Cara a cara con el presidente de Manfrey

“El precio al productor tambero está por debajo de los costos”

Ercole Felippa respondió a las preguntas de Campolitoral en el stand que la firma montó en Mercoláctea 2009. Aseguró que “no se pueden firmar acuerdos a espaldas del mercado”. Clamó por la normalización de las exportaciones.

Juan Manuel Fernández/ José Zenclussen

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—¿Con qué expectativa llega la empresa a esta edición de Mercoláctea?

—La presencia de Manfrey en este evento tiene que ver con la necesidad de acompañamiento para con nuestros productores asociados y consumidores. Somos conscientes que el momento que está atravesando la actividad no es el mejor, pero creo que esto debe generar un ámbito de reflexión como para que encontremos el camino para salir de la actual situación y poder transitar nuevamente la senda del crecimiento. Lamentablemente esta no es la primera crisis que vive la actividad; seguramente tampoco va a ser la última. Estas crisis sistémicas que vive la lechería, a lo que nosotros llamamos péndulo, se dio en un contexto muy favorable. La lechería nunca vivió crisis con escenarios favorables. En esta oportunidad, este gobierno nacional tuvo la virtud de generar una crisis en medio de una oportunidad; y cuando el valor internacional de la leche en polvo estaba en precios que nunca habíamos imaginado no podíamos exportar y luego tuvimos que salir a rematar a a u$s1.600 la tonelada, cuando llegó a valer casi u$s5.000. Esto ya sucedió y hoy no podemos lamentarnos sobre las medidas ya tomadas, pero creo que debe servir como lección para, de aquí en más, tomar las medidas necesarias para que la actividad tenga la previsibilidad necesaria para que pueda exportar, que es la gran materia pendiente.

—¿Se solucionaron las diferencias con Brasil para poder exportar a ese mercado?

—Hubo en estos días una reunión en donde se acordó la conformación de una comisión que monitorará permanentemente para que no nos excedamos ni en los volúmenes ni estemos por debajo de los volúmenes que publica el USDA para que no haya sospechas de dumping. Entonces, digo: las medidas que anuncia el gobierno de eliminiación de retenciones, que hay que leerlos como una señal positiva no son suficientes. Porque todos los mecanismos que hoy tienden a frenar las exportaciones siguen estando intactos. Y hoy necesitamos eliminar esos mecanismos como para que se pueda sacar en forma fluída y dinámica todos los excedentes que no consume el mercado interno para no producir desequilibrios.

—¿Cómo se hace para que el tambero reciba un precio que lo conforme?

—Precisamente, cuando las condiciones internacionales permitían que el tambero cobre un buen precio (creo que cuando estaba entre $0.90 y $1.00 era un buen precio) no se pudo aprovechar la bonanza del mercado internacional por las medidas que tomó el gobierno. Hoy hay condiciones de mercado que no las podemos negar. Muchas veces se habla de lograr acuerdos con el gobierno pero yo digo “no se pueden firmar acuerdos a espaldas del mercado”. Creo que debiéramos lograr condiciones necesarias teniendo en cuenta las restricciones que hoy nos impone el mercado, por lo menos para transitar esta coyuntura de una manera mucho menos traumática. Si no se toman esas medidas (autorizar las exportaciones para descomprimir el mercado interno) estaremos nuevamente ante un escenario de mucha turbulencia; y sabemos que cuando eso se da se producen cierres de tambos y muchos productores quedan fuera del sistema.

—¿Cómo trabajará la empresa en lo que queda del año entonces?

—Obviamente que la empresa no es ajena a esta situación. Por un lado sabemos que el productor tiene un precio que está por debajo de los costos. Entonces tratamos, en función de eso, de destinar los litros que nos envían nuestros asociados a los negocios que nos permitan obtener una mayor contribución marginal para poder pagar el máximo precio posible. Y por otro lado, a través de nuestra área de producción primaria, poder brindarle una cantidad de servicios a nuestros productores para ayudar a disminuir sus costos de producción.

—¿A qué atribuye semejante ausencia de industrias?

—No estoy en condiciones de poder dar una explicación porque son decisiones que obedecen a cuestiones internas de cada empresa.

—¿No es una señal de que las fábricas también están teniendo complicaciones?

—Seguramente que, en parte, algo de eso también habrá.

—Entre industriales están en permanente contacto ¿alguno de los ausentes no le contó por qué no vino?

—La verdad que no me he interesado en pedirles explicaciones. Creo que hay muchos factores que inciden. Me imagino que debe ser en cierta forma para dar una señal de austeridad...

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Extrañas cualidades. “La lechería nunca vivió crisis con escenarios favorables. En esta oportunidad, este gobierno nacional tuvo la virtud de generar una crisis en medio de una oportunidad”.

Foto: Juan Manuel Fernández

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EL DATO

Ausencias resonantes

Por primera vez, el “Pabellón de Industrias Lácteas” de Mercoláctea estuvo dominado por stands que nada tienen que ver con la elaboración de la leche. Sólo la presencia de Manfrey y La Serenísima, más tres pymes ( Lactear, Camurri y LW), eran coherentes con el título del galpón. El abundante espacio vacío restante se completó, por citar algunos, con un puesto de ANSSES, otro de un concesionario de autos, una fábrica de alfajores, una distribuidora de chocolate y la municipalidad de San Francisco.

El otro faltazo inédito se observó en el concurso de quesos y dulce de leche, en el que tradicionalmente todas las marcas compiten por alguna medalla de oro, plata o bronce, un reconocimiento que suele dar muy buen resultado en materia de ventas. Milkaut, Sancor, Williner, Nestlé, Tregar y Saputo (Molfino) fueron de las más destacadas ausencias del certamen.

La retirada de stands puede leerse como un “ajuste” de las empresas para no incurrir en gastos, o incluso para no mostrar a sus tamberos que la plata que ahorran pagándoles menos por la leche la gastan en cuestiones superfluas.

Pero participar del concurso no representa ningún costo relevante para las empresas, por lo que esta actitud puede interpretarse como un “mensaje político” de las grandes usinas.