Intensificación agrícola en San Justo

Prueban maíz y soja en una misma campaña agrícola

Los grupos CREA del norte provincial llevan adelante un trabajo experimental en el que combinan dos cultivos de verano con el oobjetivosde darle mayor estabilidad a las empresas de la región.

Juan Manuel Fernández

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San Justo, Enviado Especial

Hace poco más de cuatro años que los grupos CREA del norte provincial se encuentran probando variables de iintensificaciónagrícola basadas en el doble cultivo de verano, por ejemplo girasol-maíz de tercera o maíz-soja de tercera. El objetivo es darle a las empresas de la región, en su mayoría pequeñas a medianas, mayor sustentabilidad y rentabilidad en el tiempo.

En San Justo, a principio de diciembre, se realizó una jornada en la que se evaluó el desempeño de maíces super precoces y su efecto como antecesores del cultivo de soja. Participaron productores locales y otros de San Bernardo, Ramayón, Villa Ana y Margarita, quienes —siguiendo la dinámica propia de los encuentros CREA— se organizaron en grupos para meterse en las parcelas y hacer las correspondientes mediciones.

Para los ensayos se usaron dos maíces, uno de madurez intermedia (DK670) y otro hiper precoz (P39B77HX), en distintas densidades de siembra y con diferentes niveles de fertilización.

1, 2, 3... probando

Con la guía de los ingenieros agrónomos Jorge Mercau y Pablo Cettour, encargados de diseñar los planes técnicos para los grupos CREA del centro norte santafesino, los asistentes —en su mayoría asesores de la zona— tomaron muestras de las espigas de ambas variedades para tener un resultado preliminar y estimar resultados. Una vez que contaron la cantidad de granos (el componente más importante del rendimiento en maíz) se concluyó que hubo respuesta muy positiva al aumento de densidad (en otro ensayo, en Margarita, con stress, tuvieron el resultado inverso) pero negativa al incremento de nitrógeno. El fertilizante se testeó en niveles de 140 y 180 kilos por hectárea a la siembra, y el número de semillas implantadas varió en 60.000, 75.000 y 90.000.

Al respecto, Mercau consideró que “hacia el norte (Vera y Pintado y Villa Ana) nos pasó que aumentar la densidad no nos sirvió y por lo tanto nos conviene mantenerla baja. Hoy (en San Justo) daría la sensación de que hay respuesta, pero habrá que esperar a la cosecha”.

Anticipar el llenado

de grano

En el norte santafesino, en general, se puede hacer soja detrás de maíz. Si se utiliza un maíz de ciclo intermedio la soja posterior se debe sembrar a fines de enero o a mediados de mes si se está más al norte.

La incógnita que guía los ensayos es qué pasa si se usan ciclos más cortos de maíz para poder adelantar la implantación de la oleaginosa, por ejemplo al 10 de enero en lugar de hacerlo a fin de mes. Pero también cuánto se resigna en la cosecha de cereal cuando se utiliza un grupo de madurez precoz.

“Tenemos una hipótesis de trabajo: que, tal vez, hacer definir el número de granos en noviembre, en vez de diciembre, puede estabilizar los planteos”, explicó el asesor.

Como los maíces más cortos se terminan hacia fines de diciembre, durante la jornada los cultivos estaban en R3 —con grano de lechoso a pastoso— y les quedaba poco ciclo por delante. Por lo tanto tienen la capacidad de “escaparle” al stress en años con complicaciones hídricas y estabilizar los rendimientos.

“En los resultados del año pasado encontramos que en la zona de San Justo estabamos perdiendo de 1.500 a 2.000 kilos respecto de un buen planteo de maíz con rendimientos de 7.000 a 9.000 kilos. Pero en Margarita, en un ambiente más complicado, con rindes de 5.000 kilos, con este tipo de materiales no hubo diferencias”, detalló el diseñador de los ensayos.

En cuanto a la fertilización, los resultados son promisorios en algunos lugares pero en otros no. “Al día de hoy la conclusiones serían: en el norte, con un planteo de 130/140Kg/ha/N y con una densidad no muy alta, se puede hacer un buen maíz y detrás una soja tal vez interesante; y acá, en San Justo, podemos usar una densidad levemente más alta que los convencionales y un nivel de fertilización de un buen planteo, por más que el cultivo tenga un menor nivel de demanda total”, finalizó el especialista.

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EL DATO

Confianza y compromiso

De los ensayos de los grupos CREA en el centro-norte provincial participan 50 empresas agropecuarias medianas con un presupuesto anual de $160.000, de los cuales el 60% proviene de sponsors y el resto es plata que aportan los mismos productores, prueba de la confianza que existe hacia el movimiento y sus actividades.

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El especialista Jorge Mercau guió la observación que los asistentes hicieron de la marcha de los cultivos.

Foto: Juan Manuel Fernández

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Al 5 de diciembre, evidente diferencia en la madurez de los maíces intermedios (derecha) y precoces (izquierda). Ambos se sembraron el 22 de agosto.

Foto: Juan Manuel Fernández

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