Ganados y carnes

El invierno viene complicado

Se está entrando al invierno sin pasto, con una fuerte pérdida de forrajeras y con gran parte de los verdeos de dudosa utilización.

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La liquidación de vientres que sigue su curso y que probablemente se acelerará a niveles insospechados si la seca persiste en las zonas ganaderas.

Foto: Archivo

Ignacio Iriarte

También hay poca o nula humedad en el perfil, la mitad del volumen habitual de silaje y alrededor de 30 por ciento de los rollos en comparación con la reserva normal.

La liquidación ganadera sigue su curso y no parece que en los próximos meses esta fase de reducción del rodeo se vaya a detener.

Se está entrando al invierno sin pasto, con una fuerte pérdida de forrajeras, con gran parte de los verdeos perdidos o de muy dudosa utilización, con poca o ninguna humedad en el perfil, con la mitad del volumen habitual de silaje y con alrededor de 30 por ciento de los rollos que se dispone como reserva normal.

Gran parte del silaje, tanto de grano como de rollo, ha sido utilizado en forma temprana porque los potreros, en general, están entre 30 por ciento y 40 por ciento por debajo de su receptividad normal. Los campos naturales no tienen volumen de pasto y el efecto de las lluvias de febrero-marzo, dado el enorme déficit hídrico acumulado, ha sido muy limitado.

El problema del agua en muchos campos del norte ha vuelto a agravarse y, de seguir todo así, para este invierno la mortandad y el vaciamiento de los campos será probablemente peor que el año pasado.

Debe recordarse que se está faenando hoy una camada de novillos y vaquillonas muy abundante, animales nacidos en su mayor parte en 2007, consecuencia del servicio de 2006, que fue relativamente bueno.

Está en escena todavía una generación de ganado producto de un stock mucho más alto. En los próximos meses, pero especialmente el año próximo, se comenzarán a sentir en serio los efectos de un número menor de vacas y de una tasa de marcación también muy reducida.

Factores negativos

También en el sur de Buenos Aires y de La Pampa y en Río Negro se acelera el abandono de los campos por la falta total de pasto. ¿Qué queremos decir con todo esto? Que están dadas todas las condiciones fundamentalmente climáticas para que de acá al próximo recuento del stock ganadero, es decir la segunda campaña de vacunación (setiembre-noviembre), el rodeo nacional siga cayendo.

Así, en las existencias ganaderas que vamos a contabilizar durante el segundo semestre del año, se reflejaran dos factores negativos.

Por un lado, la liquidación de vientres que sigue su curso y que probablemente se acelerará a niveles insospechados si la seca persiste en las zonas ganaderas.

Por el otro, la menor cantidad de terneros que se encontrarán al pie de la madre, como consecuencia del desastre ocurrido en la preñez en el último servicio.


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EN RELACIÓN

Caída

Si en los últimos años, con el stock ya en caída, encontrábamos en la segunda campaña de vacunación entre 14 millones y 15 millones de terneros, este año probablemente encontremos entre 11 millones y 12 millones. Sólo por esto, el stock ganadero puede caer dos millones o tres millones de cabezas con respecto al año pasado. Se avizora, por lo tanto, una combinación muy mala para el sector: un debe (faena y mortandad) normalmente alto, y un haber (la parición) anormalmente bajo.