Nit Picky se vino de un viaje

No alcanzó para el café

La zaina del stud El Relincho apabulló a sus rivales ganando de punta a punta, sin dejar dudas y en tiempo récord para las doce cuadras. Free Coffee quedó segundo delante de Lucrative.

Juan Raúl Moncada

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Las once pruebas pautadas se disputaron ayer en Las Flores con una aceptable asistencia de público, pero con una sensible baja en el volumen de apuestas ya que en total la recaudación rondó los 50 mil pesos; se produjo también el debut de la nueva comisión de carreras del Jockey Club de Santa Fe, que tuvo trabajo desde el vamos, ya que en la accidentada séptima carrera —rodó el tordillo Chimook— debió distanciar a Fei Mico, ejemplar que cruzó su línea cortando el accionar de Star Ready, por lo que la directiva estuvo acertada en la decisión; marcando ahora y con este estreno un precedente sobre las molestias en Las Flores, que lógicamente deberá respetar tras este arranque. Sin dudas quedó claro que Fei Mico ganaba de todas maneras, pero la molestia existió.

Se vino

Cuando el Starter liberó el camino del clásico Iturraspe Rodríguez, Lucrative por dentro y Free Coffee a su costado asomaron adelante, a la cincha corría tercera Nit Picky, delante de Nico Class, Forty Santuario y Real Rainbow que saltó un par de cuerpos atrás.

Se formalizó la carrera y al centro fue Nit Picky la dueña de la punta, mientras que Claudio Olivarez corría segundo con Free Coffee, a tres cuerpos se quedaba Lucrative con el resto sin ofrecer mayores variantes.

En un principio Free Coffee intentó buscar a la puntera, pero el accionar de la hija de Fortunate Joe resultaba por demás de solvente escapando nuevamente un par de cuerpos, sin que tampoco Olivarez hiciera mucho para tratar de alcanzarla.

La recta

Sin variantes ingresaron al derecho, con las sedas multicolores del stud El Relincho adelante un par de cuerpos, enseguida se notó que Daniel Urriza miraba para atrás a ver si aparecían los atropelladores, pero no había rivales a la vista, por lo que lejos de moverla, se mantuvo tranquilo, buscando no desgastar sus fuerzas; atrás Free Coffee usaba sus últimas fichas pero no descontaba, mientras que la amenaza del entrerriano Lucrative sólo se presentaba para el placé.

Con andar firme Nit Picky siguió adelante y recién en los 200 Urriza usó la fusta “peinando” a la zaina para que no se amanse, castigando nuevamente en los 100, pero ya con el triunfo asegurado, mientras el segundo lugar se mantenía para Free Coffee que resistía a Lucrativa que se fue en amagues.

El disco sorprendió a la ganadora cuatro cuerpos y medio antes que Free Coffee y la sorpresa llegó cuando se oficializó el tiempo de 1 minuto, 10 segundos, 27 centésimas, que de esta manera supera los 1 m. 10 s. 60 c. empleados por el caballo platense Bailango el 15 de noviembre de 2000, cuando ganó por un campo nuestro gran premio Juan de Garay.

Fue realmente brillante lo de la ganadora que ahora dentro de tres semanas estará corriendo en San Isidro un handicap contra yeguas de primera línea. Habrá que sacarse el sombrero por el entrenador Antonio Márquez, en que sus años mozos supo ser el dueño de la recta y que ahora en esta parte de su trayectoria se viene esmerando grande con caballos de “la vuelta”.

No alcanzó para el café

Familiares de Iturraspe Rodríguez, miembros de comisión y los protagonistas del clásico en la premiación.

Foto: Pablo Aguirre

No alcanzó para el café

Daniel Urriza aguanta a Nit Picky y cae un nuevo récord en Las Flores.

Foto: Pablo Aguirre

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ADEMÁS

Primer presidente

El cotejo central de ayer llevó el nombre de Francisco Iturraspe Rodríguez en homenaje a quien fuera el primer presidente de comisión de carreras que tuvo el Jockey Club de Santa Fe en el año 1913 y en el antiguo emplazamiento que tenía el hipódromo al norte de lo que hoy es calle Estanislao Zeballos entre Facundo Zuviría y Aristóbulo del Valle.

Don Francisco además era propietario del stud San José y sus caballos estaban a cargo del recordado y exitoso entrenador Ceferino de la Mata; una de las primeras medidas que adoptó fue incorporar dos caballos criollos de su propiedad, llamados Lolo y Lorito, para que se encarguen de tirar la rastra en la pista, los que por muchos años trabajaron en el mantenimiento de la misma, llegando inclusive a ser trasladados al nuevo emplazamiento —el actual— en el mes de diciembre de 1928.