Rechazo de los vecinos de La Guardia Centro
Las familias de los pabellones de la
168 pasaron la noche a la intemperie
Una protesta de vecinos de La Guardia Centro, ayer por la tarde, truncó la idea de la Municipalidad de trasladar allí a las 8 familias que vivían en los módulos ubicados a la vera de la 168. Éstas, por su parte, no dejaron que los vuelvan a armar y transcurrieron la noche al aire libre.
Mónica Ritacca
Era de suponer que el traslado de los pabellones de la Ruta Nacional 168 a La Guardia Centro no caería bien entre los vecinos de este barrio costero, quienes en la tarde de ayer impidieron -con quema de cubiertas incluida- que la Municipalidad rearmara las estructuras de chapa en un terreno fiscal ubicado detrás del maximercado Makro. Así, las ocho familias que habitaban a la vera de la ruta volvieron a hacerlo anoche pero a la intemperie.
Cabe recordar que los pabellones fueron desmontados por personal municipal ayer por la mañana, tras el acta acuerdo firmado por los integrantes de cada una de las familias y tres funcionarios municipales. El documento fue suficiente para que las personas alojadas en las estructuras de chapa como consecuencia de la crecida del río Paraná en 2007 las vaciaran de pertenencias para ser desmontadas y trasladadas a La Guardia Centro.
Consultados por El Litoral, vecinos lindantes al predio donde se pretendía montar los pabellones manifestaron esta mañana que se opusieron al traslado porque “el lugar elegido es un espacio público de los chicos”. Además, “no queremos que gente de mala calaña venga a vivir a nuestro barrio”.
Bajo las estrellas
La imposibilidad de armar los pabellones en La Guardia Centro, por la protesta realizada por los vecinos, y la oposición de las familias de ser rearmados a la vera de la 168 derivó en que debieran pasar la noche a la intemperie y rodeados de montañas de cosas.
En la recorrida realizada esta mañana por El Litoral, Celestino se mostró enojado. Es que su hija Celenia, de seis meses, lloró toda la noche, levantó fiebre y fue picada por los mosquitos.
“Pasamos toda la noche rodeados de bichos. Pensábamos que íbamos a hacerlo en La Guardia pero no fue así. Hace 5 días que no trabajamos. No tenemos más dinero y estamos recalentando el guiso de hace 3 días”, señaló el hombre. Y agregó: “Se burlaron de nosotros. La Municipalidad hizo las cosas mal y encima nos dejó tirados toda la noche”.
La mujer de Celestino, por su parte, mencionó que “la noche fue horrible”. “No teníamos luz y, para ahuyentar a los mosquitos, tuvimos que hacer un fogón, con lo cual también nos morimos de calor”, dijo. Al mismo tiempo, confesó que ellos mismos se negaron a que el municipio les volviese a armar los módulos de chapa.
Ahora quieren un plan
“Ya no nos conformamos con irnos de nuevo a los pabellones. Tampoco con un terreno. Queremos una casa de un plan y en cualquier lugar de la ciudad”, manifestó una de las mujeres que esta mañana conversó con El Litoral.
Cabe recordar que la primera intención de la Municipalidad era reubicar a las familias en la zona conocida como Villa Teresa, en el noroeste de la ciudad, pero éstas se resistieron por no ser costera y, por ende, perder el medio de subsistencia que les garantiza el río.
Al cierre de esta edición, Rodolfo López manifestó que tras una reunión que tuvieron con el fiscal municipal y el subsecretario de Desarrollo Social de la Municipalidad, en la sede de la Defensoría del Pueblo, las autoridades intentarían conseguirles unidades habitacionales en algún plan de viviendas provincial o nacional. “Lo que nos manifestaron es ir a Villa Teresa, pero nosotros no queremos. Acordamos en esperar hasta el lunes, es decir seguiremos a la intemperie hasta ese día, para que nos digan a cuál plan nos van a llevar”, puntualizó.