Peligros para la audición en vacaciones

Télam

Los peligros para la audición aumentan en las vacaciones porque, al haber más tiempo para el esparcimiento, las personas se exponen más al ruido, alerta la Fundación Argentina de Otorrinolaringología (Faro).

La entidad destacó que en las vacaciones la audición es agredida por ruidos de alta intensidad y manifestó la necesidad de concientizar a la población, sobre todo a los más jóvenes, en cuanto a las medidas de prevención para evitar problemas auditivos.

Vicente Diamante, presidente de la Faro, indicó que “el trauma acústico de la sordera por el ruido era una enfermedad profesional y afectaba, generalmente, a la gente que estaba expuesta a ruidos muy importantes por su trabajo”.

Pero sostuvo que, “ahora, eso pasó a ser una cuestión de la juventud, fundamentalmente por el volumen en que escuchan la música y la participación en actividades donde predomina el ruido”.

Acotó que “incluso también pasó a ser un problema de la niñez, por el uso de los MP3 y de los juguetes extremadamente ruidosos en edades tempranas”.

El especialista insistió en que “es entonces en vacaciones cuando más se usan elementos sonoros para el esparcimiento y cuando la audición es más agredida, por los ruidos de alta intensidad”.

Señaló que “lo fundamental es tomar conciencia de que a la intensidad acústica hay que disminuirla y hay que ponerla a un volumen intermedio”.

Diamante, al aludir al uso del MP3, destacó que “la fidelidad de esos aparatos es tan grande, que no hace falta gran intensidad acústica para percibirlo mejor”. Precisó que “a los MP3 hay que ponerlos a una intensidad media que no supere los 90 decibeles, para poder usarlos hasta 10 horas por día”.

Reiteró que “el tema es la intensidad acústica, porque el sonido de 130 a 140 decibeles no puede ser percibido por el oído sin que se produzca algún tipo de daño”. Señaló que “en verano aumentan las consultas por la lesión de la cóclea por el ruido y el motivo siempre es el mismo: zumbido y pérdida de la audición”.

El presidente de la Faro destacó que, “cuanto mayor sea el tiempo de exposición al ruido, mayor será el estrés de las células del oído interno”. En ese sentido, acotó que “la fatiga de los oídos puede tener como resultado un desplazamiento temporal o permanente del umbral auditivo, limitando la cantidad de sonidos que se pueden llegar a oír”.

La Faro recomienda no exponerse a sonidos de altos volúmenes y, ante la aparición de alguna molestia o disminución del sentido auditivo, realizar una consulta médica.