Ya lo ganaron Héctor Alterio, Les Luthiers y Julio Bocca

“Tito” Cossa obtuvo el Premio

Hispanoamericano de los Max

El galardón se concede al espectáculo, entidad, compañía o profesional hispanoamericano que más haya destacado por sus aportaciones al mundo de las artes escénicas. La entrega será el próximo 30 de marzo en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria.

De la redacción de El Litoral

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EFE

El dramaturgo Roberto “Tito” Cossa, cuyas obras están consideradas como uno de los testimonios “más elocuentes y dramáticos” de la Argentina de los últimos 30 años, fue galardonado el viernes con el Premio Hispanoamericano de las Artes Escénicas de los Premios Max de teatro.

El citado galardón se concede, por designación directa, al “espectáculo, entidad, compañía o profesional hispanoamericano que más se haya destacado por sus aportaciones al mundo de las artes escénicas”, informó la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae) de España.

Cossa recibirá su premio Max, una iniciativa de la Fundación Autor y la Sociedad General de Autores y Editores españoles, en la gala que se celebrará el próximo 30 de marzo en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, donde se dará a conocer el resto de los galardones. El premio concedido a Cossa fue decidido por unanimidad por el comité organizador de los Premios Max.

La organización de los Premios Max otorga además del Premio Hispanoamericano otros dos de designación directa: el de Nuevas Tendencias, que es para el Festival Escena Contemporánea, y el de Honor, que aún no se conoce. También concede el Premio Max de la Crítica y el Premio al Espectáculo Revelación.

Tito Cossa se suma a un cuadro de honor que ya integran Alicia Alonso (1998), Héctor Alterio (1999), el Festival Iberoamericano de Cádiz (2000), Les Luthiers (2001), el Teatro General San Martín (2002), Marco Antonio de la Parra (2003), el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato (2004), Fanny Mickey (2005), Víctor Hugo Rascón Banda (2006), Julio Bocca (2007) y el Fitei (2008).

“Muy halagado”

El dramaturgo aseguró que se siente “muy halagado” por el premio: el emblemático autor confesó a EFE en una entrevista que ese premio, que le va a ser concedido por el comité organizador de los Premios Max el próximo día 30 en Las Palmas de Gran Canaria (España), es, además de “un gran halago”, una “sorpresa absoluta”.

“Ganar un premio siempre es muy bueno y mucho más uno internacional y de esta envergadura, así que para mí es muy halagüeño e importante”, explicó durante la entrevista concedida en la sede de Argentores (la sociedad general de autores de la Argentina), institución que preside.

Pero, a pesar de la aportación personal del galardón, para Cossa lo más relevante de él es que se lo den a un autor “que es puramente autor”, una labor que a su juicio “se está descalificando aceleradamente como rol importante dentro del teatro”, en detrimento del director. No obstante, cree que la situación del teatro en Argentina es buena, que hay una “verdadera explosión teatral”, con muchas salas de diferentes tamaños y un público muy diverso.

En su opinión, la crisis no le ha afectado todavía de forma significativa a este arte y resaltó que en este aspecto puede ser muy preciso, porque la entidad que lidera es la que recauda los derechos de autor, que “se reducen siempre si desciende la actividad”, y apuntó que es algo que no ha ocurrido aún.

Teatro activo

Sin embargo, reconoce que en momentos de descalabro económico, lo primero que la gente reduce es el entretenimiento, pero considera que “la situación argentina es diferente, porque ya se han vivido crisis muy importantes, como la de 2001, y el teatro sigue estando activo”.

Buenos Aires es desde su punto de vista “y no es soberbia de porteño”, aclaró Cossa, la ciudad con mayor actividad teatral del mundo, con una media de 350 obras diarias los fines de semana.

El galardonado destaca también la explosión artística que vive actualmente la juventud argentina, que “encuentra de pronto en estos espacios reemplazar otras cosas que tuvo mi generación, como los espacios políticos y los culturales más ligados a la acción social política”.

Ahora, en cambio, “cada uno tiene su proyecto personal”, y reflejo de ello es para él que Buenos Aires tenga tanta cantidad de estudiantes de cine como toda Europa junta, con alrededor de 14.000.

Al hacer el balance de su carrera, el dramaturgo cree que es un tanto desmedido el papel que se le reconoce en el ámbito de los derechos humanos, una presencia que para él es “natural para cualquier argentino sensible que haya pasado por el terror que pasamos nosotros”. Para él “la dictadura fue estar en el infierno”, por eso se considera “un fanático defensor de los derechos humanos”, precisamente porque padeció su falta durante el último régimen militar (1976-1983).

A los 74 años se define como “muy porteño y muy observador de los ciudadanos de Buenos Aires y de la clase media”, en la que se engloba, “con mucha vocación política”, que, según confiesa, siempre ha aparecido metafóricamente en sus obras.

Lejos de pensar en la retirada, aseguró que piensa seguir escribiendo mientras pueda. Recordó que está a punto de estrenar la obra “Cuestión de principios”, y confesó que para cerrar de manera pletórica su carrera sólo le quedaría por ganar el Premio Iberoamericano.

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A los 74 años asegura que piensa seguir escribiendo mientras pueda, y que está a punto de estrenar la obra “Cuestión de principios”.

Foto: Agencia EFE

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ADEMÁS

Trayectoria

Roberto “Tito” Cossa, nacido en Buenos Aires en 1934, es uno de los dramaturgos más importantes de la historia del teatro argentino. Comenzó trabajando como periodista para los diarios Clarín, La Opinión y El Cronista Comercial, todos de Buenos Aires, y para la agencia de noticias cubana Prensa Latina.

Es autor de las obras “La Nona”, “Yepeto”, “El viejo criado”, “No hay que llorar”, “Los compadritos”, “Gris de ausencia”, “Ya nadie recuerda a Fréderic Chopin”, “Tute Cabrero”, “Nuestro fin de semana”, “Angelito (El cabaret socialista)” y “El saludador”, entre otras.

Para el cine adaptó la novela de Osvaldo Soriano “No habrá más penas ni olvido”, de Héctor Olivera; sus obras teatrales “La Nona”, también de Olivera, y “Yepeto”, de Eduardo Calcagno.

También escribió con Carlos Somigliana el guión de “El arreglo”, de Fernando Ayala, y el de “Tute cabrero”, convertido después en obra teatral.

Fue galardonado con el Premio Nacional de Teatro Argentino y el Premio de la Ciudad de Buenos Aires, además del Premio de Honor de la Sociedad General de Autores de Argentina (Argentores), que presidirá hasta 2010.

Militante por los derechos humanos, fue distinguido por las Madres de Plaza de Mayo por su labor en favor de los derechos humanos, e integra la junta directiva de la Comisión por la Memoria que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.