El divorcio del año en Italia
Sobriedad le piden los obispos a Berlusconi
El diario de los obispos italianos, Avvenire, ha pedido al primer ministro, Silvio Berlusconi, que en el caso de su divorcio sea “más sobrio” y sepa ser “espejo no deforme del alma del país”.
En un editorial, Avvenire escribe que un hombre de gobierno debe ser juzgado por lo que realiza, por su programa y las leyes que crea, pero que “la madera humana de un líder, su estilo, sus valores no son indiferentes, ni pueden serlo”.
“Por ello, abogamos por un presidente que con sobriedad sea espejo, el menos deforme, del alma del país”, agrega el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que señala, en referencia al anunciado divorcio entre Berlusconi y su esposa, Verónica Lario, que “la política y el espectáculo, en un abrazo mortal, han dado en esta ocasión lo peor de ellos mismos”.
Avvenire señala que nadie tiene derecho a utilizar “desastres de otros” como arma política “y a nadie se le debe conceder regodearse allí donde están en juego los sentimientos de las personas y la vida de una familia” y añade que todo lo que haría reír en un programa de variedades en este caso “preocupa a los ciudadanos”.
En el editorial, el diario de los obispos critica también a Verónica Lario por haber divulgado primero sus intenciones de divorcio a los medios de comunicación sobre un tema privado.
Respecto a que una de las eventuales causas para pedir el divorcio haya sido el de las supuestas candidaturas de “velline” (bailarinas de programa de televisión) para las listas al parlamento europeo por el partido de Berlusconi y las jóvenes amistades femeninas de Berlusconi, el diario de los obispos señala que ha vivido “con tristeza” esa posibilidad.
“Si ha habido o no una lista de velline o actrices de segunda clase no lo sabremos nunca, pero sólo la hipótesis del uso de las muchachas como cebo electoral es desalentador. Es inaceptable una concepción de la mujer como meramente ornamental”, escribe el diario.
Asediada
Por su parte, Verónica Lario dijo sentirse “como un soldadito asediado por el Ejército” tras su decisión de divorciarse después de 19 años de matrimonio y casi 30 de relación, según declaró al diario Corriere della Sera.
Lario, de 53 años, permanece en la villa de Macherio a las afueras de Milán a la espera de que pase la tormenta mediática y política que han desatado sus declaraciones sobre su marido.
Se siente dolida por el hecho de que “amigos de toda la vida” se pasen ahora a las filas de su esposo y por los ataques que dice haber recibido y que auguran una lucha sin cuartel y sin límites.
