Omar Chiarelli, presidente de la Liga Rafaelina

“Vamos a sufrir por la falta de sponsorización”

El titular liguista hizo un balance de la temporada 2008, y habló de los desafíos para el nuevo año en el fútbol de la zona oeste de la provincia.

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Omar Chiarelli es la cabeza visible de una Liga Rafaelina ordenada y de gran proyección.

Foto: Agencia

Juan Carlos Scalzo

Omar Chiarelli siente el orgullo de ser el presidente de la Liga Rafaelina de Fútbol (LRF), reconocida como una de las más importantes del país, a la vez que asegura “vivir la pasión del fútbol como el hincha más fanático”, entusiasmo que ha reflejado en el compromiso puesto de manifiesto en cada uno de los cargos que desempeñó, tanto en sus comienzos en Atlético de Rafaela como en su rol de delegado y directivo en la entidad.

Años de labor dirigencial le han valido el reconocimiento y el respeto de sus pares, y en la actualidad es, además, vicepresidente 2do. de la Federación Santafesina de Fútbol, y delegado ante el Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino.

En diálogo con El Litoral, el titular de la LRF repasó los temas más destacados del año que se fue, y su preocupación por los efectos de la crisis que se avecina en los clubes de fútbol.

—¿Puede ser que a nivel nacional la Liga Rafaelina sea mirada con admiración por otras instituciones?

—Es cierto. Me preguntan los representantes de otras ligas cómo hacemos para tener tantos clubes y la cantidad de torneos que organizamos, pero en verdad esto no es mérito propio, sino de todos los dirigentes que pasaron antes por la institución, siempre manejada con seriedad, responsabilidad y con mucho trabajo, por sobre todo.

Los fines de semana en nuestra Liga, están en actividad 4.600 jugadores pertenecientes a los 37 clubes que componen las tres categorías (Grupo C, Grupo B -con dos zonas- y Grupo 1), y todas las divisiones amateurs. A esto se suma la participación de 4 equipos en el torneo Argentino A (Ben Hur y 9 de Julio, de Rafaela, y Unión y Libertad, de Sunchales) y otro en el Nacional B (Atlético de Rafaela).

—¿Qué dejó como saldo el 2008?

—Hay dos cuestiones que me parecen importantes de destacar, aparte de las ya mencionadas. Por un lado, la Liga sigue creciendo en cuanto a clubes que participan en sus torneos y, por el otro, se notó un significativo incremento de la asistencia de público a los estadios.

—Respecto de la violencia en las canchas, se puede decir que fue un año tranquilo. ¿Cómo lo ve usted?

—La sociedad espera el día domingo para descargar sus frustraciones. Acá la televisión te muestra violencia constantemente, los juegos de los chicos en los cyber son violentos, y esto se transmite por todos lados y pega en la forma de ser de la gente. Entonces en un mundo violento, un deporte como el fútbol, que es de confrontación, no puede estar ajeno. De todas formas, puedo afirmar que la situación ha mejorado en cuanto al respeto y la actuación de las hinchadas de los diferentes clubes, no obstante tuvimos hechos que, afortunadamente, no pasaron a mayores.

—¿Qué panorama se vislumbra para este año?

—El 2009 será muy difícil en lo económico. Todos sabemos que el fútbol es deficitario. Lo que vemos es que los problemas nos van a presionar y a exigir mayor esfuerzo de las instituciones y sus dirigentes, para encontrar soluciones. El gran problema que vamos a sufrir, creo que será la falta de sponsorización de empresas privadas en función del ajuste que están haciendo, por eso habrá que aportar nuevas ideas y sumar voluntades para mejorar el posicionamiento económico de los clubes.

—Humildemente, la diferencia que marca la Liga Rafaelina está dada, en gran medida, por la calidad de los dirigentes, ¿es así?

—Hay gente que no sabe del trabajo de los dirigentes de fútbol. Pero hablo de los buenos dirigentes, no de los “calienta sillas”. A esta actividad hay que mamarla, se necesita tener vestuario. Yo lo puedo decir porque he convivido con jugadores, recorrí kilómetros con ellos y sé cómo sienten, qué pretenden, y eso sirve de gran experiencia. Igualmente, todavía no he aprendido todo, día a día aparecen situaciones nuevas. Por eso, el dirigente tiene que dedicarle tiempo, pasión y estudio, para saber a lo que se enfrenta a la hora de tomar decisiones. La función de un dirigente honesto dentro de una institución deportiva es trabajar y mejorarla para que el conjunto de la comunidad se beneficie con ello, y no para sacar un rédito personal.

Mire, se puede decir que yo hice el “servicio militar” como dirigente de Atlético, colaborando en los distintos deportes, y siempre ad honorem. Hice cosas buenas y he cometido errores, pero siempre interpreté que brindarse por las instituciones es hacer algo por la vida y para poder hacerles entender a los nietos lo que significa una pasión.

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ADEMÁS

Objetivos claros y concretos

El presidente de la Liga Rafaelina aclaró: “Nuestro mayor objetivo es el de sacar chicos de la calle, alejarlos de la droga y también de la vida ociosa, por eso siempre pedimos a las autoridades que ayuden y respalden a los clubes por la importancia que tienen en lo social.

“En la actualidad, la revisión médica de todos y cada uno de los chicos y mayores que juegan en la Liga se lleva adelante a través del municipio, pero estamos trabajando, y mi aspiración y la del resto del cuerpo directivo es tener en 2009 el consultorio médico propio instalado y funcionando en la sede de la Liga para practicar los exámenes médicos con carácter obligatorio”, analizó.