En una cochera

Fue atacada cuando iba a trabajar

De la Redacción de El Litoral

Una mujer de 33 años fue atacada esta mañana por una persona joven que se metió en su cochera y la encerró, en el momento en que fue a buscar el auto para ir al trabajo. Aunque con una profunda crisis de nervios, la víctima no alcanzó a ser lastimada por el delincuente, que la amenazaba de muerte para que le abriera la puerta del coche.

El traumático episodio comenzó a las 7.20 de hoy, cuando la chica abrió el portón de la cochera, ubicada en calle Francia al 2100, entre Lisandro de la Torre y Salta. Desde allí caminó hasta su Fiat Duna, que estaba casi en el fondo de la playa de estacionamiento y, ni bien lo puso en marcha, oyó que alguien cerraba la puerta que acababa de abrir.

Asustada, pero sin saber de qué se trataba, trabó las puertas de su auto y esperó. En ese momento, se le apareció un muchacho de poco más de 20 años que, a cara descubierta, comenzó a amenazarla para que se bajara del vehículo.

Era “flaco, alto, morocho, de pelo corto y tenía una camisa negra”, relató la víctima, que denunció el hecho en la seccional 4ta. de Tucumán y Zavalla. “Estaba tranquilo” y no aparentaba estar borracho o drogado, confirmó la mujer.

Algo punzante

De pronto, sacó de una de las mangas algo parecido a “un destornillador”, “algo punzante”, con lo que comenzó a dañar el auto, al tiempo que forcejeaba las puertas.

Desesperada y sin saber qué hacer, la chica comenzó a gritarle para que se fuera y hasta le ofreció darle su cartera, pero al parecer el agresor no quería sólo el dinero. Para evitar que pudiera entrar al auto, la mujer aceleraba y desaceleraba poniendo primera y reversa para zafar del atacante, y en un momento dado comenzó a tocar bocina y golpear el portón con la trompa del auto para que la ayudaran.

Ante semejante escándalo, el delincuente optó por abandonar el lugar en una bicicleta que estaba afuera, según dijeron algunos vecinos que ya se habían despertado por el ruido y alcanzaron a verlo. La policía llegó a los 15 minutos, cuando la joven estaba siendo calmada por su hermano y el marido, a quienes llamó desde su celular.

Si bien es un barrio tranquilo en cuanto a tráfico de vehículos y ruidos molestos, los vecinos no pueden decir lo mismo en cuanto a su seguridad, amenazada cada vez que ocurre un hecho de estas características, así como los sucesivos asaltos a una panadería y un ciber que están en las inmediaciones.