Comenzó el desfile de “Llamadas”

Montevideo se inundó de candombe

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Música, color y alegría en dos días de fiesta que tienen por protagonista a la población negra de Montevideo, que es muy numerosa, incluyendo a jóvenes y viejos.

Foto: Agencia EFE

En la primera jornada de la fiesta más popular del Carnaval uruguayo, al ritmo de los tambores, desfilaron decenas de comparsas. Aunque son los negros los principales protagonistas, también “gozan los demás...”. En la capital oriental la fiesta borra hasta las diferencias políticas.

Jorge Figueroa

Agencia EFE

El desfile de “Llamadas”, la fiesta más popular del Carnaval uruguayo, se celebró anoche, en su primera parte, como es tradicional por los barrios Sur y Palermo de Montevideo, colmados por miles de uruguayos y cientos de turistas.

Los espectadores se agolparon a lo largo del kilómetro y medio recorrido para disfrutar con el sonar de las lonjas y vivar a sus grupos preferidos.

Al rimo del tambor, las Agrupaciones de Negros y Lubolos (blancos pintados de negro) inundaron de candombe toda la zona, e hicieron vibrar a los presentes, muchos de los cuales bailaron de manera espontánea. Paula Juvencio, una hermosa joven de raza negra y de 18 años, abrió el desfile como Reina de las Llamadas, tras ser coronada en la elección que congregó a representantes de casi veinte zonas de Montevideo.

Un total de 24 agrupaciones de negros y lubolos desfilaron por las estrechas calles de la zona sur de la capital uruguaya a escasos metros del Río de la Plata, por el que llegaron a este país sus ancestros de origen africano siglos atrás.

Hoy, otras 24 agrupaciones, completarán las “Llamadas”, que desde el pasado año debieron dividirse en dos jornadas por el creciente número de participantes y la expectativa popular. Los porta banderas y porta estandartes abrieron el desfile de cada grupo y detrás de ellos marcharon decenas de bailarines de ambos sexos y las más diversas edades, mamás viejas, gramilleros (especie de brujos), escoberos (malabaristas con la escoba) y vedettes.

Todos ellos bailando candombe al ritmo diverso de cada “cuerda“ (grupo) de tambores de unos setenta integrantes. Los tambores: chico, repique, piano y bombo, resonaron con inusual fuera, y muchos de los tamborileros sufrieron heridas en sus manos debido a la potencia al golpear la lonja, que quedaron ensangrentadas.

“El candombe es de los negros... pero gozan los demás”, reza uno de los temas más populares del carnaval uruguayo y, el desfile de “Llamadas”, dio una vez más la razón con miles de personas de la más diversa condición social y mezcla de razas bailando en las calles. Varias mulatas de esculturales figuras y muy poca ropa, cimbreantes al ritmo del tambor, se robaron la atención y los aplausos, en especial las miradas masculinas.

El desfile de “Llamadas” supera incluso las diferencias políticas, y en el palco principal se pudo ver a cuatro precandidatos presidenciales, como el senador José Mujica, de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, y el también senador Jorge Larrañaga, del Partido Nacional o “Blanco”, principal de oposición, sentados uno al lado del otro y departiendo sobre los grupos.

Una de las notas de la jornada fue la participación de la agrupación La Melaza, que tiene la particularidad que su cuerda de tambores está integrada únicamente por mujeres.

Hoy será el turno del segundo grupo de 24 agrupaciones, encabezadas por Elumbé, la ganadora del desfile de Llamadas en 2008.

El concurso de Llamadas repartirá 1.535.000 pesos en premios (unos 66.000 dólares).

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EL DATO

Cosa de negros

Las “llamadas” de carnaval constituyen la fiesta por excelencia de la comunidad afro-uruguaya que se desarrolla por la calle Isla de Flores del barrio Sur y Palermo de Montevideo, la cual proviene de la época colonial. Por aquel tiempo, los negros eran traídos como esclavos y los únicos días en que podían expresarse libremente era en carnaval. En los barrios marginales los negros se reunían y comenzaban a batir las lonjas de sus tamboriles, lo que funcionaba como una “llamada” ancestral a otros negros, los cuales se unían al festejo.