La santafesina se trajo todo

Al final apareció La Nona

Desatando una furibunda atropellada, la yegua entrenada en Santa Rosa de Calchines logró vencer a Compañero, con una gran tarea del jinete Luis Abelardo Gaitán.

Juan Raúl Moncada

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Un gran marco de público ofreció la Hiporrecta Municipal Ciudad de Viale, que tuvo competencias de buen nivel y dos clásicos que resultaron muy atractivos; el escenario entrerriano mostró seguir estando en un nivel magnífico y se prepara con todo para el próximo 5 de abril, cuando en una jornada extraordinaria, enfrente al santafesino Indio y al correntino Nubarrón, en una carrera que ya está despertando el gran interés del ambiente cuadrero.

Todos...

El clásico Velocidad no tuvo ausencias y los cuatro ejemplares se alinearon en la indicatoria de los 350 metros. Por dentro, se ubicó Paisanito, separado por un andarivel de Miguelito, luego —sin andarivel— Compañero y por fuera con otro “hilo” de por medio La Nona. Cuando se abrieron, las gateras Miguelito y Compañero trataron de asumir el comando, mientras por dentro Paisanito corría tercero, regalando algunos metros La Nona, ya que su jinete Luis Gaitán, golpeó su pie derecho contra la gatera, lo que le provocó la rotura de la bota.

Por el centro y respondiendo a la fusta de Maximiliano Perdomo Compañero se deshizo de Miguelito, mientras por fuera Gaitán apuraba la marcha de La Nona que hasta los primeros 150 metros de la prueba estaba lejos de ser protagonista.

Quedaban 100 metros para el disco y parecía que Compañero se quedaba con todos los honores, porque el andar del pupilo de Giovanny se mostraba superior, sobre todo al de los dos caballos que corrían por dentro; por lo que parecía que nuevamente “la plata” viajaba para el norte de la provincia.

Faltaban apenas 30 metros para el disco, cuando apareció como una flecha la zaina La Nona, que emparejó la línea de Compañero cuando quedaba realmente muy poco, para dominar y pasar de largo en la sentencia, decretando medio cuerpo a su favor, desatando la gran alegría de la barra del stud Baltazar.

Enorme demostración de La Nona, la zaina que a los 8 años sigue manteniendo una vigencia tremenda y que pudo hacer valer todo su poderío, tal vez heredado de su línea paterna —es nieta de Logical -Buckpasser-, el recordado padrillo estadounidense que en nuestro país dio notables ligeros de la talla de la fenomenal Peanuts, pasando por La Valkiria, Laura Ly, Leger Cat y Welcome—; siendo destacable, también el valor de una sangre pura entera, enfrentando a ejemplares cuarto de milla en distancias aparentemente prohibitivas para los ejemplares con preferencia al fondo.

Por su parte, una vez más Compañero volvió a demostrar sus bondades y sus condiciones, ya que pese a que le tocó perder dejó todo en la cancha y hasta un par de saltos antes de que la sentencia asomara al frente del lote.

Al final apareció La Nona

Por fuera y en gran atropellada, La Nona supera a Compañero, que corre por el centro de la pista.

Foto: Juan Raúl Moncada

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En soledad, Raúl Kalbin lleva hacia el disco a Marcelito.

Foto: Juan Raúl Moncada

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Marcelito, por varios

El primero de los clásicos de Viale fue resuelto con absoluta comodidad por el alazán Marcelito con la monta de Raúl Kalbin que fue una de las figuras de la tarde.

Con la ausencia de Evandiana, el clásico Fin del Verano quedó entre tres participantes, asumiendo un amplio favoritismo el caballo Marcelito de Las Garzas, que en la cancha respondió con creces al voto de la mayoría.

En buen momento, el Starter oficial ordenó la partida y enseguida Marcelito por el centro se mostró adelante, mientras por fuera accionaba Simón, quedando en la cola el santafesino Societario.

Formalizada la prueba, se planteó la lucha entre Marcelito al centro de la pista y Simón que con Alfonso “Pichi” Castro trataba de arrebatarle la punta, mientras un desconocido Societario no les podía seguir el ritmo.

Cuando faltaban 200 metros para el disco, Kalbin buscó abrigo en los palos, para pedirle el resto al pupilo de Fabián Schepen, que con mucha solvencia se desprendió del acoso de Simón, comenzando a sacar diferencias mostrando mucha clase y llegando al disco con cuatro cuerpos de ventaja, generando el aplauso del público en homenaje a este pingo que se mostró netamente superior que sus adversarios.