llegan cartas

Reflexionen, muchachos

Señores directores: Días atrás, en las páginas de este prestigioso vespertino, leí declaraciones del ex presidente, ex vicepresidente, ex gobernador, ex-ex-ex Duhalde, quien calificó de “tóxico” al representante del matrimonio patagónico. Es verdad, pero le agregaría: letal y paralizante, ya que se adapta a su personalidad política.

Pero mi estimado ex, no se ponga contento porque me pongo de su lado. Usted y todos los políticos merecen la misma calificación con la que se lo tildó al calafateño de mirada fija y engañosa. El encono y la rivalidad política de todos ustedes los ha cargado, precisamente, de esa toxicidad, de la que todos nos hemos contaminado y continuamos en la búsqueda del tan ansiado antídoto que nos salvaguarde del futuro.

El egoísmo de todos ustedes ha potenciado la bronca y el resentimiento y se olvidaron que, en el medio, estamos nosotros.

No ayudan, entorpecen, no construyen, destruyen y lo más desconcertante es que dicen que esto es ejercer la democracia y más descolocante aún es que, dicen, lo hacen de manera digna.

Dejen de lado la sed de venganza, vivan para gobernar si es ése el camino que han elegido, no gobiernen para vivir; giren la mirada atrás, así nos fue y nos va y no dejen de tener en cuenta que en el medio estamos nosotros y somos los que tenemos que seguir “parados” para bien de nuestro país, porque si salimos o mejoramos, seguramente será por nosotros, no por ustedes.

Jorge A. Fontanetto.

LE: 7.709.945. Ciudad.