Bochini y Bertoni estuvieron en Santa Fe, charlaron con El Litoral y fueron ácidos en la crítica a la actual conducción...
“Traigan copas a Independiente, que vino sobra”
Enrique Cruz (h)
Bochini-Bertoni, los mismos de la pared ante la Juventus en aquella travesura de dos chiquilines que no llegaban a los 20 años y ya le daban a Independiente una Intercontinental. Bochini-Bertoni, los de tantas hazañas en una época dorada. Bochini-Bertoni, los que tomaron la posta de Pastoriza, “Hacha” Brava Navarro, el famoso quinteto Micheli-Lacasia-Cecconato-Grillo-Cruz. Bochini-Bertoni, los que se cansaron de salir campeones y generaron aquél grito de guerra expresado en una amplia bandera que se colgaba de la vieja visera del estadio: “Traigan vino, que copas sobran”. Bochini-Bertoni, los que deleitaron a propios y extraños, los que formaron una de las sociedades más famosas del fútbol argentino, como alguna vez lo fueron Silva-Acosta en Lanús, Riquelme-Palermo en Boca, Francéscoli-Ortega en River y siguen los nombres... Bochini-Bertoni, ídolos totales, estuvieron en Santa Fe para presentarse en sociedad ante los integrantes de la populosa peña que hay en nuestra ciudad y que preside Horacio Capello. El colega Miguelito Pérez ofició de anfitrión y El Litoral tuvo su exclusiva con estos dos hombres que forman parte de la gran historia del club que colmó de gloria al fútbol argentino entre los “70 y los “80.
—Bochini, ¿qué pasó con Santoro, hombre que conocés muy bien, fuiste compañero de él y es ídolo como vos en Independiente?
—Quizás se enojó porque dije que si Noray Nakis es presidente de Independiente y nos lleva, a mí y a Daniel Bertoni, de asesores, el técnico que nos gusta es Gallego. El dijo que me hizo favores y en realidad nunca me hizo uno. Dijo que cuando un árbol nace torcido es imposible enderezarlo y la verdad es que me sorprendió, ya que nunca hablé de mis ex compañeros en forma personal, jamás me metí con nadie y cuando opiné lo hice en forma profesional. Alguna vez critiqué a Bertoni y a Trossero cuando fueron técnicos, pero la crítica fue al técnico y nunca a la persona. Así que no lo entiendo, porque también dijo que en la fiesta de los 35 años de la victoria ante la Juventus yo estaba solito y nadie me daba bolilla, y no fue así, charlé y saludé a todos mis compañeros.
—Bertoni, ¿qué pensás de la actualidad de Independiente?
—¿Viste la bandera que cuelga la hinchada, la que dice: “Traigan vino que copas sobran”?, bueno, ahora es al revés, traigan copas que lo que sobra es vino... Y esto es culpa de Comparada y otros dirigentes que estuvieron, como Ducatenzeiller y Grondona, que le hicieron muy mal al club.
—¿Por qué se da esto, Bertoni?
—Los jugadores que llegan no saben de la historia y la mística copera de este club. Y los dirigentes no se dan cuenta de que hay que trabajar desde las infantiles para arriba, empujando desde abajo. Acá se necesitan 5 años de trabajo, hasta que de la quinta salten a Primera, porque siempre digo que la cuarta es el cementerio de los jugadores de inferiores. Y otra cosa, los dirigentes no saben comprar. Traen 8 ó 10 jugadores que no sirven para nada, en lugar de comprar 4 que sean buenos. Se improvisa mucho en este club y no quiero pensar que lo hacen con doble sentido y que cuando ganemos y destapemos la olla nos encontremos con sorpresas.
—¿Por ejemplo?
—El club está muy mal, hablan de 95 millones de pasivo. Es mucha plata. Acá hay una realidad: para que el club ande bien, tiene que andar bien el fútbol. El ejemplo a imitar es Boca, trayendo buenos jugadores y después haciendo el negocio vendiéndolo. El único negocio como la gente que se hizo en los últimos tiempos, sacando lo de Agüero, fue Germán Denis.
—Bocha, ¿sabés que Independiente siempre se nutrió de jugadores de Santa Fe?
—¡Claro! En la cena de la peña estuve sentado al lado de Osvaldo Mazo, fui campeón del mundo con el Mencho Balbuena, con el Gringo Trossero, con Villaverde... Me acuerdo también de Poroto Saldaño, un delantero excepcional, del chaqueño Zimmermann, del Patito Britez, a quien vamos a utilizar para que espíe jugadores si es que gana Noray...
—¿Era más fácil armar una pared con Bertoni que hacerla con Balbuena?
—Era distinto, porque con Daniel nos entendíamos de memoria. Con él compartimos el juvenil, jugamos en Cannes, fuimos figuras en un partido que se jugó en 1972, en el preliminar de la final River-San Lorenzo del Nacional y, además, los dos nos movíamos por la izquierda. El Mencho se enojaba porque jugaba del otro lado y no le pasábamos la pelota.
—¿Y tu visión del club, Bochini?
—Desde que está Comparada vinieron 60 jugadores y con suerte uno o dos se cotizaron. Eso no puede ser. Independiente no puede ser vidriera personal de los jugadores, sino que el negocio lo tiene que hacer el club. Comparada tuvo la suerte de ser el presidente que más plata recaudó. En tres años debe haber vendido por 60 ó 70 millones de dólares. ¡Si lo pudo vender a Agüero, a Ustari, a Abraham!
—Bertoni, ¿qué opinás de la construcción de la cancha nueva?
—Yo hubiera hecho, primero, un buen equipo de fútbol.
—¿Vos Bocha?
—Las dos cosas a la vez, pero distinto. Trayendo 9 ó 10 jugadores por año, seguro que el negocio lo terminan haciendo los empresarios y no el club. Acá se debieron traer dos o tres jugadores que vengan a ser figuras y nada más.
—Bertoni, ¿el futuro del fútbol argentino está en las divisiones inferiores?
—Es el único camino. Lo hizo bien Lanús, también Banfield, y agrego a Newell’s y a Boca. River lo fue haciendo bien hasta que hace un par de años se dejó de producir. Estudiantes es otro club que anda bien en inferiores. Lo dijo Noray Nakis, si hay que poner plata para trabajar y traer jugadores de corta edad, la pondrá.
—¿Ustedes tenían buenos jugadores y grandes caudillos, no?
—Pastoriza fue un caudillo, Trossero también... Eran líderes positivos, porque líderes negativos hay un montón en el fútbol argentino. Un líder positivo es el que lleva al equipo adelante, el que sabe relacionarse con sus compañeros y con el técnico... En el 78 lo teníamos a Daniel Passarella, Mario Kempes y el Pato Fillol, después fueron Ruggeri y Maradona. Independiente nunca tuvo líderes positivos en estos últimos tiempos. Y al fútbol argentino le están faltando.