115º Campeonato Argentino Abierto

Llegó el turno de Ellerstina

En un partido deslucido pero emocionante ante La Dolfina, en chukker suplementario, por primera vez el equipo de General Rodríguez se consagró campeón en el más importante torneo de polo del mundo.

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Por fin. Después de varios intentos frustrados, los jóvenes integrantes de Ellerstina levantan el trofeo que consagra al equipo ganador del Abierto de Palermo. Costó pero llegó.

Foto: Agencia EFE

César Román

Sorpresas te da la vida... la vida te da sorpresas. Cayó el telón del 115º Campeonato Argentino Abierto de Polo. Una organización impecable -vale expresarlo y valorarlo- al mejor estilo de los eventos deportivos más grandes del mundo, por todo lo que significó su desarrollo y el tan esperado broche de oro que significó el choque entre La Dolfina y Ellerstina, ganadores en sus respectivas zonas y merecedores ambos de haber llegado a esta finalísima. Un clásico del polo argentino, ya que se habían enfrentado antes en 2005 y 2007.

Un espectáculo multicolor, deslumbrante, fue el que iba presentando la Catedral del Polo en Palermo. Mucho antes de la iniciación del encuentro previsto para media tarde de un sábado sofocante, la gente fue colmando las instalaciones y al comenzar el espectáculo, no cabía un alfiler. Fue nuestro Himno Nacional el preludio de lo que vendría poco después al presentarse los equipos en la cancha Nº 1 La Victoria con su renovado césped de tifton.

Estructurado y pensante

Por todo lo que venía demostrando en el torneo, se esperaba un partido abierto y rápido por parte de Ellerstina, basado en la velocidad mental de su medio campo, por el que transitan Pablo Mac Donough (10) y Gonzalito Pieres (10), además de la inconfundible presencia de Facundo, su hermano (10 goles de handicap) con su fino olfato para transformar en gol sus personalísimas jugadas.

No fue así; respetaron a rajatabla un libreto previamente concebido y puesto de manifiesto durante casi todo el partido; esto es: efectuar una estricta marcación hombre a hombre, hacerse fuertes en la salida de los throw-in y poder desarrollar así el patrón de juego que a la postre le daría el excelente rédito que condujo al equipo de General Rodríguez a obtener la primacía de juego en el transcurso de todo el partido, pues fue al frente en todos los parciales del 2º al 8º chukker: 0-1; 3-2; 4-3; 7-4; 8-7; 9-8; 11-10; 12-12; 13-12 (chukker suplementario).

Es para destacar la magnífica actuación que tuvo como back Juan Martín Nero (9), elegido como el jugador más valioso de la final; sus veintisiete años presagian un futuro a todas luces brillante, dentro de un equipo joven -la edad promedio promedio orilla los veinticincoaños-. Indiscutible y acertadísima decisión de Gonzalo Pieres, cuando al enterarse de la deserción de Matías Mac Donough (9), convoca a este jugador para configurar junto a Pablo Mac Donough (10) y a sus dos hijos, el potencial de este poderoso equipo al cual lo espera el promisorio futuro que ostenta en su actual realidad.

¿Y Adolfito Cambiaso (10)? Su indiscutido talento estuvo siempre al servicio de su equipo, pero no supo (¿o no pudo...?) descifrar el enigma que le presentó su oponente al obligarlo a entrar a un juego trabado, de escaso brillo y de estricta marca personal. Que hizo todo lo posible para intentar desprenderse de esa “pegajosa” marca a que lo sometió Nero en la gran mayoría de las veces; su espíritu y calidad de juego estuvieron siempre presentes, pero en muy contadas oportunidades se lo vio en esas corridas tan espectaculares a que nos tiene acostumbrado y que inevitablemente terminan en gol. Pruebas al canto: de los siete goles que convirtió, sólo uno fue de jugada abierta, los seis restantes fueron de penales. Su exitosa caballada además, no rindió esta vez como en oportunidades anteriores.

Momento clave

Sólo 9 segundos faltaban al término del 7º chuckker para que Ellerstina, ganador por 12-11, se abrazara a la gloria. Una infracción cometida a Adolfo Cambiaso muy cerca de los mimbres, es sancionada con un penal del lugar y convertida por éste, igualando el marcador en 12 tantos.

Angustia en los palenques de Ellerstina y renovada esperanza para los de Cañuelas, que veían en esta instancia, la posibilidad de lograr con “gol de oro” su tetracampeonato. Se lo impidió una magistral jugada de Gonzalito Pieres, nacida al minuto y medio del inicio del chukker (suplementario). Desde los mismos bordes de la cancha, muy próximo a la tribuna de Dorrego, avanzó con un par de toques y desprendiéndose de la marca de Mariano Aguerre efectuó un largo tiro desde aproximadamente 60 yardas, que convirtió en delirio la alegría de su gente con un gol espectacular.

Lo que vino después... bueno, será motivo de otra crónica. La felicidad y alegría dibujada en el rostro de Gonzalo padre, acompañando a su equipo en el podio en la entrega de los premios, prolongándose en interminables abrazos con su gente y culminando con una gran fiesta en La Baronesa, hasta las primeras luces del otro día. El Trofeo The Champonship está en muy buenas manos.

Asistiremos en los próximos años a otro clásico del polo argentino: La Dolfina con Ellerstina, Cambiaso con los Pieres o Cañuelas con General Rodríguez, como Ud. prefiera.

 
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Mano a mano. Fue el duelo de toda la tarde: Juan Martín Nero y Aldolfo Cambiaso, que se resolvió en favor del primero.

Foto: Agencia EFE

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LA CLAVE

Si los rumores que circulan se hacen realidad, el año que viene la Argentina tendrá dos equipos de 40 goles de valorización, el máximo posible. La Dolfina exhibe ese handicap desde 2007 y los estrenó este año en la temporada alta. Ahora, si como dicen, Juan Martín Nero llega a 10 goles, también Ellerstina conseguirá esa consagración.

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EL DATO

Hombre de suerte

Alejandro Agote ganó el viernes anterior, con La Baronesa, la copa Cámara de Diputados, uno de los trofeos más tradicionales del polo argentino. Al día siguiente, ya sin botas ni casco, asumió en los palenques de Ellerstina el papel de coach del equipo que se llevó por primera vez el Campeonato Argentino Abierto de Polo. Lo que se dice, un hombre de suerte.