Asamblea en Nuevo Torino

Tamberos con menos paciencia

Anoche mostraron su disgusto antes los dirigentes de MeProLSaFe, quienes informaron que las usinas dispondrán de 90 días para liquidar la diferencia entre lo que pagaron por la leche y el $1 por litro que disponía el último acuerdo.

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Más 500 asistentes escucharon atentamente las explicaciones que brindaron los directivos de MeProLSaFe.

Foto: Juan Manuel Fernández

Juan Manuel Fernández y Federico Aguer

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Nuevo Torino, Enviados Especiales

La mayoría de los tamberos, afines o críticos de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (MeProLSaFe), no quedaron conformes con las novedades que los dirigentes comunicaron ayer por la noche en el salón Juventud Moderna de Nuevo Torino y se manifestaron más predispuestos a emprender acciones directas contra las industrias que a seguir esperando que se cumpla el acuerdo del 20 de octubre.

A grandes rasgos, los directivos de la Mesa comunicaron a los más de 500 asistentes que el nuevo entendimiento con el Secretario de Comercio Interior implica que las industrias tendrán 90 días de plazo (todo el primer trimestre de 2009) para abonar la diferencia de precio entre lo pagado por la leche de octubre, noviembre y diciembre de 2008 y el peso por litro al que (supuestamente) las obligaba el último pacto. Pero lo que más inquietó a los presentes es la cláusula que exime a las usinas de tal obligación en caso que demuestren que no tienen recursos para pagarlo.

Concretamente, el titular de MeProLSaFe, Roberto Socín, explicó —acta en mano— que el pasado 30 de diciembre Guillermo Moreno logró que todas las industrias firmen el convenio de pagar ese diferencial entre enero y marzo y que cada tambero socio de la Mesa tendrá una copia del documento para hacer valer ese compromiso. Pero aclaró que tal obligación se llevará a la práctica “siempre que las condiciones económicas de las empresas lo permitan”. En caso de que demuestren que “no le dan los números” —explicó— cada remitente tendrá, una vez transcurrido el plazo de gracia, que iniciar un trámite legal trasladándose con las documentación correspondiente ante el funcionario nacional. Pero como Moreno ya les aclaró “que no está en el ánimo del gobierno quebrar empresas”, Socín manifestó que los productores tendrán que arribar por su cuenta a un arreglo con la industria.

Mientras tanto, el precio de la leche para el primer trimestre del año se definiría en un nuevo acuerdo que se firmaría entre el 10 y el 15 de enero próximos, según informaron los directivos de la Mesa.

Control comercial

Para garantizar la transparencia de la operatoria comercial de las lácteas, el gobierno nacional tomó la determinación de hacer un cruzamiento de datos entre la emisión de los ROEL (Registros de Operaciones de Exportación de Lácteos) y el Sistema María que administra la Aduana Nacional y así determinar con certeza qué volumen de leche coloca cada una en el exterior.

El acuerdo del 20 de octubre, que en su momento dispuso el pago de $1 por litro para toda la leche cruda entregada durante el último trimestre de 2008, debió ser modificado por el derrumbe de los precios internacionales por lo que hubo que reformular la forma de pago. Entonces cada usina debía pagar obligatoriamente $1 por la materia prima con destino al mercado interno, mientras que la destinada a la exportación podía pagarse menos pero “a cuenta de”, con el compromiso de abonar la diferencia una vez que el Estado las beneficiara con herramientas tales como prefinanciación de exportaciones o compra anticipada de leche para planes sociales. Así, cada firma debía informar a sus tamberos, qué proporción destinaba a uno u otro mercado y liquidar en consecuencia. Pero se detectó que algunas que no vendían al exterior y sin embargo declaraban exportaciones para pagar menos por la materia prima.

“No es menor el dato de saber cuanto va a mercado interno y a exportación; es un paso adelante en la lucha por el control de oferta y transparencia de la cadena”, se entusiasmó Fabián Lanza, uno de los dirigentes de la Mesa que tomó la palabra.

Con ánimo de movilización

Pero a esa altura de la asamblea el ambiente ya se había calentado y los directivos percibían la presencia de productores críticos de su accionar. Por eso el propio Lanza, antes de darle la palabra a los asistentes, pidió “un poco de onda” y que las intervenciones se hagan “sin poner palos en la rueda”.

Lógicamente, la primera pregunta fue “qué pasa si las industrias prueban que no pueden pagar”. La respuesta de uno de los directivos levantó un gran murmullo: “el mensaje del gobierno es “nosotros no vamos a empujar industrias a la quiebra’”.

Socín, por su parte, apuntó a ver el “medio vaso lleno” y enfatizó: “si no teníamos este acuerdo con las industrias, que hasta ayer decían “yo no firmé nada’, estábamos en caída libre”.

Uno a uno, socios o no de la Mesa, fueron sumandose voces críticas. “Esto no nos lleva a ningún sitio, porque vamos a llegar a marzo igual que cómo estábamos en marzo pasado”, lanzó un productor que paga la cuota. “Están durmiendo con el enemigo”, criticó un ex integrante de la Mesa. Mientras otros pedían acciones concretas para presionar antes de seguir negociando, como tomar las industrias las veces que sea necesario. En algunos, enardecidos, también se notó el orgullo lastimado: “Moreno hace 7 años que nos caga, pero Curiotti hace 70; ya cagó a mi abuelo, a mi viejo y ahora a mí”, se indignó uno de los productores.

Sobre el final, Lanza aportó una cuota de mesura y lucidez sobre la propuesta de tomar plantas: “muchachos, hoy las cosas no están como en diciembre del 2007; hoy por la crisis peligran puestos de trabajo en las industrias y hay un gremio con 70 años que sabe hacer las cosas y que se nos va a poner enfrente”.

 

Como Moreno ya les aclaró “que no está en el ánimo del gobierno quebrar empresas”, Socín manifestó que los productores tendrán que arribar por su cuenta a un arreglo con la industria.