La visita de Benedicto XVI a Tierra Santa

El Papa aboga por la paz y condena

el antisemitismo a su llegada a Israel

Medidas de seguridad excepcionales ante el paso del jefe de la Iglesia Católica.

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AFP-EFE-Télam

El Papa Benedicto XVI abogó por la reconciliación entre israelíes y palestinos y condenó firmemente el antisemitismo al pisar hoy por primera vez Israel, segunda etapa de su visita a Tierra Santa.

“Suplicó a todos aquellos con alguna responsabilidad que exploren toda vía posible para buscar una solución justa a las enormes dificultades, para que ambos pueblos puedan vivir en paz en una patria propia, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas”, afirmó el Papa.

En su discurso de llegada, pronunciado en inglés ante las mayores autoridades de Israel, entre ellas el presidente Shimon Peres y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, el Pontífice mencionó 13 veces la palabra paz.

“Espero y oro para que se pueda pronto crear un clima de mayor confianza, que permita a las partes lograr progresos reales en el camino hacia la paz y la estabilidad”, dijo.

“La esperanza de numerosos hombres, mujeres y niños por un futuro más seguro y más estable depende del éxito de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos”, agregó.

En un gesto inusual, Peres acogió en latín al Pontífice y pronunció breves palabras en el idioma oficial de la Santa Sede: “Ave Benedicte, princeps fidelium qui hodie terram sanctam visitas” (saludo al creyente entre los creyentes que inicia hoy una visita a Tierra Santa).

“Considero su visita aquí, en Tierra Santa, como una misión espiritual de la mayor importancia, una misión de paz. Una misión para sembrar las semillas de la tolerancia y erradicar las del fanatismo”, prosiguió Peres en inglés.

En su discurso, el Papa condenó “totalmente” el antisemitismo, que calificó de “repugnante”.

“Desafortunadamente el antisemitismo continúa alzando su repugnante cabeza en muchas partes del mundo, eso es totalmente inaceptable”, afirmó el Papa. “Se deben concentrar esfuerzos para combatir el antisemitismo en cualquier lugar donde se encuentre”, agregó.

Esta tarde, el Papa tenía previsto visitar el Memorial del Holocausto en Jerusalén, sin entrar al museo para evitar las polémicas por la existencia de una placa contra la figura de Pío XII, acusado de haber guardado silencio durante el genocidio nazi.

“Es justo y conveniente -dijo el Papa- que, durante mi permanencia en Israel, tenga la oportunidad de honrar la memoria de 6 millones de judíos víctimas del Holocausto y de rezar para que la humanidad no deba ser nunca más testigo de un crimen de tamaña enormidad”.

Férrea seguridad

Israel tomó medidas de seguridad excepcionales para la visita del Pontífice.

Ésta es una de las etapas más complejas del periplo de Benedicto XVI en Tierra Santa, después de las controversias surgidas por el perdón concedido en enero a un obispo negacionista.

El deseo del Papa de beatificar a Pío XII, acusado por investigadores e historiadores judíos de haber sido pasivo ante el Holocausto nazi de judíos, pesa en las relaciones con Israel, que se opone a su beatificación.

Entre las personas que no asistieron al recibimiento oficial figura el presidente del Parlamento israelí, Reuven Rivlin, quien no explicó las razones de tal gesto. El parlamentario debía asistir a la visita al Memorial.

El viaje del Papa tiene también lugar después de la controvertida ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza, entre el 27 de diciembre y el 18 de enero, que dejó más de 1.300 muertos palestinos, entre ellos numerosos niños, y fue firmemente condenada por el Pontífice.

Durante su visita a Israel y Cisjordania, el Papa alemán, de 82 años, cumplirá una apretada agenda.

Aprovechará su visita a Belén para conocer el campo de refugiados de Aida, donde se dirigirá directamente al pueblo palestino, una decisión que incomoda a las autoridades israelíes. Y será el primer Papa que visite la Cúpula de la Roca en Jerusalén, tercer lugar sagrado para los musulmanes.

Antes de partir de Jordania, al término de una visita de cuatro días, Benedicto XVI llamó a la tolerancia religiosa entre cristianos y musulmanes.

El Papa aboga por la paz y condena el antisemitismo a su llegada a Israel

El viento le jugó una mala pasada a Benedicto XVI a su llegada en helicóptero a Jerusalén donde visitará el Museo del Holocausto, al que no entrará para evitar polémicas por la existencia de una placa contra Pío XII, acusado por su silencio durante el genocidio nazi.

Foto: AGENCIA AFP

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EL DATO

“Regalo a la ocupación”

La facción armada palestina Jihad Islámica ha manifestado hoy que la visita del Papa a Israel supone un “regalo a la ocupación y un desprecio al sufrimiento del pueblo palestino”.

La organización palestina dice en un comunicado que el viaje del Papa “refleja su cortesía con la ocupación, muestra desdén ante las heridas abiertas en Jerusalén y elude el holocausto que el ejército israelí llevó a cabo en la Franja de Gaza a principios de año”.

La facción palestina, apoyada por Irán, recordó que Benedicto XVI “provocó encendidos sentimientos entre los árabes y musulmanes” con las declaraciones que hizo en el año 2006 sobre el profeta Mahoma.

+ información

Video del arribo del Papa a Israel.

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