto: AGENCIA EFE.

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en cifras

100 millones

Es lo que estiman costará restaurar el emblemático hotel Taj Mahal de Bombay, tras los daños sufridos durante los ataques terroristas que terminaron ayer, según los expertos.

El hotel fue construido en 1903 frente al Mar Arábigo mezclando arabescos, influencias orientales y estilo florentino, con una cúpula que era una de las señas de identidad de la capital financiera de la India.

La restauración llevará casi un año y será más costosa que si se tratara de un edificio convencional, según los expertos, para quienes se requerirán además la labor del Servicio Arqueológico de la India (ASI).

Los militantes islamistas

Ocho de los militantes islamistas entraron a la capital económica de India hace un mes, según la inteligencia militar india.

Se hicieron pasar por estudiantes que efectuaron “extensas misiones de reconocimiento previas a los ataques”. “Estos ocho hombres alquilaron una casa, haciéndose pasar por estudiantes malasios”, añadieron las mismas fuentes.

Otros militantes habrían almacenado armas y municiones, inclusive en uno de los dos hoteles de lujo, blanco de los ataques.

La noche del miércoles, cuando los militantes islamistas lanzaron sus ataques, se les sumó un segundo grupo que había llegado a Bombay por vía marítima.

Los atacantes eran “fornidos y en buen estado de salud, con edades entre 24 y 30 años y habían recibido un fuerte entrenamiento en tácticas militares”.

“Para alimentarse almacenaron frutos secos, almendras y cosas así”, indicaron las fuentes, al explicar de qué forma esos militantes se enfrentaron durante 60 horas a los comandos de elite indios.