La era de la agroinformática

Se usan softwares específicos para tomar decisiones de siembra. Además hay programas que organizan el tambo y facilitan el registro de los animales. En Santa Fe, el 50% de los productores ya incorporó alguna de estas tecnologías.


/// EL DATO OTRA MIRADA

Gastón Neffen y Federico Aguer

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El tiempo pasa y el campo se va poniendo cada vez más “tecno”. La vieja libreta del tambero y las carpetas de los ganaderos y los agricultores ya no alcanzan para procesar toda la información que necesita una empresa agropecuaria moderna.

Las notebooks, las palms, los monitores de rendimiento, los navegadores satelitales (GPS) y los celulares de tercera generación son las herramientas que ahora necesita un productor eficiente para poder competir en un negocio que se ha vuelto mucho más complejo.

Pero también demandan otra cosa. Programas de computación que estén diseñados para organizar el trabajo en el campo. En Santa Fe hay varias empresas que comercializan sistemas informáticos que simulan los escenarios futuros de los granos, que planifican y los sistemas tamberos y que ordenan el registro de los animales (con caravanas electrónicas) en los establecimientos de cría e invernada.

Es lo que se conoce como agroinformática. Esta disciplina tiene su propia materia en la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL): “Agromática”. Su titular es el Ing. Agr. Daniel Grenón, quien hace más de 25 años que investiga como adaptar los programas de computación para que sean una herramienta clave para los hombres del campo.

Grenón le confirma a Campolitoral que más de la mitad de les productores de esta región ya incorporó algunos de los recursos que está diseñando la agroinformática. Y cree que este proceso se va a profundizar en los próximos años porque se están abaratando los costos de los equipos y las tecnologías.

— ¿Qué es la agroinformática?

— El objetivo es traducir todas las teorías agronómicas a ecuaciones matemáticas a procesos lógicos, en síntesis a programas de computación; para que el productor y los profesionales que trabajan junto a el (ingeniero agrónomo, veterinario, contador, etc.) puedan operar con la complejidad que tiene la empresa agropecuaria en la actualidad. La agromática ofrece un modelo teórico para organizar la percepción de los procesos del campo.

— ¿Cómo surge esta necesidad de “informatizar” al campo?

— La agricultura es una de las profesiones más antiguas de la antigüedad, pero en la actualidad es una de las actividades más avanzadas. Se trabaja con ingeniería genética, geoposicionamiento satelital (agricultura de precisión) y dependemos cada vez más del procesamiento de datos. La producción agropecuaria se asienta procesos biológicos y ecológicos. Esto aumenta la necesidad de planificar lo que se va a hacer. Porque una vez que se pone en marcha el proceso biológico (por ejemplo se siembra) no se puede volver atrás. La computadora es una gran herramienta para anticipar futuros escenarios.

— ¿Así es más fácil tomar decisiones?

— Claro. Los modelos de simulación anticipan como van a quedar los números del productor si cae el precio de los granos, si llueve menos de lo esperado, o si aumenta el costo de cosecha; entre muchas otras variables (precio del gasoil, pronósticos meteorológicos, uso de insumos). Además permite detectar costos ocultos que con la libreta y el papel no saltan. Son cosas que sólo se pueden saber cruzando datos. Costo de gasoil, pronóstico meteorológico, insumos, etc.

Hay programas que simulan en segundos 5.000 escenarios económicos diferentes para un cultivo.

— ¿Qué pasa con el clima?

— Hay pronósticos meteorológicos pagos que estiman las condiciones climáticas con 6 meses de anticipación. Este año sabemos que enero va a ser seco. En el caso del maíz, los programas te permiten relacionar los períodos de floración con el tiempo para esquivar los peores momentos de la sequía y definir cuando es el mejor momento para fertilizar. Los modelos de simulación te anticipan la humedad que vas a tener en el suelo en ese momento.

— ¿Qué softwares se están usando en esta zona?

— Hay programas para analizar la aplicación de fertilizantes previos a la siembra. El paquete de la agricultura de precisión (monitores de rendimiento, GPS, etc.) se extiende cada vez más. Con el mapa de rendimiento se distribuyen los insumos (fertilizantes, herbicidas, insecticidas) según las imágenes del satélite. Además están las planillas de Aacrea para llevar la contabilidad, los impuestos, los stocks de insumos. En los tambos, los softwares llevan un registro minucioso de las cuestiones reproductivas, y proyectan los servicios y los momentos de “secado”.

— ¿Es mejor invertir en un los software “enlatados” o hacer uno a medida?

— Hay algunos “enlatados” (son programas homogéneos que cualquier productor puede comprar) muy buenos y otros no tanto. El software viene cerrado y uno tiene que adaptarse al sistema de organización que propone. La gran ventaja es el costo. Es mucho más barato porque se vende en escala. Ahora, si la empresa tiene una administración más compleja, o el productor la gestiona de una forma particular hay que desarrollar un software a medida. La ventaja es que se adapta a tu forma de trabajo y la desventaja es el costo. Hay que tener en cuenta que puede llevar varios meses afinarlo bien.

— ¿Es sencillo interpretar los datos que “tiran” los programas”

— La computadora tira gráficos y números. Es importante tener la capacidad para interpretarlos. Se necesita al profesional para que pueda analizar esos datos.

— ¿Ustedes cómo comenzaron?

— Aprendí de informática porque necesitaba hacerlo para los trabajos de investigación que hicimos con el Ing. Agr. Miguel Pilatti y otros docentes. Comenzamos en 1983. Nos sentíamos unos locos. No había programas y había que estudiar varios meses para manejar la PC. La primera computadora que tuvimos en la facultad tenía un disco de 10MB y costaba 10.000 dólares.

 

 

 

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Foto: mauricio garín

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Adelantos. Este tractor incorpora tecnología satelital. La agricultura de precisión es uno de los rubros que más demanda nuevos softwares.

Foto: campolitoral

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EL DATO

Aliado estratégico.

Hay programas de computación que simulan hasta 5.000 escenarios económicos diferentes para que el hombre de campo sepa que es lo que puede pasar al momento de cosechar.

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nota relacionada

Ganas de ordenarse

Carlos Sola, Daniel Cernotto y Marcelo Weber desarrollaron un sistema informático llamado DHMS, el cual permite una mejor organización del tambo. Diseñado íntegramente en San Carlos, surgió hace cinco años para ayudar a las explotaciones tamberas a funcionar como una empresa. “Vimos que había una necesidad de transformarse en empresas con información para tomar buenas decisiones”, recuerda Carlos Sola, el veterinario del equipo. “Hoy presentamos la versión 1.4.5 y con orgullo decimos que ya se está usando de forma masiva con 400 licencias en uso, y la semana próxima se pone en marcha el sistema en la asociación de criadores de Holando de Uruguay, y también tenemos presencia en Paraguay”, explica.

El sistema permite procesar todos los datos que genera un tambo en el trabajo diario, haciendo hincapié en la parte reproductiva y productiva con los parámetros económicos para procesarlas (carga de control lechero, análisis de salud de ubre, células somáticas, mastitis, composición de rodeo, servicios, eficiencias, curvas de lactancia, partos, abortos, etc.). “Para el productor es lo mismo que cuando anotaba los datos en la libreta. No hay que saber programación, y permite el uso de dispositivos móviles. Tenemos un cliente de 83 años que lo usa con total facilidad. En estos momentos de crisis es cuando más se ve la relación costo-beneficio. Esta es una herramienta para el equipo de trabajo, para que cada uno de los integrantes de la empresa agropecuaria lo pueda implementar”, afirma. El costo depende de cada caso y cada establecimiento. “Actualmente están llegando tecnologías nuevas que el sistema reconoce. Está desarrollado por gente de la zona, le presta atención a las necesidades de nuestra gente y permite solucionar los problemas del productor con un soporte los 365 días del año vía internet. Sólo hay que tener ganas de ordenarse”, finaliza Sola.

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El dato. Carlos Sola (Sunrise) cuenta que vendieron 400 licencias para usar un software diseñado para la gestión del tambo.

Foto: Campolitoral

 

ESPECIAL PARA CAMPOLITORAL

OTRA

MIRADA

Las ventajas del software a medida

Ing. Agr. Mariano Busaniche Iturraspe(*)

Desde la libreta del almacenero a complejos programas y pasando por las tradicionales planillas de Excel, se podría decir que son muchos los modos de llevar los distintos números de la empresa.

Sin embargo, cuando no hay una herramienta en la que el empresario confíe, seguirá siendo la sensación que tenga en el bolsillo lo que le indicará (simple presunción) si la ha ido bien o no en la campaña.

Hace unos años, trabajando en el centro de la provincia de Santa Fe, nos encontramos con que todo lo que había existente de información de gestiones pasadas se presentaba en planos escritos y sobre escritos, archivos varios, planillas, carpetas y muchos recuerdos, que variaban con el tiempo y las personas.

Durante los últimos años han aparecido en el mercado varios softwares. Muchos de estos programas son software estándar o enlatados y lo que en un principio debía de ser una gran utilidad, se puede transformar en un gran problema, porque hay que adaptarse a la forma de operar del propio programa.

El desarrollo de un software a medida permite disponer de una herramienta de administración y centralización de toda la información, que respeta y mantiene -si ya existiera- la modalidad de la toma de los mismos por parte del personal y se conserva esa cultura de registro, siendo esto de capital importancia puesto que siempre toda nueva implementación lleva su tiempo de adaptación.

La rentabilidad de una empresa no es fruto del azar ni de unas pocas variables, sino la consecuencia de un montón de factores y decisiones tanto internos como externos, que se han ido dando en la campaña. Cuanto mayor sea el control de los mismos, se permitirá una mayor posibilidad de rectificar durante la campaña, adecuándose a la necesidad.

*Mariano Busaniche Iturraspe es un santafesino que se radicó en Salta. Allí asesora a empresas agropecua- rias en el uso de software.