Presentaron el componente neonatal de AIEPI

Prácticas para promover la salud de embarazadas y recién nacidos

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Asesores regionales de OPS debatieron el tema con autoridades y profesionales de distintas provincias del país en la sede local del Instituto Coni.

Foto: Amancio Alem

El Instituto Coni de nuestra ciudad fue sede de la primera presentación nacional, del componente neonatal de la estrategia de atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia.

Mariana Rivera

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Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (el Nº 4) apunta a disminuir en dos terceras partes -según la tasa de muerte de 1990- para el año 2015, la mortalidad, en los niños menores de 5 años. Otro de los objetivos es el de bajar la mortalidad materna.

Según las estadísticas, en los países de América Latina, la muerte neonatal contribuye con casi la mitad de la mortalidad de los menores de 5 años y con más del 60% de la mortalidad de los menores de 1 año.

En este marco, asesores regionales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) debatieron en nuestra ciudad con autoridades del Ministerio de Salud nacional y profesionales de distintas provincias argentinas, cómo adaptar el componente neonatal de la Estrategia Aiepi (Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia) a las condiciones epidemiológicas y operativas particulares de cada región.

Era la primera vez que se presentaba este componente específico, que tiene como objetivo trabajar fuertemente para reducir el número de muertes y de enfermedades asociadas a problemas durante el embarazo, el nacimiento y el primer mes de vida, así como también para mejorar el cuidado y atención de los recién nacidos, tanto en los servicios de salud como en el hogar.

Este componente fortalece el potencial que la estrategia Aiepi viene poniendo de manifiesto durante los últimos años, al brindar una herramienta práctica al personal de salud y a los padres, para garantizar que los niños y niñas reciban cuidados y atención de la mejor calidad, en beneficio de un crecimiento y desarrollo saludables durante la infancia y la niñez.

La reunión fue convocada por la Unidad Técnica de Salud del Niño y del Adolescente, dentro del área de Familia y la Comunidad de la OPS, con sede en Washington, Estados Unidos, y por la Subsecretaría de Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud de la Nación. Se realizó en el Instituto Coni, de nuestra ciudad, que depende del Ministerio de Salud de la Nación y es centro colaborador de la OPS/OMS.

La madre también

El Dr. Francisco Martínez Guillén es consultor subregional de América Latina en salud neonatal de OPS y fue uno de los participantes de este taller realizado en el Instituto Coni. Consultado en relación con esta revisión que se realizó de la manera en que se interviene en salud en más de 120 países de la región, advirtió que “hay gran voluntad por modificar las cosas para mejorar la atención de las personas, sobre todo, para disminuir las enfermedades graves y disminuir la mortalidad en menores de 5 años, especialmente los recién nacidos (los menores de 2 meses). En ese marco, se empieza a ver la mujer embarazada y un concepto un tanto nuevo en algunos países de América Latina como es la atención de la mujer desde antes que se embarace”.

Al respecto, aseguró que “hay una serie de intervenciones que ahora se sabe que pueden modificar la mortalidad de los niños, cuando se atiende a la mujer desde antes que se embarace. Se le da consejería, se ve si no tiene infecciones, se advierte si tiene estilos de vida que no sean saludables o se aconseja modificar la malnutrición, ya sea ésta por defecto o por exceso (ya que cada vez hay más obesidad y sobrepeso en nuestros países) para ayudar mucho a la salud de la embarazada, del feto, del recién nacido y los niños en general”.

Y concluyó dando un ejemplo: “Sabemos que el ácido fólico se da desde hace mucho tiempo en muchos países pero no suficientemente antes de que se embaracen las mujeres. La embarazada llega cuando sabe su condición; recién en el segundo o tercer trimestre va a la consulta, porque muchas veces no es un embarazo planificado. Esto ya es tardío para mejorar estos malos resultados. Lo fundamental es intervenir antes de que se embarace, durante el embarazo temprano, modificar una serie de problemas de riesgo desde antes, para tener niños y mamás más sanos. Estamos esperanzados e ilusionados en que se van a poner en práctica estas intervenciones”.

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ADEMÁS

Causas de mortalidad

El Dr. Francisco Martínez Guillén, consultor subregional sobre salud neonatal de OPS, precisó cuáles son las enfermedades que afectan a los bebés recién nacidos y que pueden ocasionarles la muerte.

Según explicó, “en los dos primeros meses de vida, los niños están cerca del período neonatal, que es estrictamente el primer mes de vida. En el segundo mes, los problemas son muy similares a los que ocurren en el recién nacido. En Latinoamérica, los niños de esa edad se nos mueren mucho de asfixia al nacer porque no están respirando bien; un tercio por infecciones graves; otros por problemas respiratorios, sobre todo en los prematuros (niños que nacen antes de tiempo); y otros por malformaciones congénitas”.

En este punto, aclaró que “intervenciones muy costo-efectivas, como dar ácido fólico a la mamá desde antes de que se embarace -al menos tres meses antes y hasta un mes antes y durante el embarazo temprano-, disminuye estas malformaciones congénitas. Son intervenciones que el país ya está haciendo, pero va a haber que empezar a utilizar desde antes que se embaracen, vigilar esos embarazos muy bien para tener mejores resultados”.

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Francisco Martínez Guillén, nicaragüense, es consultor subregional de América Latina, en salud neonatal de OPS.

Foto: Amancio Alem

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EL DATO

Para países en desarrollo

El componente neonatal de la estrategia Aiepi está destinado a mejorar el acceso de la población a la mejor calidad de atención posible para la salud de la infancia y la niñez, sobre la base de los últimos conocimientos científicos y tecnologías disponibles que pueden ser aplicados en los países en desarrollo.

Fue elaborado por un grupo de expertos de numerosos países de América, bajo la coordinación de la Unidad Técnica de Salud del Niño y del Adolescente, dentro del área de Familia y la Comunidad de la OPS, y fue revisado en 2001 y 2002 en un seminario regional realizado en Río de Janeiro, Brasil y en Santa Fe, Argentina, respectivamente, sobre la base de las pruebas de campo realizadas en dos países de la región.