Cumple 150 años

El arquetipo de las sillas

Patricia Baelo

(EFE)

La legendaria “Número 214” de Thonet, más conocida como la “silla de las sillas”, la primera que fue reproducida en serie y que revolucionó la industria del diseño de muebles vistiendo cafés, teatros y millones de hogares de todo el mundo, celebra su 150º cumpleaños, manteniéndose líder en el mercado.

Para conmemorar el nacimiento de la clásica silla de madera maciza, Thonet tiene previstas a lo largo del año, numerosas exposiciones y publicaciones, e incluso pretende lanzar una versión infantil de su 214, según explicó la empresa. En 1859, el ebanista y constructor de muebles alemán, Michael Thonet, descubrió una nueva forma de trabajar la madera, consistente en exponer láminas de madera impregnadas de cola al vapor. El calor y la humedad generados conseguían deformar la madera, hasta el punto de obtener una masa compacta, elástica y flexible, que posteriormente podía modelarse a gusto de cada uno, simplemente ejerciendo presión.

Con este descubrimiento, Thonet (1796-1871) no sólo revolucionó el diseño de muebles, sino que también se hizo famoso por crear la técnica del curvado de madera, por la que obtuvo una primera patente en 1841. Así es como apareció en Viena en 1859, la “Kaffeehaus-Stuhl n. 14” (“Silla de café Número 14”), hoy bautizada como “Número 214”, que supuso la consolidación internacional de la empresa Gebrüder Thonet, que el fabricante de muebles había fundado diez años atrás.

Lo que el señor Thonet nunca imaginó es que, mientras que su modelo “Número 1” recibía ovaciones por todas las ferias internacionales, su invento se convertiría en la primera silla reproducida en masa de toda la historia, con una producción continuada, que supera hoy los 50 millones de ejemplares. La empresa había trasladado, en 1856, sus actividades al pueblo moravo de Korycany, en la parte oriental de la actual República Checa. Moravia proporcionó a Thonet y a sus cinco hijos, la madera de haya, la materia prima esencial para expandir la producción. A principios de 1870, la familia tenía filiales repartidas por todo el mundo, y hoy día, esta clásica silla de cafetería, es el producto industrial con más éxito de toda la historia.

Un mueble tan atractivo como funcional y sencillo era justamente lo que la sociedad del siglo XIX, reivindicaba en un momento en que todas las artes, buscaban huir del neoclasicismo imperante. Cobró protagonismo en los escenarios de teatro y de cine, como elemento imprescindible de los cafés parisinos y berlineses de principios de los 30, e incluso ha sido objeto de libros.

De esta forma, cafés y restaurantes fueron aligerando y adquiriendo una apariencia menos pomposa y opulenta. La aparición de la Thonet marcó un antes y un después en la historia de las clases sociales, al ser la primera silla específicamente diseñada para atraer a las masas, y con un precio accesible para la burguesía incipiente de toda Europa.

Hasta su nacimiento, la clase acomodada era la única que tenía el privilegio de sentarse en sillas, pero con el triunfo de las industrias culturales y la mercantilización del arte, surgió la producción en serie. Construida a partir de seis pedazos de madera y un manojo de destornilladores, de fácil transporte y montaje, pronto comenzó a exportarse a otros continentes, desde Asia hasta África, pasando por el Nuevo Mundo. Con una solidez y resistencia que la han hecho sobrevivir durante generaciones, las líneas de muebles de la marca Thonet han hecho que perdure durante modas y épocas. Hoy, la empresa Thonet está capitaneada por la quinta generación de la familia y tiene su sede en Frankenberg, al norte de Hesse (centro de Alemania).