El Concejo aprobó la autorización para crear esta asociación

Municipio rafaelino y el sector privado desarrollarán software

A partir de esta iniciativa, se lograrán perfeccionar los recursos humanos y generar nuevos ingresos por medio de la venta de bienes y servicios del sector. Tras la sanción de la ordenanza, el Municipio deberá llamar a licitación para la creación de una sociedad anónima mixta.

Agencia Rafaela

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El cuerpo deliberativo rafaelino aprobó el permiso para que el Departamento Ejecutivo pueda formar, mediante llamado a licitación, la primera empresa destinada a la producción de programas de computadoras. La oposición rechazó el proyecto por considerar que es de resultado incierto y es elevado el monto a invertir.

Esta iniciativa fue presentada por la empresa Magic Software Argentina S.A. (MSA), que, en la actualidad, es proveedora de estos recursos al Municipio local y marca un hito en los emprendimiento del Estado rafaelino, al asociarse con el capital privado para desarrollar bienes y servicios de base tecnológica, que le permitirán perfeccionar sus recursos técnicos y humanos, pero además, generar nuevos ingresos por la comercialización de los mismos.

Tras la sanción de la ordenanza, ahora la Municipalidad deberá llamar a licitación para la creación de una sociedad anónima mixta, con aportes públicos y privados.

El emprendimiento de sociedad público-privada presentado por MSA fija que la empresa integrará al capital inicial una suma de casi 1.300.000 de pesos, mientras que el Municipio deberá hacerlo con unos 300 mil pesos. Desde el oficialismo, anticiparon que el aporte del Municipio, no necesariamente deberá ser en dinero, sino que se negociará para que puedan materializarse en personal o equipamiento.

El proyecto también establecía que la cláusula de preferencia para quien presentó la propuesta era del 15%, es decir que, en caso de haber otro interesado, la oferta deberá ser mejorada en ese porcentaje para quedarse con la licitación. La estipulación fue luego disminuida al 10% en la comisión que analizó este tema.

Otro de los temas que fue intensamente debatido, en forma previa al tratamiento en la sesión, fue la formación del directorio de la nueva empresa que la iniciativa de MSA determina que debe estar integrado por dos miembros de la parte privada y uno de la Municipalidad, cargo que deberá tener acuerdo del Concejo Municipal.

Por su parte, la oposición, constituida por el Frente Progresista Cívico y Social (FPCS), rechazó la iniciativa por considerar que no es el mejor momento financiero para una inversión de riesgo de los fondos públicos de la ciudad de la que se desconoce cuáles pueden ser los resultados.

Algunos cuestionamientos

Asimismo, los ediles opositores cuestionaron la falta de control de las operaciones de la compañía, situación que quedó zanjada al incluirse la posibilidad de una comisión de seguimiento, que tendría la potestad de convocar de manera periódica al síndico de la empresa para que realice una descripción de las decisiones que se fueran tomando.

La votación terminó siendo dividida y una vez más, el concejal radical, disidente del FPCS, Víctor Fardín, que con su voto acompañó al oficialismo, posibilitó el desempate por parte del presidente del cuerpo a favor del proyecto, por lo que la Municipalidad de Rafaela quedó autorizada para formar un sociedad mixta y salir al mercado a colocar los recursos informáticos creados que tienen gran demanda en las administraciones públicas del país y en empresas con capitales del Estado.

Desde el Municipio, se asegura que la nueva campañía no afectará al trabajo que desarrollan las empresas locales del sector, que han crecido en número e importancia, formando la Cámara de Empresas de Desarrollos Informáticos del Centro Comercial e Industrial de Rafaela, entidad que tiene la intención de presentarse también a la licitación.

 

 

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EL DATO

Fundamentan

el rechazo

La oposición, constituida por el Frente Progresista Cívico y Social (FPCS), rechazó esta iniciativa por considerar que no es el mejor momento financiero para una inversión de riesgo de los fondos públicos de la ciudad de la que se desconoce cuáles pueden ser los resultados.