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OPINIÓN

Amnesia política

Ariel Durán

Sergio Ripoll, concejal ligado estrechamente a Ángel Piaggio en su pasada gestión al frente del municipio de Santo Tomé, intenta recién ahora -a través de un proyecto- que el Ejecutivo local informe las razones por las cuales está paralizada la obra de gas y si la empresa contratista posee responsabilidades al respecto. Justamente, dicho emprendimiento estuvo detenido por meses, pero durante el gobierno del mismísimo Piaggio, sin saberse en aquella época el porqué, cuando Ripoll, “casualmente”, presidía el Concejo. De determinados temas y pese a la insistencia periodística, evidentemente no se hablaba.

Al reanudarse las tareas del gasoducto, ya con Fabián Palo Oliver en la Intendencia, las actuales autoridades se encontraron con que las dimensiones del caño maestro tenían que haber sido otras y que no servían las mantas compradas para cubrir las soldaduras. Estos elementos hacía dos años que estaban guardados en cajas cerradas y cuando fueron abiertas, los técnicos se llevaron la sorpresa porque no servían. Se podrían haber encontrado con un ladrillo o papel picado, porque todo hace suponer que -al menos en este caso-, poco se controlaba de lo que se adquiría con los dineros públicos durante el mandato de su líder político.

Según el arquitecto Ricardo Méndez, ni la ampliación de la red ni la planta están paralizadas, aunque sí demoradas por estas y otras razones ligadas a replanteos técnicos o ajustes presupuestarios. Ripoll alguna vez tendría que dar respuesta cuando este medio lo consulta por cuestiones delicadas, como las que tienen directa relación con la herencia denunciada por el gobierno del FPCyS y presentada ante la Justicia en base a una auditoría de la UNL. La elaboración de proyectos como chicanas políticas, no hacen más que confundir a los potenciales usuarios, pues a nadie escapa que esta mejora es de extrema necesidad y muchos están ansiosos de poseerla.