ropa urbana

Estilos caprichosos, mujeres abstractas

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Como en cada nueva temporada, hay algunos tópicos que indican qué usar para estar a la moda. A continuación, recomendaciones para no quedar aut y sentirte cómoda y con estilo propio.

• Siluetas marcadas pero en algún lugar, un toque de volumen: en cuellos, ruedos y mangas.

• Trajes con chaqueta y faldas tubo, mejor si son a cuadros en blanco y negro.

• Frunces, pliegues y volados

• Minis y maxis: shorts amplios con calzas debajo, polleras muy cortas con medias gruesas, faldas largas desde la media pierna al tobillo con cinturas altas, anchas o pegadas al cuerpo. Vestidos largos de inspiración retro, con cinturas definidas.

• Para la noche, mucha opulencia, brillos y bordados, faldas abullonadas y un estallido de colores. Apuesta segura es el crepe georgette, encaje, gasa, seda, satén, lamé de seda y shantung. Pailletes, guipur, plumas, lentejuelas y perlas para los bordados. Strapless y escotes vertiginosos para no pasar inadvertida. Los abrigos de piel, lujosos, estructurados acompañan cualquier traje de fiesta. En cuestión de colores, dominan el negro, el blanco, negro y blanco, azul noche y todos los metálicos.

• Para un look canchero, los infaltables jeans, camisa blanca y campera acolchada. O pantalones de franela lisa o a cuadros camisa (siempre están) al tono y trench de lana.

• Rayas y estampados en géneros de alto impacto, tweed, terciopelo y tul de seda, muselina, franela.

• Chalecos, camperas y cárdigans en colores metálicos (plata, oro y cobre) para un sport lujoso.

• Animal print en leopardo y cebra en audaces vestidos, accesorios y detalles.

• Guantes cortos o hasta el codo son el complemento preferido del invierno al igual que los gorros de cualquier trama y forma, las boinas, las bufandas de largos variados y los pañuelos sumados a prendas básicas.

• Un toque chic: carteras sobres en cuero de reptil.

Para estar a tono

• El favorito de los colores es el gris en prendas simples, netas y bien femeninas. Infaltable en ese tono: un tapado largo a la rodilla. El negro pasó de ser un clásico a ser un infaltable en todo tipo de prendas. Rosa en toda la gama, desde el suave hasta el violeta y lila.

La colección Chanel abusa del blanco y negro, lo combina en innumerables prendas y lo lleva a las medias: atrás negras, adelante blancas. Dorado, oro viejo y caramelo combinado con crudo y plata.

Violeta, naranja, verde manzana, fucsia y amarillo son los preferidos para dar toques locos a los oscuros. El rojo siempre conserva un buen lugar.

•Los efectos “bondage” ( vendaje) están en vestidos de crepe con tablas, medias y guantes. el touch: broches barrocos en piedras y perlas. Tiras que se cruzan en colores contrastantes en las delanteras de vestidos, blusas, medias y guantes.

• Cinturas bien definidas por cinturones anchos que la marcan en su lugar. Muchas pulseras y brazaletes y carteras extremas: o bien chicas o muy grandes.

• Las parkas, sofisticadas y voluminosas aportan un look informal a toda hora.

• Mucho tejido en lana, sweaters en cachemira cortos, sacos y envolventes tapados largos o a la rodilla

• Alpaca, franela y tweed a la vanguardia en texturas.

• Trajes de chaqueta con faldas o pantalones, son clave este invierno.

• Escotes vertiginosos y hombros al descubierto.

• Cuellos al tope; bien altos como delgadas chimeneas.

• Monocromía, Será frecuente ver mujeres vestidas en un solo color predominan el “todo” gris y el “todo” negro.

• Pantalones anchos y con botamanga le dan un descanso este año a los reiterados chupines. Como novedad los diseñadores europeos rescataron al olvidado pantalón de montar.

• Infaltables de la mañana a la noche, las camisas. Blancas e informales o en suaves sedas, son clave para estar al día.

Todo se recicla

• Superposición de prendas de diferentes largos, estampados y texturas para una imagen más barroca.

• Un toque masculino, la sastrería se renueva y domina el negro con toques de color. Corbatas y trenchs son lo más. El esmoquin se lleva con detalles femeninos y pantalón cigarette.

• Very british, cuadros derechos o al bies en tartán para pantalones, polleras, vestidos y camisas. Se llevan con botas altas al mejor estilo amazona. No descartarlos para un traje de cóctel original.

• Polleras en casi todos los largos: arriba de la rodilla, audaces minifaldas, a media pierna o rozando el tobillo, todo vale al momento de elegir el adecuado para cada silueta. Para un aspecto urbano, acompañan con camisas y sweaters y medias estampadas o de red. Marcado volumen de línea A o ligeramente evasé.

• Todo con moños; uno grande y llamativo o muchos pequeños son infaltables en blusas y vestidos.

• Cintura bien marcada. Cinturones de todo tipo y un poco más anchos que en temporadas pasadas, sobre tapados, trenchs, vestidos y camisas o sweaters.

• Accesorios de piel, cuellos de marta cibelina sobre chaquetas tejidas o como final en los ruedos de polleras.

• Vintage para ropa y accesorios. Una mirada al pasado, siempre que sea único y de excelente calidad.

• Jeans con el talle más cerca de la cintura real, rectos, chupines y anchos aunque no tanto como el año pasado.

• Otro detalle imperdible son las plumas; cortas o largas, de uno o muchos colores, en cuellos, broches o como terminación de ruedos y escotes.

• El binomio campo-ciudad, aúna la simplicidad campestre con la frescura urbana.

• Tramas nobles como la cachemira, son el caballo de batalla presente en los diseños más sofisticados. Las chaquetas cazadoras a cuadros se llevan con polleras o pantalones de terciopelo.

Pantalones anchos y con botamanga le dan un descanso este año a los reiterados chupines. como novedad los diseñadores europeos rescataron al pantalón de montar.

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Para la noche, mucha opulencia, brillos y bordados, faldas abullonadas y un estallido de colores. Apuesta segura es el crepe georgette, encaje, gasa, seda, satén, lamé de seda y shantung.

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Cómoda a toda hora

• Para todas las siluetas: por fin la batalla la gana la comodidad y los vestidos son tan amplios como le gusten a quien los lleva. Equilibrio y sensualidad, romanticismo y feminidad son las consignas para los conjuntos tanto diurnos como de fiesta.

• Tapados de todos los largos y, como en los “70, vuelven los maxis tejidos en mohair o cachemira con un toque étnico. Lo terminan plumas o pieles en cuello y ruedo.

• Twin sets de punto o de tejidos tecnológicos. El saco es más largo y a veces llega hasta arriba de la rodilla. Puede llevarse también con una camisa blanca debajo.

• El casual chic combina, por ejemplo, jeans de pata ancha, camisa blanca con volados y un saco con detalle de plumas; no falta un cinturón con hebilla metálica.