Análisis de un sector estratégico

¿Cuánto empleo genera el campo?

El autor de este artículo explica que la cadena agroindustrial aporta el 40% del PBI argentino. Esto contradice los números del Gobierno que estiman que esta cifra apenas alcanza el 10%. y además sostiene el 34% de los puestos de trabajo.

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La cifra. Se estima que el campo y las empresas que producen alimentos y otros subproductos derivados del agro sostienen el 34% de los puestos de trabajo en la Argentina.

Foto: archivo

 

Esteban Hernández

Fundación Apertura

La crisis político-económica que estalló el 11 de marzo pasado, puso en discusión una serie importantes de paradigmas y preconceptos que hasta hace un año ni siquiera se planteaban. Uno de estos, preconceptos más arraigados, es que el campo no genera empleo,

Los argumentos mas comunes para fundamentarlo son contradictorios: algunos acusan a la mecanización (el exceso de tecnología) que redujo el empleo en actividades rurales, también se dice que el campo no genera empleo porque un grupo de terratenientes pretende tener las tierras subocupadas porque no quieren invertir, en definitiva son rentistas parasitarios que con su actitud egoísta generan atraso, letargo y poco empleo.

Para dilucidar esto lo mejor que podemos hacer es buscar datos cuantitativos de fuentes inobjetables.

Para ello buscamos datos en el Anses, el Indec y el Ministerio de Economía. Por los datos de personal ocupado y sindicalizado nos encontramos con la sorpresa de que el sindicato Uatre de peones rurales es el sindicato mas grande de la Argentina en cantidad de afiliados —alrededor de 700.000—, es decir trabajadores inscriptos al sistema nacional de empleo y además afiliados al sindicato (puestos en blanco). El segundo sindicato en cantidad de afiliados (el sindicato de la construcción) ni siquiera llega la mitad de afiliados.

Se puede decir que esto es así porque en la construcción mucha gente trabaja en negro y por supuesto mucha menos se afilia, pero este concepto corre de igual manera para los peones rurales, es decir, trabajo en negro y bajo porcentaje de afiliación.

Analizando los datos del Indec, (censo Nacional 2001) nos encontramos que solo el 11 %, de la población argentina es rural, el resto es urbana. Este dato llamativo nos marca que comunas como Helvecia, San justo, Chovet, San Jorge, Las Parejas o Vera, por tener más de 2.000 habitantes son consideradas poblaciones urbanas.

Estos datos estadísticos oficiales, se basan los criterios técnicos (de alrededor de 1875) copiados de los sistemas estadísticos franceses de esa época. Desde entonces, en Francia, se modificaron dos veces los métodos estadísticos, sobre todo en el criterio de relación y análisis de datos estadísticos de poblaciones rurales. Además, se ha producido un tercer proceso de modificación al unificarse los métodos estadísticos entre los países miembros de la Unión Europea y en este momento se esta discutiendo un nuevo sistema de criterios y métodos.

En muestro país, el trabajo realizado por Ministerio de Economía en 2008, y otros anteriores, proponen enfáticamente revisar este criterio por otros mas afinados.

Sólo a modo de ejemplo, podemos decir que si se pasara a considerar población rural la que habita en localidades de menos de 20.000 habitantes la Provincia de Santa Fe tendría el 33,08% de población rural, Entre Ríos el 40,33%, Córdoba el 31,77%, y el país pasaría al 23,46%.

Mirar toda la cadena

Otro concepto central que debe ser revisado, es el de cadena de valor, desde la década del 80’ tanto en la teoría económica, sociológica y de la gestión de recurso, se incorporó el concepto de cadenas de valor, que, resumidamente, analiza las relaciones de insumo y producción entre distintos sectores de la economía, basándose en los aportes técnicos desarrollados por el Premio Nóbel de Economía (1973) ruso L. Leontief, que a través de lo que se llama la matriz de insumo-producto explica, en forma numérica las múltiples inter-relaciones entre distintos sectores de la economía en un momento dado.

En base a este criterio totalmente aceptado en toda la teoría y la práctica de gestión, y las nuevas pautas estadísticas de análisis de lo rural y de sus cadenas asociadas, podemos ver por ejemplo, los números de Francia y encontramos que mas del 40% del empleo se genera alrededor de las cadenas agroindustriales .

Además, estos empleos son de gran calidad y hacen a la base socioeconómica y cultural del pueblo francés. El análisis por cadena de valor es uno de los elementos de análisis fundamental, para que los franceses subsidien a los productores por ser la parte de la cadena más vulnerable, pero que sin la cual el resto de los eslabones agroindustriales, no podrían existir, crecer y desarrollarse.

Por ejemplo, la cadena Láctea Francesa tiene un enorme desarrollo, pero no puede existir si no hay tamberos ordeñando en los campos.

 

Los productores son la parte de la cadena más vulnerable, pero sin la cual el resto de los eslabones no podrían existir, crecer y desarrollarse.

 

Los números del campo

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en relación

La Fundación Producir Conservando encargó a docentes de las Universidades de Buenos Aires, San Andrés y otras —coordinados por Juan Llach— un análisis del empleo de las cadenas agroindustriales de nuestro país. Allí se demuestra en base a los datos públicos, que estas cadenas generan el 34% del empleo total del país, es decir unos 4.500.000 puestos de trabajo (y más del 40% del PBI Nacional).

Pese a lo anterior, en nuestro país, muchos académicos y los entes estadísticos, siguen utilizando el concepto de sector primario, secundario y terciario, (extracción, industria y servicios, otro criterio del siglo XIX) para analizar la actividad económica, y por eso, el sector primario de la economía, solo genera el 10% del PBI (a valores corrientes).

Con este criterio anacrónico por ejemplo, se da la paradoja de que los miles de veterinarios e ingenieros agrónomos, son censados dentro del sector de servicio, y no del campo. Lo mismo podemos decir para los investigadores y extensionistas del INTA. Los 20.000 empleados que trabajan en las consignatarias de hacienda son sector de servicio, los obreros de frigoríficos son sector secundario, etc.

En el siglo XIX, los carreros que sacaban la cosecha del campo y llevaban los insumos eran peones rurales (sector primario), y hoy para las estadísticas, los camioneros son del sector de servicio.

Al revés, con el análisis de cadenas de valor vemos que por ej, el 80% del movimiento de cargas argentino se origina para y por el sector agroindustrial.