Según Mariano Candioti

Magistratura: el consenso se impuso a las mayorías

Recién completado su año de gestión al frente del organismo de selección de jueces de la Nación, el académico rescata los resultados obtenidos. Récord de concursos, críticas y calidad institucional.

Emerio Agretti

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Mariano Candioti exhibe como principal orgullo de su mandato al frente del Consejo de la Magistratura de la Nación, completada hace pocos días, la cifra de 44 concursos para jueces convocados. Una cantidad que es la mayor desde la creación del organismo, parámetro que se repite en orden a la cobertura de vacantes y designaciones.

Pero principalmente, porque considera que este resultado responde a la cotidiana y enfática gestión de consensos, que permitió superar intereses sectoriales e incluso la preeminencia oficialista -cuya mayoría no es suficiente para imponer decisiones, pero sí para bloquearlas- y lograr lo que considera avances significativos.

Único representante de las universidades, Candioti entiende que este criterio permitió garantizar la “gobernabilidad” de un órgano compuesto por cinco estamentos, que además tiene mayorías y minorías políticas, diversidad de representación geográfica en el caso de los abogados, y tres jueces, además de un referente directo del Poder Ejecutivo.

Junto con el consenso, el académico cifró en los criterios de excelencia -en tanto apego estricto a las normas y rigor en el análisis- y la transparencia, el tríptico de objetivos-herramientas para su tarea. Y suma, en orden de los resultados, la consideración de 329 denuncias efectivamente consideradas -el cuerpo tiene un sistema de alerta para impedir la prescripción de expedientes- que, por lo demás, solamente merecieron sanciones en cuatro casos.

Con la Corte

Candioti también destaca la “excelente” relación con la Suprema Corte, que ha permitido sobrellevar algunas discrepancias sobre cuestiones administrativas del presupuesto judicial -una responsabilidad que ambos órganos comparten y que ha sido fuente de recurrentes conflictos- y alcanzar soluciones satisfactorias. En tal sentido, destacó el prestigio de la actual composición y la cercanía con el presidente, Ricardo Lorenzetti, con quien comparte “un mismo origen” (la provincia de Santa Fe y la UNL), pero también criterios similares en el enfoque de las cuestiones en común.

“Hay puntos de vista que a veces tienen tonalidades diferentes, a veces muy marcadas. Lo que no significa que no trabajemos en equipo. Pero eso pasa en todos lados, lo que ocurre es que en otros países existen ámbitos constitucionales para dirimir estas cuestiones.

-Con todo, este año, algunos consejeros reaccionaron frente a las críticas del Dr. Lorenzetti a las demoras en la designación de jueces.

-He tenido oportunidad de hablar al respecto con el Dr. Lorenzetti, y él habló del conjunto de los Consejos de la Magistratura, no específicamente de uno, o del nacional. A nosotros nos parece que una opinión del presidente de la Corte que, en primer lugar, es la cabeza del Poder Judicial -desde un punto de vista funcional- tiene que ser escuchada. Pero creo que él hablaba en general. Si uno toma la cuestión nacional, no todos los consejos gozan de la misma salud en todos los lugares.

-¿Por ejemplo?

-Bueno, nosotros hicimos las audiencias públicas que marca la ley, precisamente donde había conflictos. En 2007 en Misiones, donde se discutía la conformación, porque no había ninguna voz que representara intereses diferentes que los del oficialismo. En 2008, cuando fuimos a Tucumán, también nos encontramos con problemas.

-Pero a algunos jueces les molestan los comentarios.

-Bueno, pero nada impide que el trabajo de uno pueda ser analizado desde otro organismo, sobre todo si tiene el mismo métier. Es como cuando los abogados analizamos, por poner un ejemplo cualquiera, la responsabilidad civil de los médicos. No estamos haciendo un análisis médico, no estamos invadiendo jurisdicciones. Pero, como en el caso del Consejo, son organismos que tienen una sensibilidad en el poder y que demandan un equilibrio muy delicado. Y es muy importante la calidad en la administración, para lograr la suma de voluntades. Y esto nos permitió terminar el año de manera que consideramos positiva.

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CON RELACIÓN A

Equilibrios y debate

—La mayoría oficialista, que en ocasión de la reforma generó una fuerte reacción política, ¿no fue un problema?

—Las universidades tuvimos una posición contraria a la modificación, basada no en el apego al texto anterior de la ley, sino por entender que la propuesta no respetaba las condiciones de equilibrio natural que debía tener el órgano. Después, la composición en particular es prerrogativa del legislador. Lo que nos parecía es que, cualquiera fuera, debía resguardar los equilibrios mandados por la Constitución.

Dicho esto, nos pareció que 2007 y 2008 fueron los años de máxima puesta en tensión de la cuestión. Claramente, 2007 tuvo un perfil y 2008 otro, que tuvieron que ver con las cuestiones de personalidades en la conducción. La estructura jurídica que tiene el Consejo permitiría un aglutinamiento y una obturación de cualquier tipo de iniciativa si el bloque oficialista tuviera una posición cerrada y hegemónica. Esto está mal. Pero creemos que no ocurrió, por varias razones. Tratamos de que los consensos siempre llegaran a un punto intermedio, donde todos se sintieran parte de la toma de decisiones.

—¿El oficialismo está en condiciones de imponer sus criterios?

—No es una mayoría que pueda imponer lo que el resto del cuerpo no quiera, pero sí puede frenar lo que el cuerpo quiere. Nosotros creemos que no se ha frenado nada, se ha avanzado en muchas cosas; siempre componiendo intereses. Tenemos muchos ejemplos en que la supuesta mayoría no logró los resultados buscados, y la oposición “inexistente” logró lo que quería. Con acusaciones, con designaciones, con tratamientos sobre tablas. Es un laboratorio de democrática decisión permanente.

—Más allá de los dichos de Lorenzetti, la cuestión de los plazos es una de las principales objeciones.

—Puede mejorarse, los plazos pueden acelerarse, la calidad institucional no está alcanzada ni terminada, es una constante diaria, como en todos los órganos colegiados. Pero no me cabe duda de que los 13 miembros, por las representaciones que ejercen, por sus orígenes, por los estamentos que integran, tienen un firme compromiso democrático y por la mejora de la Justicia. Y lograrlo es un desafío diario.

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“La integración del Consejo de la Magistratura no respeta los equilibrios que exige la Constitución. La mayoría oficialista está en condiciones de bloquear iniciativas, pero eso no sucedió este año”.

Foto: Néstor Gallegos

Progresos

Género. “El nuevo Poder Ejecutivo lo primero que marcó es una clara política de género. La presencia femenina en las primeras treinta ternas lo demuestran. En general las aspirantes mujeres son casi el 50 %, con resultados muy buenos. Pero las ternas no suelen reflejar esa proporción”.

Cámara. “La Cámara Federal de Santa Fe fue una idea nuestra, que propusimos a los legisladores de Santa Fe y fue tomada. Es algo muy importante para la calidad de la Justicia, pero también para el rol institucional de Santa Fe”.

Internacionalización. “Sostuvimos una intensa actividad en el exterior. Lo principal fue la XV Cumbre Iberoamericana, que se llevó a cabo en Brasilia. Argentina se postuló para 2012 y obtuvo una amplísima mayoría de votos. Con lo cual a partir de 2010, cuando la sede sea en Uruguay, ya empezaremos a ejercer la secretaría pro témpore”.